Miedo a la ignorancia

Bardicr
EÑES
Published in
3 min readAug 18, 2017
Pintura de Sandor Nyilasi.

El diálogo es una actividad fundamental para poder llegar a un acuerdo en cualquier ámbito de la vida. Un buen diálogo siempre debe comprenderse de buenos argumentos y llevarse de la forma más cortés. Pero, ¿realmente sabemos dialogar?

Lo cierto es que, la mayoría de las veces, los diálogos no se llevan de la forma correcta; especialmente en temas controversiales como la religión o la política, que es donde suele haber más desavenencias entre las personas.

Para que un diálogo fluya de la mejor manera, este debe de tener buenos argumentos; y bien sabemos que los argumentos son razonamientos con los cuales se busca defender o refutar una tesis.

El problema es que asiduamente caemos en el uso de falacias, por lo que el diálogo, en vez de avanzar, termina por estancarse. Quizá sea por orgullo o simplemente por reluctancia. Pero estamos de acuerdo que el uso de estos es más frecuente que los argumentos fehacientes.

Hay varios tipos de falacia: el sofisma, que es donde se utilizan argumentos falsos con apariencia de verdaderos; ad hominem, cuando en vez de defender tu tesis o refutar la del otro, prefieres atacarlo para menguar su derecho a opinar — esta en específico es la más despreciable — ; falacia del espantapájaros, cuando distorsionas lo dicho por la otra persona para utilizarlo en tu favor; entre muchas otras.

«Mejor que levantar la voz, reforzar el argumento».

George Herbert

Pero ¿por qué lo hacemos? Bueno, cuando hay un debate, realmente lo que buscamos es convencer a la otra persona de que nuestra tesis es la correcta y no la suya. Si nos fijamos en la etimología de «convencer», veremos que procede del latín convincĕre; formado por el prefijo «con-» (agregación) y «vincĕre» (vencer). Es decir, cuando alguien logra convencerte, se podría decir que te venció. Esto describe perfectamente el sentimiento que tenemos al perder un debate; nos sentimos vencidos e «inferiores intelectualmente» ante la otra persona. Por eso hacemos uso de falacias para poder lograr que el otro termine por transigir. Quizá te sientas más inteligente que la otra persona, pero la verdad es que sigues siendo igual de ignorante; la única diferencia es que ahora eres un ignorante arrogante.

«El ignorante, si calla, será tenido por erudito, y pasará por sabio si no abre los labios».

Salomón

No obstante, ¿qué tiene de malo aceptar que somos ignorantes en cierto tema en específico? No tiene nada de malo ser ignorante, todos lo somos. Si fuéramos capaces de aceptar que no podemos conocer todo, evitaríamos las pugnas con las diferentes personas con las que debatimos. También tenemos que entender que hay temas que no contienen una verdad absoluta, es decir, que son subjetivos; por ejemplo: los gustos musicales. Si estuviéramos hablando de algo que sí contiene una verdad absoluta, entonces debemos, mediante argumentos sólidos y fehacientes, demostrar la veracidad de nuestra tesis. Y no porque la otra persona haya tenido la razón significa que tú eres un tonto; en otros ámbitos, tú tendrás mayor conocimiento que aquella persona.

«Ser consciente de la propia ignorancia es un gran paso hacia el saber».

Benjamin Disraeli

El diálogo sirve para tener un intercambio de conocimientos con las demás personas, pero si no somos capaces de aceptar nuestra ignorancia, terminaremos por inhibir aquellos conocimientos que nos quieren compartir. Por eso, hay que dejar que la otra persona dé su opinión sin interrumpirlo; también tomarnos nuestro tiempo para disertar sobre el tema, para luego dar un buen argumento; no hacer uso de falacias y, en el caso de ser convencido, aceptar que la otra persona tuvo razón. Si tú tienes la razón, no hagas sentir a la otra persona como si fuera más tonta por no tenerla.

Si logramos llevar un buen diálogo con las personas, respetándolos y llevando la conversación tranquilamente, eventualmente conseguiremos ser más inteligentes y éticos con el paso de los días. Después de todo, ¿cómo buscas tener un amplio saber general si no sabes ni cuando no tienes la razón?

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