Nicaragua, en una encrucijada moral y ética.

Síganme los buenos
3 min readFeb 8, 2019

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En la Universidad Centroamericana UCA (Managua) se pueden apreciar murales con fotos de la historia reciente en Nicaragua

Soy nicaragüense, he vivido gran parte de mi vida en este país, soy un ciudadano en la llanura, trabajando para ganar el sustento diario y con un presupuesto limitado. Todo lo que acontezca en Nicaragua me afecta así como le afecta a los millones de nicaragüenses viviendo dentro y fuera de esta nación.

La secuencia histórica de Nicaragua ha estado plagada de guerras, revoluciones, asesinatos de líderes con pocos episodios de paz, pero aún así en los últimos diez años se había consolidado la economía y hasta abril de 2018, se respiraba cierto aire de prosperidad entre comillas. Una explicación a esto es que una gran cantidad de dinero proveniente de la economía venezolana se había filtrado para lavado y enviado a las cuentas de la familia Ortega- Murillo.

El sector empresarial y el gobierno se ufanaban en implementar un nuevo modelo de crecimiento económico basado en el entendimiento de las necesidades de la empresa privada y el gobierno. Este mecanismo permitió hacer caso omiso de una serie de movimientos legales para desvirtuar la Constitución Política y permitir que el señor Ortega se reelegiera en un segundo y en un tercer mandato presidencial. Casi de forma desapercibida se consolidó una dictadura bien estructurada en base a tráfico de influencias, amiguismos y de colocar en los puestos claves de militantes o serviles del Frente Sandinista.

Tanto el Poder Electoral, Judicial y la Asamblea Legislativa obedecen ciegamente las órdenes emitidas por la dupleta Ortega-Murillo. La Policía Nacional es un remedo de la institución, siendo simplemente un instrumento de represión y guardianes de una paz sangrienta y represiva.

Estamos ante un régimen que está sostenido por un ejército de zombies, los cuales solo obedecen y atacan por cualquier medio. La población no puede manifestarse ni protestar, ondear la bandera nacional azul y blanca es un delito; las reformas a la seguridad social ha significado simplemente un robo subiendo los porcentajes de cotización y bajando el porcentaje de la jubilación.

La economía de nicaragua había ganado hasta abril de 2018 fama de ser una de las de mayor crecimiento en América Latina, basada en un empuje fuerte al sector turismo. Pero todo esto se desplomó con la insurrección virtual que se vivió entre abril y julio del 2018. Estas protestas masivas fueron aplacadas a punta de fusiles de guerra y muchos jóvenes murieron en manos de paramilitares o policías camuflados como civiles. Luego de este baño de sangre, vino la represión a los protestantes y los medios de comunicación. Francisco Díaz, Director de la Policía, afirma que esos paramilitares eran policías en labores especiales. De todo esto se desprende que los culpables de las muertes y la represión exagerada es el cuerpo policial.

Si usted hubiera sido víctima de la represión y un hijo hubiera sido asesinado a manos de estos criminales, ¿cuál sería su posición? ¿Estaría dispuesto a perdonar y olvidar en las aras de una armonía que favorezca al país? ¿A quién favorece la calma y la estabilidad que dan las armas? ¿No es acaso a la familia gobernante?

La encrucijada es: ¿Perdono? ¿Olvido? ¿Borrón y cuenta nueva? Siendo así llegaríamos a las elecciones en 2021, dentro de 3 años. Qué podemos esperar de esas hipotéticas elecciones: que no sean fraudulentas, que no se roben los votos y que gane realmente la oposición democrática en Nicaragua. Pero esto solo será posible con una re-estructuración del poder electoral y con la restitución de los derechos ciudadanos, la liberación de los cienes de presos políticos y la libertad de disentir y expresar opiniones sin temor a ser criminalizado.

Estoy seguro que la gran mayoría de la población nicaragüense reprueba la forma como el gobierno ha conducido el país. Aún tengo esperanzas que al menos por interés familiar cambien su forma de proceder. Ellos la familia Ortega-Murillo con sus empresas también serán engullidos en el declive económico del país. No habrá guerra con bombas y aviación, la guerra será silenciosa en la que los pobres serán los grandes perdedores, los que pueden seguirán yéndose del país y los que no tengan recursos ni familiares en el extranjero, tendrán que resignarse a vivir una vida lúgubre y sin oportunidades de mejora.

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Síganme los buenos

Administrador Funcional de Empresas. Sigo de cerca la situación en Nicaragua. Experto en opinar.