Podremos vivir con menos, tendremos que vivir con menos
Podremos vivir en menos metros cuadrados, podremos prescindir de comprarnos un coche que se pueda calificar de pepino, podremos evitar comer el postre en el menú diario, podremos tener una lámpara de pie de IKEA en vez de Zara Home, podremos tener un plato de ducha del clon del Corian, podremos llevar jeans comprados en Promod en vez de en CK.
Tendremos que vivir sin sus abrazos, porque el cielo pilla muy lejos; tendremos que decidir nosotros nuestro rumbo, porque el cielo habla solo con nubes; tendremos que aprender bricolaje, porque las emisiones de Bricomanía del cielo están codificadas; tendremos que vivir sin sus besos, pero que nadie ose negarnos que el viento nos los trae desde el cielo.
Y con mucho, mucho, pero que mucho esfuerzo, aprenderemos a sobrevivir sin mangos de Granada, cuando lamentablemente acabe la temporada. Sobreviviremos sin catar durante varios meses esos mangos, los mangos del cielo.
