Violencia de barras de fútbol

Bardicr
EÑES
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3 min readAug 20, 2017

El día 19 de agosto de 2017, me encontraba tranquilamente en uno de los restaurantes de la Plaza Stadium en León, Guanajuato (a un costado del estadio del Club León). El ambiente era ameno en toda la plaza, hasta que de pronto se oyó una continua gritería en el piso de abajo. Varios fanáticos de los Rayados salieron apresuradamente de los bares y restaurantes para ir a donde ocurría el alboroto. Al principio, estábamos un poco desconcertados sobre qué estaba ocurriendo, pero luego, al asomarnos por la terraza del restaurante, vimos que había una pugna en la entrada de la plaza entre aficionados. Llegaron los oficiales que se encontraban en el estadio para controlar la situación, pero eran muy pocos.

Si de por sí la situación estaba fea, empeoró cuando la barra del León, que iba caminando desde el Arco de la Calzada hasta el estadio, llegó a la plaza. Al final varios de la barra de León también entraron a la bronca. Se empezó a oír con mayor intensidad la algarabía, activaron la alarma de la plaza y los locales de esta, rápidamente comenzaron a cerrar las puertas. ¡Era un caos! Decenas de policías llegaron con caballos y patrullas para controlar y apresar a los malhechores. Varios de los aficionados volvieron a subir al segundo piso — donde nos encontrábamos — para entrar a los locales y evitar que la policía los apresara. Vimos cómo aquellos encolerizados aficionados intentaban entrar a la fuerza al restaurante, empujando la puerta que los trabajadores detenían para que no pasaran. Lanzaban mesas y sillas, que al caer en el piso de abajo, producían estruendosos ruidos en la plaza. Como en el restaurante había familias, las madres subieron con sus hijos al segundo piso del mismo y así tratar de calmarlos. Había un aficionado que estaba empapado de sangre vociferando que lo dejáramos pasar mientras daba patadas a la puerta.

Vidrios, mesas y sillas rotas; fue terrible lo que ocurrió. Y miren, que los videos que ven ustedes son de cuando la situación ya estaba relativamente controlada.

Y me pregunto, ¿cuándo se dará cuenta la FEMEXFUT que las barras solamente causan daño? Imaginen, yo no vi que en los medios nacionales hablaran mucho de lo ocurrido antes del partido León vs. Rayados; quizá porque consideran que esto fue un conflicto pequeño en comparación con otras trifulcas en otras ciudades. Sinceramente, si la FEMEXFUT no prohíbe que los equipos tengan barras, es porque no les interesa la integridad de las personas.

Si nosotros estábamos desesperados, no me imagino cómo estarían las familias que estaban en medio de la bronca entre las barras de Tiburones y Tigres allá en Veracruz. Lo peor de todo es que ya lo vemos como algo ordinario. Y no hay excepción, todas las barras de los equipos están asiduamente en estos conflictos. Me acuerdo cuando yo era muy pequeño, que en una semifinal la barra de León se metió a la cancha para agredir a los jugadores; terminaron quemando y destruyendo todo lo que se encontraban a su paso. Otras barras han apedreado camiones de equipos rivales. ¡Es terrible!

El fútbol, de ser un deporte para entretener a la gente, especialmente a las familias, se ha convertido en un ring de peleas. La FEMEXFUT debe tomar cartas en el asunto: vedándoles la entrada a las barras y castigando a aquellos que ensucien el fútbol con sus actos inmorales. En casos más extremos, prohibir la venta de bebidas alcohólicas en los estadios. Solo así, quizá vuelva la amenidad que antes se vivía en los estadios.

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