A pesar de la popularidad de que disfruta el yoga en los tiempos modernos y de la explotación en las redes virtuales, la mayoría de las veces de una forma que apela al sentido visual, sentí que es importante empezar por hablar de lo que es el yoga.
El yoga se ha popularizado cada vez más en la sociedad actual del mundo occidental, a menudo como una práctica de ejercicio físico. Sin embargo, es uno de los caminos filosóficos de la cultura india, a pesar de ser independiente de cualquier religión.
La palabra yoga deriva del sánscrito ‘yuj’, que significa «unir, ligar, concentrar la atención en, usar y aplicar». Significa también «unión, comunión o unidad».
Según la filosofía indiana, todo está impregnado por Paramātmā, el espíritu supremo universal, del cual Jīvātmā, el espíritu humano, es parte. Espiritualmente, el yoga proporciona los medios de unir Jīvātmā a Paramātmā, permitiendo así Morsa, la liberación.
En términos más prácticos, el yoga puede ser entendido como un medio para armonizar el cuerpo, la mente y el espíritu.
Los orígenes del yoga se remontan a unos miles de años atrás. Una de las primeras referencias escritas del yoga se encuentra en los vedas, textos sagrados de la religión védica, anterior a la hindú. Sin embargo, la tradición yóguica se abre y unió en sí prácticas y conocimiento también de textos filosóficos y religiosos como las Upanishads, y otros relativos al Budismo, al Jainismo y hasta el Sufismo.
En esencia, el yoga es un camino que permite estar y ser plenamente en el aquí y en el ahora.
Durante una práctica, el estar y ser en cada asana permite poner la atención en nosotros mismos. Nos quedamos en nosotros. Estamos en la totalidad y encontramos espacio dentro de nosotros. El dirigir la atención total para nosotros en un momento preciso nos enfoca en ese punto de espacio-tiempo del universo. El yoga posibilita entonces la unión del cuerpo con la mente y el espíritu.
