Carlos Varela: a sombrero quitado
Por: Mayra Beatriz
Fotos: Brigido, Argel
Publicado en el No. 125 de Somos Jóvenes correspondiente al mes de abril de 1990
(Reproducimos la edición, corrección y ortografía originales del texto, incluso estando en desacuerdo, excepto con el término «espectativa-expectativa», el cual sí resultó enmendado, por la gravedad del error).
Con apenas 26 años, figura de gnomo indistintamente amable o malicioso y una obra audaz, conectada con su tiempo, asume el reto de representar a la generación a que tú también perteneces en una conversación de una hora para S.J.
Cuando ocurre tu “fenómeno” ya llevas diez años en la trova. ¿A qué
atribuyes esa demora?
Bueno, no me hubiera gustado tampoco que ocurriera antes porque tal vez no estaba preparado para asumirlo. Pero las causas de que así fuera son diversas...
¿En qué medida pueden haber influido las incomprensiones? Muchos creadores jóvenes se quejan de que no hay entendimiento del papel que pueden y deben jugar.
Si tratara de analizar qué ocurre con la que pudiéramos llamar la "novísima trova" en ese sentido que tú apuntas, tendría que señalar que hace tiempo que está haciendo propuestas interesantes aunque los más beneficiados en cuanto a promoción fueron fundamentalmente cinco: Donato, Santiago, Anabel, Tosca y Xiomara, que se presentaron en el Festival de la Nueva Canción en el 82 y de los cuales la mayoría tiene grabados discos. El hecho de que exista un disco es importante: es por lo menos un documento que puede reflejar lo que ocurre con uno en determinada época.
Lo que entonces hacíamos Gerardo y yo, por ejemplo, se perdió en el tiempo. Solo
a partir del 84 u 85 fue que él, Frank Delgado y yo nos integramos a ese primer grupo que había tenido además la posibilidad de pasar al sector profesional. Eso significó un gran paso de avance para ellos, teniendo en cuenta que Gerardo y yo aún no lo somos después de ocho años...
A pesar de que ocurrió así, y paradójicamente incluso, es a ti a quien la gente, los jóvenes, esgrimen como el "sustituto de Silvio". ¿Cómo tú ves eso? ¿Por qué crees que disfrutas de semejante popularidad a pesar de no ser precisamente un privilegiado de la promoción y la difusión?.
No creo que sea sustituto de Silvio: Silvio es único e irrepetible. Como pienso que Pablo es único y que cada uno de nosotros lo seremos si logramos hacer un trabajo respetable. Lo que sí creo es que se ha producido un fenómeno de identificación. Los jóvenes cubanos buscan lo que necesitan, no son pasivos. Sienten que hay canciones que de alguna manera forman parte de sus vidas y se apropian de ellas aunque no se las den por los medios oficiales de promoción. Sucede un fenómeno muy lindo: muchas veces la gente va a los conciertos y los graba con pequeños equipos como el tuyo y luego se lo pasan de mano en mano: un fenómeno de difusión... oral-manual o no sé cómo puede llamársele... y te sorprendes con que estrenas una canción hoy y a la semana se la saben 50 000 personas. Y todo parte del hecho de que se ha producido la identificación. Considero que soy parte de esos jóvenes y que de alguna manera lo que ocurre es que tengo necesidad de comunicarme con ellos y ellos conmigo.
No creo que sea único porque a muchos creadores les pasa. Por supuesto, la creación es una suerte de diana y no siempre todo el mundo da en el centro. Mira, creo que lo mejor sería que esta pregunta se la remitieras a los jóvenes que van a mis conciertos. Lo que sí puedo asegurarte es que el acto más vital para mí es, sin dudas, ése de pararme en un
escenario y lograr la comunicación.
Sí, creo que sí te equiparas con Silvio en la medida en que ambos son portadores de las inquietudes de los jóvenes de dos generaciones sucesivas. Por ahí anda el fenómeno...
A Silvio una vez que le preguntaron por qué a los jóvenes de ahora le gustan más las canciones viejas que las de hoy, respondió: "porque cuando las hice era joven".
De alguna manera por ahí puede andar el fenómeno.
¿En qué crees que te pareces a él y en qué te diferencias?
Yo preferiría responderte en qué se parece más esta generación a la anterior y en qué se diferencian una de la otra. Digamos: si voy a hacer referencia en una canción a Playa Girón tengo que hacerlo según lo que me contaron, no según lo que viví si hubiera pertenecido a aquella generación... Hay un distanciamiento inevitable. Lo mismo le ocurre a ellos, a los fundadores del movimiento, si intentan abordar una de las realidades que son comunes a los jóvenes de hoy. Es muy bueno que todos coexistamos y existan esas opciones. Claro, las diferencias no sólo estarían en cuento a vivencias sino en cuanto a objetivos dentro del propio movimiento. Cuando la Nueva Trova se inició, ellos tenían una serie de principios respecto a cómo asumir la canción y el espectáculo. Nosotros tenemos otros. Por ejemplo, se está abordando muy fuerte el rock y éste es un síntoma de pulso con que estamos viviendo. Al mismo tiempo, hay puntos en común: Yo admiro en Silvio no sólo su obra, su poética y su música, sino su actitud ante el trabajo y la vida. Eso de alguna manera lo he aprendido en las lecciones de cantar juntos y se refleja en mi trabajo. Es, por otro lado, una diferencia el que la nueva generación se esté volcando en un trabajo más urbano, más debajo del asfalto, a nivel de vivencias concretas. En un gran porciento de los textos de los jóvenes cantores también hay un espíritu muy crítico y autocrítico ante la realidad, por supuesto, con un sentido transformador, de proponer soluciones. Me parece que son características que, aunque a simple vista pueden tomarse como diferencias, no sólo establecen una continuidad natural con el movimiento sino que amplían enormemente su horizonte musical y poético. Es
lógico, porque precisamente el hecho de que se llame Nueva Trova pienso que implique su constante cambio, su constante rejuvenecimiento. Así, los mismos fundadores, desde el punto de visto tímbrico, sonoro, poético, se están metiendo en nuevas zonas, porque no se puede ignorar todo un desarrollo tecnológico que
ayuda al músico a expresarse más fácil y a la vez más complejamente.
Y también se ha producido una universalización del lenguaje.
Exactamente. Quizás la hora del músico solitario ya pasó. Casi todo el mundo se busca una banda detrás para expresarse en un formato musical más amplio. Empezando por los fundadores. Sin embargo, tienes mi caso: sigo adorando la guitarra y te podrás haber dado cuenta de que lo mismo en mis conciertos hago un número superfuerte, superrockero, que canto algo como Guillermo Tell, que es tan fuerte como aquello, pero hecho sólo con guitarra. Es fuerte de otra manera, no a nivel sonoro, sino a nivel de texto y su poder de comunicación y esto tiene mucho que ver con lo que hacía la primera generación. Es muy curioso. Ocurren caso como lo del concierto del Chaplin: Hice muchos números con los músicos a todo meter, y lo que más impactó fue Guillermo Tell que es solo de guitarra y ni siquiera aparecía en el programa porque la había compuesto ese mismo día. Decidí estrenarlo como puro juego y resultó el número de más vibración.
Es un misterio
Así mismo dijo Silvio una vez: Siempre es un misterio. Trabajo en función de eso. No me interesa que las gente vaya a mis conciertos a desconectar, si no todo lo contrario: que vaya a conectar. Y viene bien que un día te pares en el escenario y no hayan 200 personas sino que descubras que son 2.000...
En Guillermo Tell tú abordas el problema que se da en el momento en que el joven está preparado para cambiar su papel con el adulto. Tú cuestionas ahí al adulto, a tus padres, y yo me pregunto hasta qué punto tú has cuestionado también a tus padres intelectuales, incluido el propio Silvio.
Guillermo Tell es una canción que a mí nunca me gustaría desnudar.
Creo que Tarkovski, el cineasta soviético, habló en este sentido a alguien le preguntó que querían decir sus película. Él las comparó con un reloj: ¿tú entiendes realmente tu reloj? ¿La maquinaria? ¿Las tuerquitas? Sólo entiendes que da la hora y para eso sirve. No me gustaría desarmar la canción, que, por supuesto, tiene varios niveles de lectura. Pero si te interesa en el sentido de saber sobre los padres a quienes debo agradecerles el hecho de que pueda cantar en un escenario, no sólo son Silvio o Pablo, sino Amaury Pérez, la gente del grupo Síntesis y otras muchas gentes... Son los que me han demostrado que sí están dispuesto a ceder la ballesta. Hay, por el contrario, quienes intentan sembrar egoísmo donde no existe, comentando que cuando Silvio me invita a uno de sus conciertos, yo trato de robarme el espectáculo. De eso Silvio y yo nos reímos un montón. La realidad es que alcanza el oxígeno para muchos, todo está en que te lo ganes con tu trabajo. Te puedo confesar que aunque lo usual es que un artista invitado haga sólo
5 ó 6 temas -porque un concierto lleva unos 20 - siempre que me he acercado a Silvio a preguntarle cuántas hago, me dice: 15. ¿Entiendes? Por supuesto, que por un problema de ética, de respeto a él y al público que va a escucharlo no lo hago así... Con eso él me ha dicho: "Ten, coge la ballesta". Y la canción habla de gente que no está dispuesta a ofrecerla. La canción no está dirigida para nada a los que me han ayudado a disparar.
Ampliemos el espectro: A tu juicio, ¿cuáles son los valores que defiende y sustenta esa generación de jóvenes a que tú perteneces?
De alguna manera son los mismos que ha defendido y sustentado otras generaciones anteriores, con algunos matices diferentes, quizás. Somos gentes que queremos proponer cosas y ante todo se produce una rabia cuando se nos subestima y se nos mira como niños tontos que estamos diciendo cosas alocadas.
Siempre lo nuevo va a resultar atrevido. Recuerdo ahora una frase de Aidée Santamaría, que decía que no sólo bastaba con hacer una canción comprometida sino que nos comprometa. Yo como creador estoy dispuesto a correr siempre ese riesgo... El concepto de revolucionario hay muchas gentes que lo ven sólo asociado al color verdeolivo y pienso que, por supuesto, eso tiene un origen muy justo en aquellos revolucionarios que hicieron la historia de este país, pero es que la Revolución implica evolución de las ideas del hombre y en ese campo creo yo que los jóvenes cubanos están haciendo sus propuestas. Sucede, porque esta es una generación educada por la Revolución, gracias a la Revolución, y ha sido formada por aquellos revolucionarios de generaciones anteriores en el espíritu autocrítico. Te podría hablar del Che, por ejemplo: aunque no todos los jóvenes que van a un concierto con un cartel del Che saben exactamente qué él dijo, una gran mayoría sí lo saben. A veces se cae en un plano de subestimación de esos jóvenes por su aspecto externo, por cómo se visten, y algunos adultos los consideran aislados del proceso revolucionario. Pienso que no, que ellos están echando la pelea a su manera...Los artistas en general en Cuba contribuimos muchísimo a la formación de quienes nos escuchan. Silvio, Pablo y los fundadores de la Nueva Trova fueron los grandes maestros de esta generación. Un fenómeno así ha ocurrido en pocos lugares del mundo.
Sociosicológicamente para definir lo que es la juventud se piensa siempre en la audacia, en el desprendimiento, en la energía y la iniciativa. Esas características son las mismas que debe poseer un revolucionario. ¿Cómo tú vinculas ambos conceptos?.
Como mismo hemos hablado de la parcial subestimación que existe por parte de la generación de adultos respecto a los más jóvenes, también creo que se da lo contrario. Mucha gente está haciendo un trabajo valiosísimo en instituciones de este país y por eso se manifiestan muy jóvenes. El hombre ha de medirse por sus ideas y lo que hace y no porque le tocó vivir en tal o cual etapa. Lo que todo el mundo no está dispuesto es a renovarse. Lo mismo te puedes encontrar a un viejo muy joven, que a un joven muy niño, que a un niño muy viejo. Hay que ser consecuente con muchas de esas gentes que incluso no pueden comprendernos, porque lo más importante es que consigamos el diálogo. Creo que aún no están creadas todas las condiciones para que se produzca ese diálogo y es un punto fundamental para que exista un conocimiento de porqué cada cual se comporta a su modo y poder echar para alante juntos. Hay desinformación de ambas partes.
La gente comenta con frecuencia que esta generación de jóvenes es mucho más analítica, mucho mas problematizadora de su realidad, ¿a qué lo atribuyes y cómo lo ves con respecto a la anterior?
En gran medida lo atribuyo a que esta generación sí está educada totalmente dentro de la Revolución, nace dentro de la Revolución y la otra no. Por eso asume más creativa y transformadoramente su realidad. Eso.
¿Cómo tú ves la toma de posiciones nueva en el campo de los creadores? A principios de la Revolución la avanzada de las ideas artísticas estuvo sobre todo en la poesía, luego en la trova y ahora parece estar en los plásticos.
¿Coincides con esto? Dime.
Creo que ahora hay un movimiento de jóvenes pintores que están haciendo cosas interesantes. Son muchos y están trabajando a gran velocidad. Fundamentalmente están muy unidos y eso los diferencia de lo que está haciendo esta generación en otras ramas del arte. No quiero decir que nosotros, los trovadores, estemos tan separados pero, bueno, ya no existimos como movimiento, sino como un fenómeno estético. La pintura es compleja y su realización, mas, una vez que tienes el cuadro, lo mismo lo expone en una galería que en la sala de tu casa y, sin embargo, para dar un concierto no existen las mismas posibilidades. La cosa no es tener la obra en la mano, sino poseer los mecanismos a través de los cuales la vas a dar a conocer. A mí me cuesta un trabajo tremendo hacer un concierto y comunicar mis temas nuevos. Lo mismo sucede con el cine, a pesar de que los muchachos han probado que pueden hacer grandes cosas: no tienen en las manos todo el andamiaje requerido para llegar al producto terminado. Los jóvenes pintores están muy,
muy alante, y saben muy bien lo que quieren. Pienso, por el contrario, que hay músicos que no saben lo que quieren y hay canciones que se están haciendo por gusto, porque no llegan a darse a conocer y se van olvidando.
Sí, incluso creo que en ocasiones los plásticos tienen tan claro hacia dónde van que se olvidan un poco cómo ir. El concepto, la intención, va más alante que el mecanismo estético que puede permitir expresarla. Pero me alejo del tema... Tienes razón: La Trova tuvo su momento de oro cuando, además, le era más fácil comunicarse: sólo con una guitarra en un parque, en una casa...
Claro. El fenómeno se nos ha vuelto mucho más complejo. Lo mismo le ocurre a los teatristas y a otros. Los plásticos, sin dudas, están creando la expectativa mayor, muy válida dentro y fuera de Cuba.
Toda generación trae consigo sus propios triunfos y fracasos. A esta altura ¿cuáles tú crees que sean unos y otros en la tuya?
Creo que hemos tenido algunos triunfos en el campo de la comunicación. Hay propuestas que han sido bien entendidas. Hay otras que no. En cuanto a fracasos te podría hablar de la música que es de lo que más conozco. Es que esta
generación es muy compleja ¿Sabes?
¿Por qué?
No me considero un brujo ni Nostradamus para predecir... porque hay en esta generación un rango de edades que no son siempre la mía. Fracasos que hemos tenido como músicos son el resultado de incomprensiones institucionales. Los más viejos opinan que si la generación de artistas anteriores a la nuestra pasó trabajo, nosotros estamos pasando el mismo o más que ellos: Eso es un fracaso, que continúen cometiéndose los mismos errores con nosotros es un fracaso. El caos del mecanismo ha ayudado a desunirnos, a que cada cual resuelva su vida a su manera y que se busque sus contactos, se busque donde grabar, con quien
trabajar y con quien comunicarse. Porque el público está allí y lo que uno no puede hacer es dejar de buscar vías para llegar a él. Eso incluye incomprensiones acerca de determinados temas por parte de programadores y productores de radio y televisión, quienes deciden cuál canción pasan y cuál no: ¿Y qué derecho tiene esa persona de impedir que una obra se dé a conocer, a determinar que nunca llegue al público? Yo puedo reventar el Carlos Marx tres noches y sigo siendo un aficionado, ¿comprendes? Y aunque no trabajo por dinero, es triste que mi trabajo no merezca un mínimo de respeto y gane 138 pesos. Pero sigo haciendo canciones y no por eso voy a dejar de hacerlas nunca...
Asumeme de una vez, que yo soy de aquí, sigo saliendo y sigo regresando. Y si algo nos hace más revolucionarios, más consecuentes, incluso fuera de Cuba donde la situación es tan compleja, donde esperan que un cubanito que sale, va a hablar horrores de su país, es que se tropiecen con que ocurre todo lo contrario: pero todo lo contrario con la verdad en la mano, con un nivel de sinceridad imprescindible, porque no vivo en un país perfecto, y no intento engañar a nadie. Hay quien piensa que porque uno canta algunas cosas es un "cubanito de Miami", y no: uno es un cubanito de Cuba, y eso es lo que más le jode a los señores que están viendo que dentro de su propio país hay jóvenes interesados en renovar desde una óptica educada por quienes hicieron esta Revolución.
A tú juicio, ¿en eso reside el papel histórico que les toca a ustedes?
Esta es una generación que quiere defender a este país, que quiere echar para alante pero con la verdad. También la verdad hay que aprenderla a decir, porque hay oportunistas de los dos bandos: gente que quieren decir que todo está bien para proteger lo que ha conseguido, y hay oportunistas que dicen que todo está mal, para buscarse un público que aclame su valentía... El papel mío, mi papel personal, es el de llegar a la comunicación y a la belleza como tiene que ser: con la verdad, como me han educado.
¡ANDANDO!