Quien te ama ¿te da su contraseña?

Saimi Reyes Carmona
3 min readMay 19, 2019

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Ilustración: Randdy Fundora.

Desde hace dos meses son novios. Se quieren, se llevan bien, hacen las tareas juntos.

Todo sería perfecto si no fuera porque lo que a ella antes le parecía romántico, ahora ya no le gusta. Al principio no le veía nada de malo, pero a estas alturas, hasta su mamá está preocupada; dice que ese muchachito la quiere controlar.

Desde casi el comienzo de la relación él insistió en tener la contraseña de su celular. El móvil de la muchacha era más nuevo y tenía aplicaciones que en el Nokia del novio no podían funcionar. Ella le habilitó el acceso por huella digital, no faltaba más.

Los problemas empezaron después, cuando lo descubrió leyendo sus mensajes o preguntándole por cosas que estaba segura no le había contado, y hasta consultando su saldo para ver si había estado llamando o enviando mensajes en su ausencia.

Ella pensaba que los celos eran una cosa romántica, hasta que todos a su alrededor empezaron a señalarle que algo iba mal, y eso la avergonzaba.

El colmo había sido el comportamiento de la última semana. Todos los días él, al irse, la llamaba en el camino a su casa porque le habían recargado su saldo del exterior, pero, sobre todo, empezó a reclamarle que ella se comunicaba con otros en cuanto se separaban.

Esta situación no es ficticia. Cada día son más los casos de adolescentes que ejercen relaciones de control. Las parejas han empezado a violar la privacidad de cada cual en casos de ciberacoso, un tipo de violencia del que no siempre somos conscientes, pero en el que hay que detenerse.

Si bien el ciberacoso parece más bien relacionado con intimidación ejercida a través de medios tecnológicos o digitales, ejemplos como este también puede ser considerados como tal.

Se sabe que en Cuba cada día es mayor el número de adolescentes que acceden a las nuevas tecnologías, y gracias a estas conforman comunidades y redes. Dichas relaciones pueden permitir un mayor nivel de control entre los miembros de parejas jóvenes.

Hace poco aconteció en Ciego de Ávila el 3er. Encuentro Nacional de Investigadores “Violencia de género y juventudes”. En este, los invitados mencionaron que cada día son más los que piden como muestra de amor el pin del teléfono o la contraseña de Facebook.

Incluso, algunos jóvenes intercambian celulares durante días completos, como prueba de que no tienen nada que ocultar. Esto denota que el control no es solamente asimétrico, sino también mutuo.

Usurpar o reclamar contraseñas, responder mensajes que no están dirigidos a nosotros, llamar a cada momento con el fin de controlar, son ejemplos de violaciones graves de la intimidad.

Se trata de comportamientos violentos que, por silenciosos o diferentes, pueden tardar en ser descubiertos. Esto, a la larga, aumenta su peligrosidad.

¿Cómo evitarlos? Esto no es posible hasta que la víctima note que sus derechos están siendo violentados. Para aquellos que atraviesan sus primeras relaciones de pareja, siempre será todo más complicado. Sin embargo, si somos conscientes, es más difícil intimidarnos.

La privacidad y el amor pueden convivir, respeto nunca ha sido antónimo de cariño. De todas maneras, es sabido que las mejores historias de amor se basan en la confianza.

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