No estamos solos
Muchas veces, cuando empezamos a transitar por este hermoso camino y nos damos cuenta que no estamos solos, que hay muchos seres que nos ayudan y que están con nosotros en todo momento, nuestra perspectiva de vida cambia y en algunos casos nos empezamos a cuestionar si esto es cierto y si es así por que no los puedo ver.
Ese es nuestro gran problema, «si no lo vemos, no lo creemos». Entonces negamos la existencia de lo que sea, dejamos de tener la inocencia de niños que somos.
Pero aunque nosotros no creamos que existen, ellos nos cuidan, nos ayudan y nos aman incondicionalmente, su amor es tan grande que están a nuestro disposición para cuando los necesitemos, solo tenemos que abrirnos y dejarlos entrar en nuestra vida.
No porque no los veamos no existen, incluso ellos nos han ayudado en situaciones que si pensamos bien, los hechos de esas situaciones prácticamente son milagros y no es porque nosotros hayamos resuelto estas situaciones bien, sino que realmente tuvimos una ayuda extra.
Yo en particular me acuerdo de una situación, en realidad me acuerdo de varias situaciones pero esta en particular fue bastante impactante. Una vez mientras retornaba de mi trabajo, el transito era normal para una hora en la cual todo salen de sus trabajo y retornan a sus hogares. Me acuerdo que delante venían un par de autos y más adelante, en el carril derecho, transitaba un camión. No era un camión muy grande, supongo que sería del tamaño de los camiones de reparto y justo adelante de ese camión, circulaba una moto. El auto que estaba delante rebasó a este camión, por lo cual yo aceleré para poder hacer lo mismo, pero en ese instante el camión decidió rebasar a la moto que circulaba frente suyo, y vi como el camión sé cambiaba a mi carril. El problema fue que venía a una velocidad mucho menor de la cual yo venía, entonces atiné a frenar pero la distancia que teníamos uno de otro, no parecía ser mucha. Creí que me impactaba contra este camión, pero pasó todo lo contrario, logré frenar a tal punto que quedé a centímetros del mismo, lo cual fue un alivio pero, con muchos nervios, después de eso el camión pasó a la moto, volviendo al carril por el cual venía, y yo pude rebasar a este.
Tal vez te estarás preguntando, y que tiene que ver la existencia de seres con esta historia. Días después, mi novia, que también es mi compañera en este hermoso camino, me contó que en una sesión de reiki, había vuelto a vivir la situación anterior, pero con la diferencia de que vio como un ser de luz se interponía entre nuestro auto y el camión, logrando evitar una posible tragedia.
Entonces, ese tipo de cosas te hacen comenzar a creer más en ellos y dejar de cuestionar su existencia porque no los vemos. Incluso si nos ponemos a pensar, a diario estamos en contacto con seres de luz y de otros planetas, porque todos nosotros somos seres de luz, viviendo una experiencia en un cuerpo físico. En otras ocasiones seres más sutiles se encarnan en este mundo por un lapso muy corto para poder ayudarnos pero no logramos darnos cuenta. Tal vez puede ser una persona que nos cruzamos y nos dice unas palabras, tal vez se encarna en un animal que nos muestra un camino, pero ellos están ahí, si no los vemos en sus formas reales, es porque nuestros ojos o nuestra comprensión todavía no está preparada para poder verlos. Cuando la conciencia está pronta para ver, nuestros ojos ven.
Pero no dejemos de creer en ellos, dejemos que ellos nos ayuden, tengámoslos presente en nuestro día a día, porque ellos están y respetan nuestro libre albedrío y si nosotros no hablamos con ellos y les decimos que queremos que entren en nuestras vidas o que queremos que nos ayuden, ellos se van a quedar esperando hasta que nosotros se lo pidamos.
Van a ver que se van a sorprender de las cosas increíbles que suceden cuando crees en ellos y no es necesario que hagas rituales ni cosas raras. Simplemente háblales, como si les hablaras a un amigo, a un hermano y ellos a su forma, te van a hacer llegar la respuesta.
Como siempre les digo, agradezco por tomarte unos minutos y leer estos humildes textos, que realmente son escritos del corazón y si los estás leyendo es porque de alguna forma u otra, tenías que estar aquí en este momento. Muchas gracias.
