Pintemos nuestra Vida

Nicolas Suarez
Somos Luz
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6 min readNov 14, 2017
Photo by David Clode on Unsplash

En la vida tenemos muchas ideas locas, algunas las dejamos pasar como una simple idea loca o por que simplemente no confiamos en que esa idea se pueda llevar a cabo.

Pero en otros casos escuchamos esas locas ideas que naces desde nuestro interior, tal vez por que estamos preparados, tal vez por que es el momento correcto o simplemente por que queremos probarnos a nosotros mismos. Sin importar cual sea la causa, decidimos emprender un nuevo viaje.

Un viaje que nos va a poner a prueba en cada momento, un viaje que nos va a exprimir hasta la ultima gota para que demos lo mejor de nosotros mismos.

En este caso, mi loca idea apareció en mi mente por arte de magia, sin previo aviso, sin antelación, simplemente se presentó y las palabras fueron “Pintar en Acuarelas”.

¡PINTAR EN ACUARELAS! nunca se me hubiera pasado por la cabeza antes y ni siquiera, tenia una básica de como pintar (técnicas, etc), pero como me había gustado la idea, comencé a ver videos en youtube de como otros pintaban, que papeles usaban y distintos pinceles.

Entonces como apareció la idea de pintar también apareció la primera idea de lo que tenia que pintar.

Esa idea se me manifestaba a cada rato, lo dibujaba en trocitos de hojas, en todas partes, entonces un día decidido, pasé por una papelería y compre las hojas que recomendaban usar para pintar, compre un par de pinceles tubitos de acuarelas y después de unos días de tener todos los materiales, me decidí a pintar.

Comencé aplicando algunas técnicas que había visto en los videos, mojado sobre mojado metiendo colores, pero los resultados, no eran los que yo estaba esperando, entonces, sin rendirme con lo que ya tenia pintado, seguía adelante. Pero me sentía duro, con miedo a equivocarme, con miedo a no poder, con miedo a estar perdiendo el tiempo y tal ves solo era una loca idea y realmente yo no lograría pintar eso que me estaba imaginando.

Hasta que de un momento a otro, decidí soltar todo ese peso, toda esa carga y simplemente dejarme fluir; Si sentía que tenia que poner un color, lo ponía, si sentía que tenia que mover el pincel para todos lados lo hacía, hasta que comencé a disfrutar de lo que estaba haciendo logrando culminar con la primera pintura.

Vehículo de luz (Merkaba) — Mi primer Pintura

Una vez terminada está, comencé a pensar que otra cosa podía pintar, pero no se me ocurría nada, no fue un mes después que otra idea, me llego a la cabeza, pero está seria diferente, seria un paisaje, seria un paisaje al estilo atardecer, pero con una luz de energía en su centro.

Entonces comencé a pintar nuevamente, pero está vez con una experiencia adquirida de la pintura anterior y así me deje fluir. Pintaba de a ratos, a veces a la pasada, algunos momentos con una idea muy clara, otras no tanto, hasta que en el correr de una semana, la segunda pintura ya estaba terminada.

Y nuevamente me quedaba en blanco, sin saber que pintar, sin ninguna idea que me convenciera. Pero está vez sin mucho descanso apareció una nueva idea que debía pintar, pero con esta nueva pintura otra idea venia atada a ella la cual “Cada pintura estaba dirigida a una persona, por lo cual una vez terminada la serie de doce pinturas, debía de enmarcarla y regalar las pinturas”.

Obviamente sabia a quien estaba dirigida la pintura, pero no sabia cual serian las próximas pinturas y mucho menos a quien se las tendría que dar.

Sin pensar mucho pinte la tercer pintura y así semana a semana fueron surgiendo pinturas nuevas, algunas venían como imágenes en mi cabeza, otra en letras de canciones, algunas en el mismo momento de pintar, incluso cuando las ideas no llegaban, aparecía la persona a la que le daría la pintura y nombraba cual seria su pintura, realmente fueron semanas de éxtasis, semanas que cuando terminaba de pintar una ya estaba alerta y receptivo esperando la próxima.

Pero esto no quedaría ahí, mientras pintaba la penúltima pintura, me surgió otra idea muy loca, está idea era que “Una de mis pinturas se debería ira a Capilla del Monte, Córdoba, Argentina” la cual yo tenia un viaje planificado.

En ese mismo momento comencé a pensar cual pintura podría ser la que tendría que llevar a Capilla del Monte, la cual opte por llevar la misma pintura que estaba haciendo cuando me llego la idea.

Pero la gran interrogante era ¿a quien se la debería de dar?.

Una vez que termine las doce pinturas y me propuse enmarcar, lo cual opte por enmarcar en primera instancia a la pintura que debía de llevarme en el viaje, ya que no tenia mucho tiempo y el viaje estaba a un par de semanas.

Unas semanas antes del viaje, otra loca idea, me dijo que “podía ser que el dueño de la pintura estaría en el hotel al cual me iba a hospedar, pero que iba a sentir a quien seria la persona correcta”.

Llego el día, llegamos hotel, lleve la pintura a mi habitación, pero sin ningún indicio de quien podría ser, tal vez algunas sospechas pero nada confirmado.

Y así fueron pasando los días, algunos que me acompañaban en el viaje y sabían que tenia que entregar esa pintura, me preguntaban si ya sabia y to les respondía que no, que todavía no tenia nada claro.

Hasta una mañana en la cual mientras me lavaba los dientes, una serie de pensamientos se unían con otros. La noche anterior había escuchado hablar a la dueña del hotel que estaban pensando abrir un espacio de meditación en el mismo hotel, en ese mismo instante relacione que en la pintura había una persona meditando, la cual tenia todo el sentido del mundo que a la que tenia que darle la pintura era a los dueños del hotel.

Entonces eso hice, los llamamos, les explicamos como habíamos llegado a la conclusión de la pintura, de todo el proceso el cual fui transitando y por que esa pintura tenia que ser de ellos, lo cual en el momento que ellos vieron la pintura, se les llenaron los ojos de lágrimas, realmente un momento inolvidable por que esa pintura que venia de otro país, que no conocía la existencia de dicho proyecto, esa pintura transmitía, la esencia inclusive los colores del centro de meditación que ellos querían poner en el hotel. Lo cual para mí fue una explosión de felicidad, y de muchos sentimientos extraños, por que como desde una simple y pequeña idea termino en algo mucho mayor, que fue a parar a una pared de un centro de meditación.

Realmente muy loco, pero no solo es las emociones vividas, sino lo que eh aprendido en todo este proceso de pintar.

Aprendí que los errores no son errores, simplemente son parte del proceso que hace que la pintura tome el sentido que debía de tener; Y lo mismo con la vida muchas veces creemos que nos equivocamos en tomar decisiones o que las decisiones tomadas no son las correctas, pero si lo son, cada decisión que tomamos, cada camino que elegimos es el correcto, solo debemos dejarnos fluir para poder llegar al final y ver que esa mala decisión, ese camino empedrado, termino siendo algo hermosísimo, algo que en aquel momento no te lo podrías imaginar, que ni siquiera se te pasaba por tu cabeza.

Simplemente dejate fluir y pintemos paso a paso cada momento y que cada día nos podamos levantar para poder pintar un nuevo lienzo.

Hoy en día cada vez que doy una pintura y recibo un abrazo a cambio es algo muy gratificante, que llena el alma que nutre y te motiva a seguir. En este momento estoy comenzando una nueva serie de doce pinturas, pero con mucha experiencia adquirida de las doce anteriores, y sabiendo que cada pintura es entregada a su dueño en el momento preciso ya que la pintura sera entregada cuando su dueño este listo para recibirla.

Desde el fondo de mi corazón, muchas gracias por leer este texto, que es parte de mi vida y la comparto ya que tal ves otros puedan comenzar a pintar sus vidas, tal ves con la música o con alguna otra cosa, quien sabe el ser humano es capas de cosas tan increíbles si lo hace desde el corazón.

Muchas Gracias.

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Nicolas Suarez
Somos Luz

Todo lo que necesitamos esta en nosotros, démonos la oportunidad de navegar en nuestro interior, simplemente escúchate.