Somos perfectos

Nicolas Suarez
Somos Luz
Published in
4 min readJan 24, 2017

Llega un momento en la vida en el que nos planteamos comenzar un camino «espiritual», el cual creemos estar comenzando pero realmente el camino lo venimos transitando desde que nacemos. Inclusive desde muchas vidas pasadas ya venimos transitando por este camino, que por varios motivos no logramos culminar. Pero cuando creemos «comenzar» este camino no conocemos esta información, no sabemos nada, apenas alguna información, que escuchamos o leímos en algún lado.

Entonces nos decimos a nosotros mismos: «Voy a ser “espiritual”, voy a meditar todos los días, me voy a levantar temprano por que leí, que si meditas por la mañana es mejor».

Al primer día, nos despertamos bien temprano, prendemos unos inciensos, nos sentamos en posición del loto (nos cuesta un montón, nos duelen las piernas, pero nos da igual), habíamos visto en una imagen que apoyaban las manos en las rodillas y que los dedos se tocaban, entonces nosotros hacemos lo mismo (no tenemos ni idea para qué es pero suponemos que nos va a ayudar), nos ponemos música relajante y llegó el momento, cerramos los ojos y… ¿Ahora qué?

Nos quedamos en silencio y después de cinco minutos, abrimos los ojos. Entonces felices de la vida ya nos transformamos en Buda, y al día siguiente hacemos lo mismo, aunque ya nos cuesta levantarnos, y al otro y al otro; pero pasan cuatro días y al quinto, estábamos cansados porque el día anterior nos dormimos tarde, entonces ya no nos levantamos temprano por lo cual no meditamos.

«Bueno, un día no hace la diferencia» —eso nos decimos.

Y así vamos encontrando excusas y se nos cae la idea de iluminación que teníamos. Tal vez pasan dos o tres meses y retomamos, tal vez porque estábamos estresados y eso nos logra relajar.

Pasan los años y seguimos en la misma rosca, experimentando, probando cosas que creemos que nos pueden ayudar, en una de esas podemos salir volando.

Pero llega un momento, una situación, una circunstancia en el cual hacemos un clic y empezamos a comprender, a recordar, darnos cuenta de todo lo que habíamos hecho hasta ahora fue para llegar hasta este momento, en el cual nos damos cuenta la belleza que hay en el mundo y que lo más importante que tenemos que trabajar está en nuestro interior.

Vamos aprendiendo y cerrando cabos de situaciones que nos habían quedado inconclusas, comenzamos a encontrarnos con personas que nos enseñan mucho. En algunas circunstancias nos encontramos nosotros explicando y ayudando a otros.

Pero nada se compara cuando logras vibrar en frecuencias altas y sentir que tu cuerpo se agranda o se achica, o cambios tan extraños de explicar que no hay palabras que representen eso.

En este mismo instante nos damos cuenta que cada circunstancia de la vida, cada persona que se nos acerca es por algo; o porque tenemos que aprender de esas situaciones o de esas personas, incluso capas que tenemos que nosotros enseñar a otros.

Cada experiencia de vida es perfecta, no tiene ningún cabo suelto, el mundo es perfecto, si experimentamos distintos tipo de cosas es por algún motivo, incluso, si somos propensos a la violencia, aunque parezca duro es porque así debe ser, tal vez en esta vida tendremos que aprender de estas situaciones.

A medida que seamos más los que estemos despertando y yendo por un camino más consciente, el mundo va a mejorar, van a dejar de haber diferencias de raza y de género, porque en nuestra esencia, todos somos luz.

Todos somos seres perfectos, aunque pensemos que no. Nuestra experiencia en nuestro cuerpo físico es única y aprendemos de ésta. Tal vez nacemos sin nada o a lo contrario, nacemos con todo, pero es seguro que el universo tiene un porque para cada caso.

Seamos felices con lo que tenemos, aprendamos a disfrutar de la vida que es hermosa, no envidiemos a los demás porque tengan un auto de última generación o tengan el último celular; si nosotros no lo tenemos es porque no lo necesitamos, no necesitamos acumular cosas que no valen la pena.

Liberémonos de todas esas viejas creencias, de todas esas represiones que tenemos y simplemente seamos felices, porque todo lo que necesitamos lo tenemos. No necesitamos más.

Y es cuando nos sacamos el velo que nos han inculcado, entonces nos damos cuenta que desde hace muchos y muchos millares de años venimos recorriendo nuestro camino y que todavía sigue y que tal vez te encontraste con este texto para que te pueda ayudar, o para que puedas a ayudar a otra persona, nada pasa por casualidad, no existen las casualidades, todo tiene un por qué y una razón de ser así, aunque nos cueste admitir es así.

Les agradezco de todo corazón por tomarte estos minutos, leer estas palabras; si estás aquí ahora es por algo y no lo cuestiones, simplemente fluye. Muchas gracias.

--

--

Nicolas Suarez
Somos Luz

Todo lo que necesitamos esta en nosotros, démonos la oportunidad de navegar en nuestro interior, simplemente escúchate.