Ojos que no ven… No muerde!
Por Tecleando Apuntes
Como los años no llegan solos, a la tía Marujita se le ha ido perdiendo la calidad de la visión, sus ojitos ya no son como antes, sobre todo ver de lejos le queda duro y entonces ahora usa gafas de esas culo de botella.
En una época Marujita estuvo trabajando con una marca de productos de belleza, haciéndoles promoción y vendiendo sus productos. En ese trabajo le resulto otro trabajo por los lados, no solo vendiendo pero también recibiendo los pedidos al por mayor y repartiéndolos a otras vendedoras de la región. Mas o menos como una distribuidora, pero solo para esa marca.
Un día se va Marujita con el esposo a hacer el recorrido para repartir los encargos. Llegan a una casa de esas de 2 pisos y con escalas a la puerta. Marujita se baja del carro, ve a la señora asomada en la ventana, saca las cajas y espera a que le abran la puerta para recibirle.
A continuación se da la siguiente conversación:
-Marujita: Señora, buenas tardes, le traigo el pedido.
(Nadie contesta, ni abren la puerta)
Marujita: (levantando un poco más la voz). Buenas señora por favor abra, que le llego el pedido de la “marca x”.
(Otra vez nada, no contestan, no abren)
Marujita va al otro lado del carro, se asoma por la ventana del carro y le dice al esposo “Mira que esa señora no me quiere abrir, y esta ahí asomada en la ventana, pero no me quiere abrir. Bájate tu a ver”
El esposo se baja, y mira a la ventana y en ese momento le dice: “Marujita, nos tenemos que ir a hacer cita con un oculista, el que esta asomado en la ventana es un perro”
Mi tía me va a meter un puño!
“Señora, señora, tenga la bondad y me recibe el pedido”
