El impacto de la (falta de) inteligencia emocional en el ambiente laboral

El campeonato mundial de fútbol logrado en Francia 98 es un hito del fútbol argentino. Desde los cuartos de final contra Holanda, pasando por la semifinal con Brasil (a la que el mundo denominó como “la final anticipada”) hasta la esperada final contra el local, el equipo mostró un gran nivel futbolístico, liderado por su número 10, Ariel Ortega. Argentina fue un merecido campeón.

Claro que nada de eso pasó, Argentina perdió con Holanda 2–1 en cuartos de final, y su sueño del tricampeonato quedó en nada.

Argentina tenía un gran equipo, con argumentos de peso para aspirar a llegar a la final. Pero todo quedó trunco a diez minutos del final del partido con Holanda. Ariel Ortega fue expulsado, Argentina se quedó con 10 jugadores y Holanda metió el segundo gol a pocos minutos de la finalización del partido.

¿Por qué fue expulsado Ortega? Las estadísticas dirán que fue por una agresión al arquero, pero la razón principal fue porque le faltó inteligencia emocional. Ortega se tiró en el área contraria, pero el árbitro no cobró penal. Frustrado y enojado, Ortega se levantó y le pegó un cabezazo al arquero. Su reacción 100% emocional dejó a todo un equipo (y a un país atrás) fuera del mundial. Años después Ortega dijo que nunca logró superar lo que pasó, que sigue pensando en esa jugada, que le gustaría poder volver el tiempo atrás y actuar de otra manera. Ortega fue un futbolista exitoso, pero ese segundo de reacción emocional lo privó tal vez de ser el mejor del mundial.

Está claro que los que trabajamos en IT no estamos jugando un mundial, pero igualmente la falta de inteligencia emocional puede también afectar en forma negativa, y mucho, nuestro desarrollo profesional.

¿Qué es la inteligencia emocional?

Daniel Goleman(*) la define como “la habilidad de reconocer sentimientos propios y ajenos, y saber gestionarlos”. Nuestro cerebro maneja los sentimientos en un área (el cerebro límbico) y la racionalidad en otro (el neocórtex). Una persona con una inteligencia emocional desarrollada es aquella que puede balancear ambas áreas en forma equilibrada, para que ninguna predomine sobre la otra. Alguien 100% reactivo, que no controla sus emociones y reacciona sin medir consecuencias, es alguien que va a encontrar muchos inconvenientes de relacionamiento con otros. Alguien 100% racional tampoco va a poder hacerlo mucho mejor. Pero hay una trampa. El cerebro emocional se activa instantes antes que el racional, así que ante situaciones emocionales, una persona con alta inteligencia emocional le da tiempo al racional a ponerse en actividad, de manera que nuestras acciones no estén comandadas 100% por nuestro cerebro emocional.

Desarrollar nuestra inteligencia emocional no es una tarea fácil. Hay mucho escrito sobre el tema: para resumir podemos decir que consiste en ser conscientes de nuestras emociones y no permitir que nos controlen. No podemos evitar lo que sentimos, pero sí podemos controlar cómo actuamos. Y no alcanza con conocer el concepto y decir “listo, de ahora en adelante no voy a reaccionar emocionalmente”. Es un ejercicio constante, de fácil comprensión pero difícil incorporar en forma permanente.

Alfredo Yañez, un actor mexicano, le pegó un cachetazo a un periodista durante una entrevista en 2017, molesto por una pregunta incómoda. Su reacción 100% emocional, captada por las cámaras de tv, recorrieron el país. Lo más interesante es que, minutos antes del incidente, había dado una nota a otro periodista en donde decía que, ante preguntas incómodas o personales del periodismo, “los actores tenemos que adaptarnos a eso y saber cómo contestar, qué es lo que queremos decir y qué es lo que no queremos decir”. Yañez tenía claro cómo debería comportarse, pero al enfrentarse a la situación, no lo pudo hacer en forma racional. Sus emociones tomaron el control. En conclusión, aunque hagamos el ejercicio consciente de la necesidad de canalizar nuestra emociones, en los momentos emotivos podemos perder el control, o mejor dicho, podemos delegarlo completamente a nuestro cerebro emocional.

Inteligencia emocional en el trabajo

Volviendo al ambiente laboral de un profesional de IT, la inteligencia emocional está presente constantemente: cuando interactuamos con compañeros, clientes, directivos o colaboradores, las emociones son parte constante de estas interacciones. Manejarlas en forma balanceada, criteriosa y profesional es un skill a desarrollar como cualquier otro.

Contrario a lo que suele creerse, no es necesario sólo para posiciones de liderazgo, sino para cualquier rol que uno cubra. No hacerlo muy probablemente nos perjudique eventualmente en alguna situación mal manejada, y lo que venimos construyendo en años se puede destruir en un instante.

Del lado de las organizaciones, es necesario que se incluya esta temática en la agenda de training, que se haga un seguimiento de la evolución de cada persona y que forme parte de los puntos a analizar en las evaluaciones de performance. Organizaciones cuyos miembros tengan un desarrollo constante de su inteligencia emocional contarán con una ventaja competitiva que se verá reflejada no solo en la calidad de su servicio y la relación con sus clientes, sino también en una cultura interna que maneje en forma más eficiente las situaciones de conflicto.

A su vez, al momento de evaluar candidatos para ascensos o promociones, sus niveles de inteligencia emocional deben ser un factor de peso en la elección. A medida que se asumen posiciones de mayor responsabilidad, las consecuencias de las decisiones tomadas tienen mayor alcance, con lo que contar con un alto nivel de inteligencia emocional es fundamental.

Conclusión

Podemos desarrollar nuestra inteligencia emocional en el transcurso de toda nuestra vida. A medida que lo vayamos haciendo, no solo tendremos la capacidad de analizar nuestro manejo de emociones, sino también el de los demás. Poder ver la realidad a través de la inteligencia emocional nos dará un nuevo set de herramientas para comprender y evaluar nuestra realidad y la de quienes nos rodean de manera muy diferente.

Links:

Ariel Ortega cuenta lo ocurrido en el mundial

Alfredo Yañez agrede a un periodista

(*) Daniel Goleman es un psicólogo, periodista y escritor estadounidense. Adquirió fama mundial a partir de la publicación de su libro Emotional Intelligence (en español Inteligencia emocional) en 1995.

Juan Granillo Saizar — Sr. Delivery Manager @ Spark Digital