Apple lanza algo y todos nos lanzamos por la ventana
Como si no fuera suficiente ser pobre y no poder comprar nada.
Cuando Apple hace un anuncio de que pronto va a hacer un anuncio crea ese sentimiento de que tenemos que saber todo. Es la única empresa que lo hace. Es como cuando tu prima (la que siempre fue más putona de todas) queda embarazada justo después de divorciarse: Tienes que saber como ocurrió todo. Apple es esa prima y tú eres… Bueno, tú mismo, porque tu no puedes ser otro. No es físicamente posible a menos de que seas un actor, o el tipo de esa película que le corta la cara a la gente y la usa como máscara. ¡En fin! Estoy divagando un poco.
Apple ciertamente logra eso que ninguna otra empresa logra, que es volvernos adictos a saber sobre sus productos. Primero, si te acabas de comprar algún iPhone o algún aparato proveniente de ellos, tienes que saber que una vez que ellos anuncian que van a tener un evento, tu aparato pasa a valer potencialmente menos. Ya no da tanto “caché” tener un iPhone de la generación pasada porque te quedaste un año atrasado. Como si a ti te regalaran esa vaina. Entonces empieza esa odisea arrechísima de querer enseñárselo a todo el mundo, incluso, el día del evento, para que todo el mundo sepa de que tu eres un coño “a la moda”.
Luego Apple te obliga a esperar el Keynote, que es un evento aburridísimo que dura como 3 horas y en el que nunca revelan el producto en su totalidad. Siempre te enseñan como 4 vainitas, te hacen demostraciones en vivo (en las que uno siempre ruega que algo salga mal) y luego te dicen que va a valer lo mismo que vale tu teléfono cuando lo compraste… Si, lo mismo. Ni un dólar más ni un dólar menos! ¡Vale la misma verga! Como para restregarte que te están jodiendo con el nuevo producto. ¡Y siempre incluyen una función que sólo ese teléfono puede hacer, como la voz de Steve Jobs en SIRI o una vaina así.
El día de hoy lanzaron el Apple Watch y el iPhone 6 y 6 plus. Explíquenme: Un reloj en el momento en el que todo el mundo dejó de usar relojes porque lo que hacían era ver la pantalla de su smartphone. Y el iPhone 6, más grande que el iPhone 5S, igual de costoso y con básicamente las mismas funciones, y el iPhone 6 plus, al que sugiero de una vez la creación de un iBolsillo para poder guardar semejante pantalla tan grande cuyo destino será romperse en el bolsillo de atrás de una gorda con un jean apretado.
Pero lo quiero, lo quiero todo, porque soy débil de espíritu… Porque tengo debilidad por los objetos mostrados por Apple y puestos en un video de demostración con el fondo blanco dando vueltas. Porque soy fácil de cautivar y porque me gusta pensar que en un futuro voy a ser Robocop y voy a sacar la iPistola de mi iPierna para matar a los iChoros que vengan por mi Apple Watch y por mi iPhone.
¡Que arrecha debilidad!
