Los juguetes de tu vida

roberto bustamante
Starro tenía razón
10 min readNov 20, 2019

Ha salido una nueva temporada de Toys that made us, una serie de pequeños documentales sobre los principales juguetes de Estados Unidos (y Japón) y su influencia en muchos aspectos de la cultura pop norteamericana. Y bueno, de hecho nuestra propia cultura pop está muy muy influenciada por lo que ocurre en el norte. Con Luis Giancarlo Román ahora hablaremos de nuestros juguetes, los juguetes de nuestras vidas, los que tuvimos, los que no tuvimos y los que quisiéramos tener. Este es otro episodio de Starro Tenía Razón.

Starro, la figura de acción. Todos digan Awwwww.

Roberto Bustamante: Ok, retomemos Starro Tenía Razón. Supongo que ya viste Toys that made us. Un tema que me parece interesante de la serie es cómo mucha parte de la industria de la animación de los fatídicos ochenta se armó alrededor de la industria de los juguetes. Directamente, varios de estos dibujos fueron creados por el área de Marketing de Hasbro, Mattel, entre otros. Es más, el negocio redondo de Star Wars fue tanto por las entradas vendidas como por los juguetes que los chibolos compraban. Dicho esto, y para no caer en un rollo conspiranoico, ¿crees que la compra de esos juguetes afectaba el cerebro de los niños? ¿Mucha de la nostalgia actual sobre los “ochenta” no está marcada por esos juguetes? ¿Cuáles te parecieron los mejores o más avezados?

Luis Giancarlo Román: Llámame loco pero estoy 99.9% seguro que el raciocinio y conducta de la gente de nuestra generación está moldeado por las series y juguetes que nos compraron de pequeños. Ya sea la actitud “awesome dude!” de las Tortuninjas o el “girl power!” de las Spice Girls, los 90s fueron el pico del consumismo gringo. Y en una era en la que la mayoría de niños relativamente paraban solos en las tardes después del cole, pues personajes como el Capitán Cavernícola o las Gatimelódicas se convirtieron en una especie de tutores particulares. Ahora, lo que me parece super interesante (y que ignoraba hasta hace unos años) es que todas estas series que marcaron nuestra infancia vinieron en segundo plano. Primero llegaron los juguetes, y luego se desarrollaba la serie de TV como refuerzo de marketing para entrar con fuerza entre los niños. El caso más loco me pareció el de He-Man y cómo su tigre literalmente era más grande de lo normal porque era un saldo de otra línea de juguetes (con otro tamaño) que no se habían vendido. Simplemente lo pintaron de verde y voilá.

Ahora, si vamos a un nivel más personal, lo mío eran los G.I. Joes. Me encantaba la variedad de personajes y el diseño de los vehículos, pero sobre todo el hecho que tenían varios puntos de articulación. Esto era un factor decisivo y el motivo principal por el cual prefería G.I. Joes antes que muñecos de Star Wars o Tortugas Ninja. Los Joes podían doblar sus codos, rodillas y tenían ligas que unía su torso con sus piernas y que si se rompían, te quedabas con un Joe desmembrado. Esto te permitía desarrollar mejores “actuaciones” donde los G.I. Joes podían adquirir mejores posiciones y que para un nerd como yo que disfrutaba de crear historias y aventuras, pues tener muñecos con este tipo de flexibilidad era obligatorio. Y a los que se les rompía la liga… pues esos se convertían en las víctimas de explosiones imaginarias y los primeros que morían en las historias. ¿Qué hay de tí? ¿Cuáles marcaron tu chibolitud?

RB: Creo que no estás loco. Todas esas figuras han formado nuestro imaginario. Y bueno, ya no es descabellado hacer el amarre entre He-Man, la apuesta por la industria del plástico y los juguetes y la Guerra Fría. En ese sentido, Mattelart y Dorfman se quedaron cortos con su Para Leer a Donald Pato. Reagan que se bajó todas las regulaciones para la publicidad para niños (que está probado tienen efectos en ellos). Es bien interesante ese futuro que se fue esbozando. Y tenebroso. Un mundo poblado de muñecos supermusculosos guerreros y de muñecas hiperdelgadas que se maquillaban. Los ochenta.

Pero igual, un poco para salir de esa lógica sin escape, de allí también salieron todas estas narradoras nuevas, ¿no? Una cosa que me llamó la atención de Toys that made us, del episodio de My Little Pony, es que de ese mundo de caballitos de colores, surgió Lauren Faust (MLP: Friendship is Magic, DC Super Hero Girls). Digamos que no hay nada determinado. Tampoco lo había con los dibujos de Donald Duck hechos por Carl Barks.

Uh, los GI JoeA mi los muñecos que me gustaban eran los Transformers. Me parecían divertidísimos con todo eso de ser un carro, un tanque y luego convertirse en un robot. Y me gustó esa idea desde el Robot Reloj (mi reloj favorito de toda la vida) hasta los Constructicons. Y siempre soñé con que sea haga una película paja sobre los Transformers. Algún día, quién sabe.

Ahora, ¿qué juguete hubieras querido tener, pero no tuviste? ¿Cuál fue tu inalcanzable?

LGR: Jajaja, ¿Quieres saber cuál fue mi inalcanzable? El Talkboy. El aparato que Kevin McCallister usó en Mi Pobre Angelito 2 para engañar a todo el mundo. Para los que no sepan, el Talkboy era un grabador de voz / reproductor de cassettes común y ordinario que permitía que tu voz vaya leeeeenta o muymuyrápida, creando así la ilusión de diferentes voces. En la película era usado como un gran arma para despistar ladrones y distintas figuras de autoridad. Pero la realidad del asunto es que para todos los niños nacidos entre 1980 y 1985, Kevin McAllister era como Sean Connery. Intocable. Y el tener el Talkboy era la validación de que podíamos enfrentarnos a lo que sea.

Para cuando te quedes Home Alone.

Pero volviendo a lo mencionabas en cuanto a distintos animadores, mi teoría es que muchos crearon lo que crearon como una forma de reacción a lo que vieron en su infancia. Así como Spielberg y Lucas convirtieron su consumo infantil en algo interesante para nuevas generaciones en la forma de Indiana Jones, gente como Lauren Faust o Genndy Tartakovsky tomaron el elemento de cultura pop que más definió su infancia para plasmarlo en narrativas más evolucionadas y de mayor calidad visual. Ahora, es innegable que vivimos en la cultura del reciclaje y todo eventualmente vuelve. Los GI Joes fueron populares en los 60s y nuevamente en los 80s. Lo mismo con My Little Pony que explotó en los 80s y lo volvió a hacer en esta década. ¿Pero qué hay del ahora? ¿Dónde están las nuevas líneas de juguetes para niños? Tenemos líneas como Avengers y las L.O.L., pero me temo que hice un poco de investigación y el panorama es algo triste (al menos a primera vista). Entre el 2005 y 2015, los juguetes más populares fueron el iPod touch y una variedad de tablets, año tras año. Solo un año, un juguete distinto fue el más vendido. ¿Quieres saber cuál? La muñeca de Frozen. Así es, se necesitó de la película animada más exitosa en la historia de la humanidad para amarrar un juguete que pueda ganarle en ventas a un aparato tecnológico. ¿Consideras que hay una serie animada que sea fenómeno mundial y que soporte una línea de juguetes como lo hacían He-Man o MLP en los 80s? ¿O es algo que se ha perdido en la era del internet?

RB: Mi inalcanzable fue el Falcon Millenium. Un amigo del colegio lo tenía. ¡Era hermoso! ¡Era la nave más cool de la galaxia! ¡Y tenía los dos cañones superior e inferior y el juego de mesa! Sigue siendo la nave espacial más paja de todas. Siempre me llamó la atención el nivel de detalle de ese juguete. EL MEJOR DE TODOS.

No sé si se ha perdido. Creo que con esto de las superheroínas se ha abierto un mercado que antes no había. Y tienes más figuras de acción o muñecos de Rey de Star Wars, de Sabine, de Hera, de las DC Super Hero Girls. Es un win/win, porque por un lado tienes padres y madres más progres o menos conservadores, dispuestos a que comprar esos juguetes porque hay menos sesgos (u otro tipo de sesgos) y al mismo tiempo las empresas pueden vender más.

Sí, estamos en el mundo de los apps y los celulares. Los padres prefieren invertir en videojuegos que en juguetes. Igual, la pelea es entre Mattel y Lego. Lego la ha hecho muy bien expandiéndose al cine. Y tiene todo ese universo de series, desde las propias como Ninjago o Unikitty!, a los mashups como Lego Star Wars: Adventures of Freemakers. Lo otro es que ahora tenemos un empate interesante, porque los consumidores de animaciones/juguetes ochenteros tienen ahora capacidad adquisitiva. Igual, regresando a tu pregunta, es bien difícil que un dibujo animado se vuelva una tendencia mundial. Hay demasiadas cosas, una tras otra. No ha salido el dibujo animado de las LOL, ¿verdad? Pienso que incluso no es necesario, porque si quieres su “historia”, ahora la tienes en apps y sitios web. ¡Y no nos olvidemos de los adictivos videos de unboxing de juguetes! Los muchachos de las oficinas de marketing tienen más herramientas para jugar con las mentes de los niños. Ahora mi pregunta es, ¿qué juguete ochentero te pareció malísimo? ¿Cuál mejorarías?

Yo te digo uno. Los muñecos de Star Wars. Cuánto hubiera dado porque tuvieran esas articulaciones que tenían los G.I. Joe. Pero no, eran muñecos que solo movían los brazos adelante y atrás.

LGR: Uf, no se si entre en la categoría de “juguetes”, pero los videojuegos de Tiger me parecían la cosa más nefasta del mundo. Principalmente por el hecho que me engañaron innumerables veces. Veías uno y tanto el arte externo como el uso de personajes altamente reconocibles te vendían la ilusión de una gran tecnología. ¡Pero no! Lo que recibíamos a cambio de nuestros sueños eran supuestos gráficos que más que nada eran puntos negros que apenas se movían. Un desastre todo.

¿Sientes que sigue siendo igual de fácil engañar a los niños? Creo que cada vez es más difícil en la era del Internet y lo rápido en lo que las personas pueden leer si algo es bueno o no. En los 80s la teníamos difícil, ¿pero te imaginas los 50s? Los niños leían cómics y la publicidad literalmente les vendían lentes de Rayos X y fantasmas personales. Los niños tenían que juntar monedas, ponerlas en un sobre y esperar semanas a que algo les llegue. Y cuando (y si es que) algo les llegaba, eran lentes de cartón con una pluma en el medio y una bolsa de plástico que podías pintarle ojos y colgar de tu puerta. Todo mal, pero en cierto sentido… como que obligaba a que los niños usen más su imaginación, ¿no crees? ¿Crees que a medida todo pasa a las tablets y al YouTube, hay algo que se va perdiendo?

RB: Se me sale el académico de dentro y no hay nada que demuestre que más tiempo de pantalla le malogre la vida a un niño, salvo el sedentarismo. Pero al mismo tiempo siempre aconsejan que los niños tengan tiempo de aburrimiento para que se resuelvan. Yo creo que los niños siempre van a encontrar su camino, que siempre van a ver cómo divertirse y cómo crearse sus propias historias. Eso lo he visto en tantos lugares. Que hayan juguetes más diversos hoy en día solamente aumenta las posibilidades para esas nuevas narrativas. Tenemos una caja de arena más grande. Ojo que igual se decía antes, que la televisión atrofiaba la imaginación y de allí han salido todos estos narradores nuevos, como Hirsch, Faust, entre otros.

Lo que se va perdiendo, pero es más Lima que otros lados, es la calle. Los chibolos juegan más dentro de sus casas que en las calles. Pero ahora hay montón de historias que creo son más pajas que las de antes. Y juguetes más diversos. En ese sentido, pucha, yo no me pongo nostálgico. Y creo que la serie esta de Toys that made us un poco que confirma que no todo momento pasado fue mejor. ¡¿Cómo va a ser que dos patas hombres blancos cisgénero hicieron el piloto de My Little Pony?!

Que tengas más mujeres, y más diversidad en los staff de los equipos de jugueteros es un super avance.

Ya para cerrar, ¿qué juguete crees que veremos en el futuro? Ahora que estamos frente a un escenario apocalíptico de cambio climático, ¿veremos más juguetes de lata y de madera? ¿Cuál es tu predicción?

LGR: Siento que el futuro va hacia usar lo tecnológico y técnicas para aumentar la realidad. Imagino algún tipo de dibujo animado que involucre aviones o naves espaciales y una línea de juguetes que sean drones más intuitivos y fáciles de manejar para niños. O una especie de Google Glass donde puedas literalmente ver tu piso convertido en lava o tu sala transformada en una selva. Las posibilidades son infinitas. Ni qué decir de robots e inteligencia artificial. Los muñecos de tela y goma quizás vayan desapareciendo, pero la creatividad de los niños como bien lo dices, se adaptará a distintos planos y experiencias.

RB: ¡Niños y niñas con drones, qué puede salir mal!

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roberto bustamante
Starro tenía razón

Investigador en temas de cibercultura y literacidad digital. Solo opiniones personales. Más bio en http://www.bustamante.pe