Emprender es (más o menos) como surferar

Lux Cuéllar
Startup Studio MX
Published in
3 min readOct 2, 2017

Uno de los momentos más emocionantes en mi trabajo en Startup Studio es el día 1 del onboarding. El día que llegan los founders del nuevo batch a iniciar su aceleración con nosotros. Me gusta porque, aunque siempre sé qué hacen sus Startups, nunca sé quiénes y cómo son los founders. En la dinámica de Get to know each other que usualmente me toca dirigir me caigo de espaldas con las cosas no relacionadas con su startup que hacen los founders: un cantante de ópera, el líder de una comunidad poliamorosa, una cirujana de pechos, un pastor de iglesia, un beisbolista profesional…. Entonces, el día que me toca echarme un café con alguno de ellos, con cualquiera, las pláticas se ponen alucinantes.

El viernes pasado fue un día de esos, y me toco platicar con Raúl Ayala, co-founder de Privasee. Primero el pitch de ley: “La gente tiene derecho a la protección de su privacidad”, me dice, hablando de su startup. Pero luego empezamos a hablar de temas tan diversos como los hijos, la reencarnación, la definición de un líder y cómo hacerle para verse más joven.

Les juro que tengo un punto con este post.

En uno de los giros que dio nuestra conversación, Raúl hizo una analogía que me pareció espectacular y que planeo utilizar en algún curso de emprendimiento en el futuro. Hablando de los mercados, me dijo (parafraseo):

“No puedes surfear la ola cuando tú quieras. No te puedes subir antes ni después, aunque quieras. Te tienes que adaptar a la ola.”

Un tema recurrente en el emprendimiento startupero es el timing. Y la famosa frase de jueces de competencia de pitches: “Ya vas tarde.”

“Luego hay veces que ves mucha arena y crees que estás en una playa. Pero la realidad es que estás en un desierto.” Como cuando estás tan enamorado de tu producto que al final nadie quiere.

“Si resulta que estás en un desierto, puedes ponerte a construir una alberca de olas, a inventar un mercado, pero las mejores olas no se hacen en albercas.” Frase digna de un vinil en la pared de un cowork #inspiring.

También hablamos de que hay mercados con más potencial que otros. “Todas las playas tienen agua, Lux, pero no todas las playas hacen olas.” ¿Estás en un mercado que hace olas para surfear?

Finalmente, hablamos de la naturaleza de las grandes olas. “No sabes si vas montado en la mejor ola que va a haber. Nunca puedes saberlo.”

Lo cierto es que para saber si estás en una playa de olas, o en una alberca, o si tu startup tiene futuro o no, vas a tener que llenarte de arena. Vas a asolearte. Y el día que ya estés tostado de sol y traigas arena hasta en el… lado interior del codo, vas a tener mejor capacidad de juzgar las oportunidades.

Allí no acabó la conversación. Todavía hablamos sobre innovación, sobre el antropólogo vs el cross-polinator, sobre la mente de maquilador vs la mente de creador, sobre apegarte a tus convicciones vs lo que dicen los “detractores con currículum”… Y al final entendí que los founders no sólo son diversos en su vida privada, además tienen una comprensión única del proceso de emprender, con una profundidad y elasticidad que a veces los despega de las metodologías que nos rigen, a veces los acerca, a veces los sobrelapa y otras veces es algo tan distinto que se cuece en otro plano.

Takeaways: Encuentra las olas gigantes, aprende a surfearlas, asoléate y llénate de arena. Aprende de otros founders. A veces con rascar la superficie de su cerebro encuentras inspiración, explicaciones útiles, o al menos una buena excusa para ir a la playa.

--

--