Monitorización y control de accesos: convirtiendo retos en oportunidades

Reenfocar soluciones, añadir nuevas funcionalidades a productos y buscar nuevos nichos de mercado con el fin de adaptarse a la tan temida “nueva normalidad”.

En la segunda sesión de Virtual Digital Summit, organizada por Startup Valencia, en colaboración con BStartup de Banco Sabadell y GoHub, invitamos a cuatro de las startups referentes en soluciones para la monitorización y control de accesos: CASFID, Quodus, Daysk y Sobway.

El encuentro, moderado por Ángel Buigues, BStartup Advisor en Banco Sabadell, remarcó la importancia que han cobrado soluciones como las desarrolladas por estas startups en la forzosa adaptación a la nueva normalidad.

Una era creativa y muy retadora

El COVID-19 nos ha pillado de sorpresa a todos y, como vimos en el anterior encuentro de Virtual Digital Summit, la adaptación y flexibilidad han sido más importantes que nunca en estos últimos meses. Como bien dijo Ángel Buigues al inicio de la conversación, “es un momento creativo y muy retador en el que hay que estar abiertos a adaptarse” y en el que los retos deben verse como oportunidades. Y CASFID se lo ha tomado al pie de la letra.

Hablar de eventos, festivales y conciertos de más de 100.000 personas en plena pandemia mundial es impensable. Donde muchos vieron el fin del sector, Joaquín Costa y su equipo encontraron la oportunidad perfecta para reinventarse y abrirse a nuevos nichos de mercado. “Se han ido tomando decisiones conforme llegaba la información”, afirmaba el CEO y cofundador del Grupo CASFID quien nos habló durante la sesión sobre cómo han pasado de eventos en masa a conciertos, festivales y formaciones online.

Por su parte, Dasyk, Sobway y Quodus han jugado con el reenfoque de sus productos y servicios añadiendo un valor extra que cubre las necesidades actuales de sus clientes y buscando nuevos usuarios en mercados en los que antes era inviable entrar.

El componente urgencia

En cuestión de pocos meses, las cuatro startups invitadas se han convertido en empresas que proporcionan soluciones fundamentales a necesidades actuales de la sociedad. Presión, incertidumbre y rentabilidad son tres de las cuestiones que se trataron durante el debate lanzado por Ángel Buigues tras preguntarle a los invitados sobre los cambios que han notado en sus clientes.

Como afirmó Tom Corlett, CEO de Quodus, “the show must go on”. La presión está ahí; los clientes buscan soluciones y las quieren ya. El papel de los emprendedores en este caso es reinventarse y proporcionar a los usuarios herramientas que den solución a estas nuevas necesidades siempre teniendo en cuenta la rentabilidad de las mismas.

Además de la incertidumbre económica, Julen Parlier, CEO y cofundador de Daysk, añade otra desventaja de este componente de urgencia en el proceso de venta: el marco legal. Nos encontramos ante una situación desconocida para todos en la que las decisiones legales se van tomando poco a poco y lo que es lícito un día, deja de serlo la semana siguiente.

Esto, así lo afirmó Ignacio de Martín, CEO y cofundador de Sobaway, genera “clientes frustrados pero muy agradecidos” cuando las soluciones proporcionadas cumplen sus expectativas y entran dentro de la normativa.

Forzosa transformación digital

Para concluir el encuentro, Ángel Buigues quiso saber la opinión de cada uno de los invitados acerca de las soluciones más efectivas para las industrias y empresas más tradicionales. Todos ellos coincidieron: digitalización.

Ya lo llevamos viendo años atrás, sin embargo, el COVID-19 ha enfatizado aún más la urgente necesidad de digitalizar los sectores más tradicionales de nuestro país. La transformación digital ayuda a crear procesos más optimizados y más rentables que ayudan tanto en la eficiencia de la empresa como del trabajador.

Además de la automatización de procesos, el teletrabajo y la comunicación dentro de una empresa son cambios que han venido para quedarse. “El agobio y la ansiedad nos han permitido darnos cuenta de la importancia del tiempo y la relación con los demás” afirmó Julien Parlier.

En definitiva, hay que mirar el lado positivo a toda esta situación y es que, durante este proceso de reflexión hemos aprendido a apreciar la importancia del tiempo, las relaciones personales y la comunicación interna que generan un mejor y más eficiente ambiente laboral.

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