Tríptico de un desamor
Colección de poesía.
Suspiro Exangüe
Mi amor por ti duró lo mismo que un suspiro exangüe,
decidiste con otro irte y devaluar mi moneda. Al menos,
así lo pensé por un largo tiempo después de tu partida, que ni
partida fue; pues aún vives a un par de manzanas de donde te sigo escribiendo en vano estos nimios versos.
Sabiendo ya que ni tú
volverás a mis brazos, ni yo volveré a ser el mismo,
quedamente susurraré por vez última tu nombre, ese mismo que
exultante profería al verte.
No, no pienso volver y tú con él ya estás. No me pidas más cruel corazón, andas
como El Tártaro hecho.
Corazón exangüe, respirar exangüe, solsticio exangüe. Soltad
mi mano y dejadme caer libre,
al fuego eterno,
a las brasas,
a sus brazos,
¿los de ella?
Los de otra.
Reptando finalmente me hallo de repente frente al espejo, y
¿a quién veo? A quien dejaste en remplazo mío mientras yo allí no estaba, quien
al colmar tu corazón aún sin que así lo quisieras, lo hizo.
Y todo sucedió mientras no me daba cuenta, a la sombra de un ciprés, en
el solar de un terraplén, en un rosal enmarcado
de dolor que escuece.
Me derretiré entonces en estas cortas líneas, al ir a parar
bajo tierra por convicción propia, y en el
muladar de los sentimientos acabar. Todo solamente urdido por nadie más que yo, que
al pisar nuevamente el cielo, me encontraré
lejos de ti.
Por desgracia ya no lloro
I
¿Qué sucede?
He llegado a la conclusión
de que por desgracia ya no lloro;
es por ello que ahora me duelo de otras formas:
me clavo puñales de ideales
y teoremas perfectos,
en la tráquea.
Me hinco angulosos filos
de sublimes arquetipos,
en los ojos.
Recojo abrazos perdidos entre la bruma,
de gente que me quiso, me quiere o me querrá.
Y al final solo quedan los besos de portón,
junto a un par de sostenidas de mano
en vanos en vano.
II
Me defino:
soy sagaces haces de luz,
entre oleadas de niebla humana.
Soy destellos de armas que chocan entre sí,
dejando el remanente de casquillos.
Soy lo que otros hacen de mí,
mientras yo hago de mí,
lo que debería hacer de ellos.
Puedo pretender ser todo para alguien,
solo si primero soy la nada para mí.
Me confundo entre amador y amante,
y termino siendo ninguno.
III
¿Qué deseo?
Lo único que quiero ahora,
es tocar el firmamento;
aquel donde inscribí
con tinta de rosas azules,
la vida infinitesimal
por la que lento transito.
Es así como duermo la intranquilidad,
pareciendo un oxímoron de términos semejantes.
Y simplemente,
paseando por el lobby del hotel del existir,
llego a la conclusión…
…de que por desgracia ya no lloro.
Vivo entre Nostalgias e Ideales
El ayer y el mañana son mi eterno ahora.
— Yo
Vivo entre Nostalgias e Ideales:
dos nociones de tiempos opuestos;
mientras la una reina lo que queremos pensar que fue,
la otra domina lo que a fuerza se quiere que sea.
I: El reino del ayer.
Cuando oigo tu risa acompasada al sentir de mis pulsaciones por minuto,
lo único que puedo hacer
es recordarte.
Cuando veo tu enhiesta silueta desnuda que se desdibuja bajo mi tacto,
lo único que puedo hacer
es recordarla.
Cuando saboreo el suave dulzor de tus labios que otrora me sacaban suspiros,
lo único que puedo hacer
es recordarle.
Y cuando percibo aquel perfume tuyo de claveles rebanados con sutil sutileza,
lo único que puedo hacer
es recordarlo.
II: El reino del mañana.
Cuando oigo tus palabras de disgusto atravesándome transversalmente,
lo único que puedo hacer
es pensar que estas cambiarán.
Cuando veo tu expresión de desprecio ante mi mano acariciando tu rostro,
lo único que puedo hacer
es pensar que esta cambiará.
Cuando saboreo en el aire tus desaires ante mi amor poco real pero ideal,
lo único que puedo hacer
es pensar que estos cambiarán.
Y cuando percibo en el ambiente tu querer por alguien más que quien escribe,
lo único que puedo hacer
es pensar que esto cambiará.
III: ¿Y hoy?
Viví y viviré, pero hoy,
hoy escribo estas palabras;
solo para mañana, al leerlas,
poder volver a recordar
y volver a pensar.
Escribe Villalovos: seudónimo de Daniel Camilo Villalobos Arboleda, un escritor debutante de entre las letras de Cali. Es el autor del libro de relatos cortos Re; Cuentos para una sociedad que se cae a pedazos (2019; Villalovos Editores). Se interesa por temas de estilo, el amor y la crítica social. Actualmente estudia Licenciatura en Literatura y Lengua Castellana en la Universidad Icesi.
Ilustra Daniela Villegas: estudiante de Diseño de Comunicación Visual y Comunicación de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali. Amante del baile y la noche, ilustradora y tatuadora novata en técnica handpoked.
Suelo en Movimiento está en Instagram: @sueloenmovimiento y en Twitter: @suelomovimiento
