En tus ojos, la violencia
Colección de microcuentos y poemas sobre el tiempo perdido, el amor y los reencuentros en tiempos de pandemia.
En el inodoro
El ardor en su mano se volvía cada vez más insoportable. Reposó el mentón sobre la otra, recibiendo el celular en la ya afligida, y lo distrajo un instante la huella que dejó el codo en su pierna, mientras el día entero se le escurría por el desagüe.
Autocorrector mental
“Como están las cosas, ya no podemos saludarnos así”. Me lo dijo alguien que me encontré en un sueño, anoche. Había estirado mi brazo buscando un apretón de manos.
Ahora soy consciente de que en mis sueños soy capaz de desdoblarme, permaneciendo en la ambivalencia el error y el acierto sin conflicto alguno. Una bipolaridad en la contradicción, posible cuando duermo. ¿Y cuando estoy despierto?
Agosto 2020
Voy a tener que conseguir una cédula que comparta último dígito con la tuya. Jueves a las cinco de la tarde, en el supermercado que da a la avenida principal. Tenemos que llegar en un lapso de diez minutos o no vamos a poder estar adentro al mismo tiempo. Nos saludaremos al llegar al pasillo de los chocolates.
Nos quitaremos los tapabocas. Y es obvio que quiero besarte, pero no sé si haber imaginado tus besos en cada una de las noches de los últimos meses pueda contar como práctica… y la verdad es que ya no recuerdo muy bien cómo dar un beso. En mis sueños también aparecen tus dedos, tímidos y delgados, entrelazándose con los míos. Pero ahora me dan miedo los abrazos, y no sé si voy a soportar el calor de tus manos sobre mi espalda. No tengo forma de saber, de antemano, si tu piel sigue estando igual de suave que antes. La mía no recibe contacto humano desde que nos aislamos.
Entre conjeturas, hipótesis e ilusiones; imagino que la electricidad se transmite de tu cuerpo al mío. Sueño con poder tocarte. Pero ahí despierto, como si de un empujón me hubieran lanzado a un abismo. Nada más irreal que creer que conozco las fuerzas que se mueven cuando te tengo frente a mí.
Para la próxima clase… escriban
La tarea que le fue impuesta puso más de un problema adelante suyo. Sin duda el más complejo de ellos era escribir la primera frase, pero salió bien librado cuando tecleó, letra por letra: “Pa’ atrás solo pa’ coger impulso”, y se dejó caer sobre el trampolín.
Mi lugar
Yo soy el que lee lo que escribe el que vive las cosas que
Vos hacés cuando cambiás el mundo
Violencia¹
En tus ojos, la violencia
¿Cómo entenderte a través de ellos,
si son como un océano
en el que se multiplican las estrellas?
Vos miráme
¿Cómo creer que son finitos,
si te veo en el reflejo de los míos
rebotando en el reflejo de los tuyos al mirarme?
En tus manos, la violencia
¿Cómo negar el poder y la fuerza
de tus gestos y tus contactos,
tu sencillez imposible?
Abrazáme
¿Cómo saber que estoy despierto,
si en tu pecho descanso, cautivo
por tus brazos en la utopía del sueño más profundo?
Escribe Santiago Nieto Aristizábal: estudiante de música y comunicación en la Universidad Icesi, director de la plataforma editorial Suelo en Movimiento y escritor de cuentos y canciones.
Ilustra juan sebastian florian: estudiante de Diseño de la comunicación visual en la Universidad Javeriana Cali e ilustrador de cuentos.
Suelo en Movimiento está en Instagram: @sueloenmovimiento y en Twitter: @suelomovimiento
