Miel

Lesly Angel
Suelo en Movimiento
3 min readAug 16, 2020
Ilustración original por Camila Duque @Licorne_18 (Instagram)

Su presencia viene y va, siempre se aleja de mí justo antes de que logre descifrar su complejidad, siempre se me escapa entre los dedos, desvaneciéndose entre las brisas del alba.Puedo sentir los trazos que las yemas de sus dedos dibujan en mí, justo antes de que la somnolencia se sacuda y abandone mi pecho, dejándome así bajo los tenues y pigmentados rayos del sol que se reflejan en la ventana, sin opción alguna excepto salir lentamente de mi estupor, sola, mientras observo el letárgico baile de las luces. Está presente en la mayoría de mis golpes de inspiración, en los trazos sin sentido que le doy a mis agendas (aquellos que terminan luciendo mejor que los que planeo, sentada, con el único objetivo de traerlos a la vida). El fantasma de sus manos se posa junto a las mías en aquellos momentos en los que me permito la vulnerabilidad de escribir sin rumbo, de plasmar las emociones ocultas en lo más profundo de mi alma, sin dejar que las voces del pasado apaguen las llamas de mis intenciones.

Su imagen más clara, y a la vez la más difusa, se presenta en los momentos en los que me encuentro ensimismada. En aquellos momentos puedo ver su silueta rondando el mesón de la cocina, escabulléndose tras las escaleras con una risita traviesa, marcando fechas y dibujando garabatos en el almanaque de la sala, desapareciendo entre los espacios vacíos que quedan en mis edredones. Siento su dulzura en cada uno de los sorbos que le doy a mi taza de café, mientras me pierdo en un mar de ideas, de posibilidades. Me pierdo en cuartos llenos de plantas, de macetas y tazas, bañados en la luz tenue de las cinco de la tarde o de los pulsantes brillos de las luciérnagas. Me extravío en los escalofríos que causan las brisas, acompañantes fieles de la noche, me siento resguardada por la suave capa de herbaje que sostiene mi cuerpo, mientras las estrellas me arropan bajo su manto, mientras su presencia me abriga. Me desvanezco en la hipnotizante melodía de su voz, en el canto rítmico que les da a los poemas y en los marcados acentos que crea para diferenciar a los personajes de las novelas, en la meliflua armonía de sus arrullos, de sus tarareos, de sus risas.

Y cuando se disipa este ensueño quedo un poco aturdida, un poco fuera de ritmo, como si mi corazón se hubiera saltado un compás, y la melodía del mundo ya no tuviera sentido en los nuevos acordes que sigue mi cuerpo. El momento pasa, mi alma deja de vibrar en el espacio que le es dictado por el mundo, y, sin embargo, sus suaves melodías siguen presentes, como susurros en mi oído. Atesoro estos momentos y sensaciones en mi pecho, pues a pesar de llegar a plasmar solo fragmentos de todas las caóticas imágenes que llegan a mí, puedo decir que es lo más cercano a estar sumergido en miel. Sus tersas manos crean arte a partir de los desordenados trozos de mi alma, su almibarada voz crea los más absorbentes versos, el viento se siente casi somnoliento mientras acaricia mi tez, la luz toma tintes dorados mientras se derrama por los espacios entre los vidrios, y todo se encuentra sosegado, sumergido en miel.

Suelo en Movimiento está en Instagram: @sueloenmovimiento y en Twitter: @suelomovimiento

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