Agradecimientos:
A mi familia, por su apoyo cotidiano y por darme la fuerza que me mantiene viva.
A Santiago, Luisa, Daniel y Ana por regalarme de su vida, de su tiempo y de su intimidad para hacer esta tesis posible.
A mi tutora Viviam Unás, por creer en mí y seguirme el juego.
A Daniela Castellanos y a mis compañeras de Trabajo de Campo, por ser luz, compañía y cuidado.
A Enrique Jaramillo Buenaventura, por los cafés, por la guía, y por abrirme posibilidades.
A Santiago Barreiro y a Juan Camilo Martínez, por sus lecturas y comentarios.
A quienes en algún momento me iluminaron con sus ideas y ánimos.
A mí, por llegar hasta aquí sin huir en el intento.
Al COVID-19 o Coronavirus, porque a pesar del dolor, nos cambió el mundo y nos dejó otras formas para vivirlo.
A ti, querida lectora, querido lector, querido lecter, por darme la oportunidad de llegar hasta ti.