Alrededor de mi barrio. Parte III. 17 de mayo
Crisis de salud y crisis económica
Han pasado 9 semanas desde que comenzó mi cuarentena. En ese tiempo apenas he salido dos veces al supermercado, básicamente porque ahí se encuentra el cajero automático más cercano y, de paso, para comprar algunas de las cosas que no me pueden traer del mercado o de la tiendita.
Me entero de lo que pasa a través de mis contactos, de los periódicos en línea, de los comunicados del Gobierno Municipal a los comités de Colonos. Cada vez me convenzo más de que es preferible continuar en este estilo de vida, el cual no difiere mucho de mi vida en otros tiempos.
El gobierno del estado de Guanajuato tiene casi 30 años en manos de militantes del Partido Acción Nacional (PAN), tradicionalmente mucho más conservadores que los de otros partidos. El ejecutivo forma parte del grupo que ha decidido aplicar medidas propias, en cada una de esas entidades, frente al Covid-19, en lo que compete a la atención a los ciudadanos en materia de salud y en materia de educación. Desde la desaparición del Seguro Popular el gobernador de Guanajuato, Diego Sinhué Rodríguez Vallejo, decidió hacer frente a los compromisos de salud con los más desprotegidos, con recursos estatales, en un mensaje muy claro al pejidente de la república: No entregaré el sistema de salud a la Federación.
La situación hoy, 17 de mayo, se muestra en estas imágenes de la portada de Zona Franca, uno de los periódicos digitales regionales.
Sin seguir totalmente la tendencia nacional, las cifras de casos de contagio en la región no muestran un decremento consistente.
Una de las razones para que no haya un descenso sostenido está en las costumbres arraigadas en la sociedad local, cualquiera que sea el nivel social y económico.
Los supermachos, de Rius, ilustraban muy bien las costumbre de esta región. San Garabato de las Tunas reproduce en muy buena medida lo que ocurre en la región central del país conocida como “el Bajío”. Doña Eme y Don Lucas representan a la mayoría de los habitantes de estos pueblos y a muchos de los que navegan con bandera de intelectuales en esta zona. Su personaje principal, Juan Calzonzin, y las fuerzas vivas del pueblo, son descritas en este texto de Gerardo Ortega, para El Vigía:
“Juan Calzonzin fue nuestro guía en el recorrido por ese mundo de corrupción , opresión y abusos que mangoneaba el presidente municipal don Perpetuo del Rosal, apoyado por las fuerzas vivas, representadas por el cantinero gachupín Fiacro Franco, el burócrata sin conciencia don Gedeón Prieto, la bigotona beata Doña Eme, el burgués explotador don Plutarco, la frívola primera dama de San Garabato doña Pomposa y su inútil hija Enedina, y los policias animalescos “El Lechuzo” y “El Arsenio””.
El maestro, o alguna otra instancia que represente la esperanza de romper con el status quo, no está presente en ese cuadro. Las fuerzas vivas de cada ciudad deciden “en beneficio” de los pobladores los cuales, mayormente, no se interesan por la participación activa. Sigue siendo vigente en esta zona y en muchas de las regiones del país.
En la semana anterior el número de casos de contagio se incrementó porque las personas de las clases más populares y populosas, pero no solamente ellos, acudieron a comprar flores, regalos y pasteles para festejar a las madres, el 10 de mayo; celebraron reuniones en las casas de las madres y abuelas abnegadas que los esperaban gustosas y, para ello, se transportaron masivamente utilizando el transporte urbano, sin respetar protocolos.
Algunos curas siguieron oficiando misas presenciales, incluso sabiendo ya que estaban enfermos, como en el caso de la parroquia de San Pedro de los Hernández, relata Andrés Guardiola para Excelsior, lo que obligó a que las autoridades municipales acordonaran la zona, muy cerca de mi casa, e impusieran protocolos más estrictos los cuales, sin embargo, no son respetados, dice el Periódico Correo en su edición del lunes 11 de mayo. El punto de contagio, para mí, sería el supermercado (Walmart) que es el más cercano a ambas ubicaciones. Y no pienso pararme por ahí.
No es la única zona con ese tipo de casos, pero ha sido notoria por involucrar a la parroquia, la cual ha negado las notas de periódico y ha invitado a sus feligreses a ACUDIR a la notaria parroquial para recibir información.
Y en este pueblo, y en esa colonia (en realidad un rancho que quedó atrapado entre las colonias nuevas, a partir de 1990, más o menos), tiene más credibilidad el cura que la autoridad municipal.
Es lo cotidiano, otro de los periódicos digitales locales, enfoca otra parte de la realidad actual:
La actividad preponderante en León, particularmente, está en la industria zapatera. Desde las pequeñas picas (talleres pequeños que elabora zapatos de bajo costo), que están en declive desde hace ya algunos años, hasta las empresas grandes como Flexi, la multinacional más conocida, pasando por las tenerías y las que elaboran todo tipo de insumos para la fabricación y empaque de calzado, las zapaterías, y los outlets. Flexi cerró unas semanas, regresando a una actividad reducida, pero en gran número las empresas de este ramo están pasando por su peor momento en el último siglo. No es solamente la industria zapatera, por supuesto. El gobierno local ha puesto en marcha un programa de apoyos para las pequeñas y medianas empresas, con todo lo cual el impacto económico se observa ya entre los más desprotegidos, con empleos informales y desempleados. De los efectos totales sabremos cuando se haga el balance final. Y no parece que sea antes de septiembre.
Tenemos otras crisis, especialmente la de seguridad; las ejecuciones y los crímenes por diferentes motivos, no han parado. Pero a esa parece que ya estábamos habituados.
