COVID-19. Lo que se cuenta en mis redes. Parte II.

Crisis y crisis

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Lo que nos cuentan oficialmente no es, ni de lejos, la realidad.

“Entre informar toda la verdad y difundir sólo lo necesario para reducir el pánico, la administración de Andrés Manuel López Obrador ha elegido mantener en alto la moral para promover las medidas de sana distancia y no colapsar la infraestructura de salud, Hugo López-Gatell Ramírez, vocero de las medidas contra la pandemia, acepta en entrevista para The Economist”. En la entrevista completa se refirió a la crisis del AH1N1, en 2009. En la misma entrevista, López-Gatell reconoce que el número de contagios puede ser de 10 a 20 veces mayor de lo que se dice oficialmente; el subsecretario reconoce también que México le vendió a China las mascarillas que ahora intenta recomprar, como cita Vampipe en un tuit (en el que arroba a un López-Gatell fake).

De las preguntas y respuesta de la entrevista para The Economist.

López-Gatell no es consistente en su discurso porque trata de ser empático con unos y con otros mientras discurre, sin embargo tiene que ajustarse, una y otra vez, a las decisiones de quien lo puso en el cargo.

Relata Raymundo Riva Palacios que “Una parte de la crisis del AH1N1 en 2009 puede atribuírsele a él, quien como director general de Epidemiología de la Secretaría de Salud, no reaccionó con la velocidad que requería un brote de neumonía atípica durante marzo y principios de abril de ese año. Tampoco fue lo suficientemente capaz para aportar información correcta al entonces subsecretario, Mauricio Hernández, que estaba proporcionando información errónea al presidente Felipe Calderón, mezclando casos confirmados con casos por confirmar, por lo que estaba tomando decisiones equívocas. La alerta tardía sobre aquel brote epidemiológico obligó a Calderón a pedirle al secretario de Salud, José Ángel Córdova, que lo cesara.”

La razón de que esté a cargo de la toma de decisiones y de la información oficial frente a esta nueva epidemia se debe, sin duda, a su filiación partidista y a los lazos de amistad con los “jóvenes intelectuales de izquierda’ que formaron el Consejo Estudiantil Universitario (CEU) en la UNAM, organización afiliada al Partido de la Revolución democrática (PRD) del cual surge Morena, el partido de la “Cuarta Transformación” actualmente en el poder. El hombre de las cifras erráticas, lo llama Expansión, y hace una descripción del personaje, desde diferentes ángulos, incluido el de ser el crush viral de un buen número de tuiteras agobiadas por el encierro de la cuarentena.

En México tenemos la otra crisis, la de un gobierno que no gobierna más que para sí mismo, para dar todos los recursos financieros y humanos, desviándolos de donde realmente hacen falta, al faraón wannabe que tenemos como presidente de modo que pueda hacer de este país, muy especialmente del sureste, la región en la que nació, su Neverland particular.

Pandemia y desgobierno

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la contracción de la economía mexicana ya se había detectado en febrero pasado, apenas catorce meses después de la toma de posesión del actual gobierno:

Lo que el Covid-19 ha dejado al descubierto es la naturaleza de este gobierno y su absoluto desdén por los que no pertenecen a los grupos que pueden aportar a sus intereses partidistas y de poder. El resultado es una economía que va en picada, una moneda que cada día tiene menor valor, la quiebra de muchas pequeñas y medianas empresas que no reciben apoyo gubernamental alguno y a las que se exige pagar contribuciones, rentas y salarios, y el desempleo que comenzó con el despido de más de 100 mil empleados menores en las dependencias públicas que hace un año el gobierno entrante decidió que no eran prioritarias, como algunos sectores de salud y de seguridad social. De educación, cultura y ciencia no hablamos; todos esos rubros han sufrido recortes severos. Los fondos completos de los fideicomisos han ido a parar a las arcas privadas de quien insiste en financiar proyectos desmesurados e inútiles, apoyados por los resultados de encuestas a mano alzada realizadas a modo en reuniones de proselitismo vil.

De esta voluntad de construir obras que perpetúen su nombre, a costa de lo que sea, en esta pandemia no se salvan las personas; por decreto, los trabajadores de la construcción en las obras de Santa Lucía, Dos Bocas y el Tren Maya seguirán laborando. Las vidas también son parte de los recursos de los que dispone la máxima autoridad en este país. Seguramente les repartirá las estampitas y relicarios que, afirma él, lo protegen de todo mal y de las cuales hace exhibición oficial en sus homilías mañaneras.

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Blanca Parra
#T5eS🌈 emergencia y esclavitud digital

Matemática, docente/investigadora, madre. Vivo en León, Mexico. Me encanta cocinar, leer, caminar y conversar. https://about.me/BMPM1