COVID-19. Lo que se cuenta en mis redes. Parte VI.

Surrealismo mexicano

Blanca Parra
#T5eS🌈 emergencia y esclavitud digital
4 min readJun 11, 2020

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Dalí visitó alguna vez México. Con casi nulos registros de lo que aconteció en su breve visita, solo se recuerda la famosa frase que exclamó y que hasta la fecha, ha producido una gran cantidad de casos de análisis a la sociedad, cultura y folklore de nuestro país simplemente para tratar de entender, o al menos justificar, las palabras del artista: “”De ninguna manera volveré a México. No soporto estar en un país más surrealista que mis pinturas””. André Breton, fundador del movimiento surrealista, también opinaría algo similar en su visita de 1938, diciendo que México era realmente “”un país surrealista””.

Así creó André Breton el surrealismo

Un grupo de artistas (Dalí, Breton, Miró, Picasso, Ernst, Carrington, Magritte, entre otros) crearon una visión del arte carente de “cualquier control ejercido por la razón, exento de cualquier preocupación estética o moral” de acuerdo con el mismo André Breton, en su Manifiesto del surrealismo, dejando la creatividad enteramente al subconsciente.

Lo que pasa ahora en México va más allá del surrealismo, y los integrantes del gobierno -por no hablar de sus fans, mayormente incultos- seguramente ni conocen el manifiesto de Breton, pero es cierto que lo que hacen carece de todo razonamiento y de toda moral y manifiestan un absoluto desprecio por la estética, las leyes, la naturaleza, la ciencia, y todo lo que hable de una sociedad culta que pretenda avanzar en el desarrollo social y humano de sus habitantes. Dejemos de lado la cochina riqueza que dicen odiar, junto con la corrupción, pero en las que se revuelcan cada día.

La pandemia está sin control, dejada a los vaivenes del golden boy López-Gatell que cambia de dichos y acomoda sus declaraciones según los deseos de su patrón, al cual le obsesionan dos cosas:

1) llevar a cabo sus proyectos -desautorizados hasta por la propia naturaleza- destruyendo selvas, arrollando los derechos de los pobladores, despojando de los dineros que las instituciones de toda índole tenían asignados para la administración y cuidado de lo que les fue confiado y yendo, finalmente, por los fondos de ahorro de los trabajadores (Afores). La salud no es una prioridad, por supuesto, como no lo es el apoyo a las mujeres y niños que sufren de violencia doméstica, el combate a los feminicidios o a los mortíferos ataques del crimen organizado (con cuyos líderes convive);

2) llegar a las elecciones de 2021 fortalecido, habiendo recuperado algo de los niveles de credibilidad y confianza que ha perdido en los meses que lleva al frente del gobierno más endeudado y con menos resultados sociales y económicos de los últimos decenios. A pesar del impacto económico que la pandemia está ejerciendo sobre las empresas y, como consecuencia, sobre la población económicamente activa, el presidente se niega a gastar lo necesario para disminuir el impacto del coronavirus. Lo importante, en estos momentos y desde su perspectiva, es retomar sus giras de campaña, lo único que ha hecho desde hace ya 20 años, en busca del voto.

Que la evidencia proporcionada por la realidad desmienta sus fantasías y sus reiteradas afirmaciones de que vamos bien, de que la pandemia le cayó como anillo al dedo, de que sus proyectos son viables y están avanzando conforme a sus deseos y expectativas, no le hace ninguna mella. Siempre tiene otros datos.

Y si la realidad comienza a interferir con sus “verdades” dispone de uno de los argumentos de toda su vida: “hay un compló en mi contra”; esta vez el invento de BOA que ha dado lugar a muchos memes y cuestionamientos y que pone en evidencia, una vez más, el chiste macabro que tenemos por gobierno. Pascal Beltrán del Río se pregunta si es una nueva versión de El Móndrigo de triste memoria, mientras que El Universal denunció el intento de un funcionario de Morena, identificado ya con nombre y cargo en el gobierno, de que ese periódico publicara el libelo.

No, en México no se trata de el “rayo invisible” que algún día nos permitirá superar a nuestros adversarios, al que se refiere Breton. Es vil y llanamente ignorancia, estulticia, ambición de poder, corrupción. Tenemos un wannabe ladino, en la peor acepción de la palabra. Uno que quiere emular a otro, semejante, al que toma como modelo: Trump.

La carrera rumbo a las elecciones de 2021 comenzó hace un par de semanas, abiertamente. Lo que podría ser la oposición sigue enfrascada en sus luchas, unos contra otros, sin encontrar puntos de acuerdo porque, en el fondo, cada uno quiere estar al frente y hacerse con el poder. Y eso, no es un buen augurio.
¿La pandemia? Sálvese quien pueda.

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Blanca Parra
#T5eS🌈 emergencia y esclavitud digital

Matemática, docente/investigadora, madre. Vivo en León, Mexico. Me encanta cocinar, leer, caminar y conversar. https://about.me/BMPM1