Hojas sueltas. Parte II

Momentos amenos de esta cuarentena

Blanca Parra
#T5eS🌈 emergencia y esclavitud digital
5 min readApr 21, 2020

--

Vamos en la séptima semana de mi encierro. Tres temas parecen relevantes en este momento, a nivel nacional: la salud, la economía y el regreso a las actividades de todo tipo, incluida la vuelta a clases. No hay muchos motivos para alegrarse en cualquiera de esos sentidos.

Sin embargo, en mi mundo personal no faltan las alegrías cotidianas: compartir con mi hijo, como siempre, todo lo que nos ocurre y los antojos que vamos cocinando y disfrutando; es el depositario de las recetas que aprendí o que desarrollé a partir de la memoria de la cocina de mi familia, especialmente de mi abuela Hilaria. Pero también he participado en animados festejos cumpleañeros, en línea; con amigas/amigos y exalumnos compartimos recetas, trucos caseros, novedades y memes por el gusto de seguir en sintonía.

Algunos amigos han sido tocados por el virus, en su entorno cercano, y prefieren estar en silencio, de momento. Otros esperarían no encontrar en las redes nada que aluda a la pandemia o a la crisis económica y sus consecuencias, y se alejan buscando realidades alternas. Otros, simplemente, optan por marcar una gran distancia si no participo de sus juegos, si no me intereso en cadenas, conspiraciones, etc.

Si algo he observado en estas semanas, a través de las interacciones con mis contactos o entre ellos, es la lejanía/cercanía relativa que tengo con cada uno, incluidos los integrantes de mi familia; por una parte, los temas que nos interesan pueden ser muy dispares; por otro lado, las maneras de acercarnos, o no, a los textos, independientemente de si se trata de un artículo de fondo, una nota periodística, una reflexión, etc.; y el sentido del humor. Creo que es éste último punto el que define mejor mi cercanía con alguna otra persona.

Entre las muchas actividades que voy alternando en la semana, disfruto de espectáculos que nunca estuvieron a mi alcance o que, como en el caso del circo tradicional mexicano, hace décadas que dejaron de ser atractivos para mí.

La invitación a la transmisión en vivo, a través de la página de Facebook del Circo Hermanos Gasca, en mi infancia llamado Circo Unión, fue una sorpresa que trajo un par de cosas a mi memoria. El espectáculo consistió en rutinas tradicionales de circo, sin animales, sin pretensiones de circo moderno lleno de lentejuelas y abalorios. La esencia del circo, solamente.

Mi abuelo materno, Pedro Mos(z)queda
Mi bisabuela Conchita

La primera imagen es la de mi abuelo materno, quien falleció siendo mi madre una niña, pero quien, en su corta vida, tuvo tiempo para dejar una larga descendencia, de Tepic hasta Tijuana. La mayor parte de los medios hermanos de mi madre vivían en Tijuana, donde los conocí hace 56 años y de donde sus hijos emigraron a California. Mi abuelo hacía zapatos; cuando se hartó del oficio, se unió al ejercito … donde lo pusieron a hacer y reparar zapatos, y terminó por abandonar. Viviendo con mi abuela Hilaria se unió, como equilibrista, a la troupe del Circo Atayde, el de mayor renombre y de mayor antigüedad. Con tan mala suerte que un día cayó del alambre sobre el que caminaba; el golpe lo mantuvo inconsciente un tiempo suficiente como para que, al despertar, se enterara de que el circo ya había abandonado la ciudad.

No sé mucho más de él; también en Tijuana conocí a mi bisabuela Conchita, su madre, pero no la recuerdo hablando de él, o tal vez yo no estaba interesada en conocer las historias familiares. Lo que es seguro es que el carácter andariego y aventurero le venía por el lado materno: mi bisabuela, tal vez de unos 70 años cuando la conocí, disfrutaba de cruzar la frontera, en solitario, para ir al parque de juegos mecánicos en Santa Mónica, California, a unas 150 millas de Tijuana. Mi madre se parece a mi bisabuela.

La otra imagen que vino a mi memoria corresponde a una fotografía que registra a los cuatro primeros niños de la familia Parra Mosqueda, con mi abuela materna, Hilaria, de la que me vienen el primer lenguaje, los antojos culinarios, las canciones que ella cantaba, la costura y el gusto por las plantas, aunque no tenga los mismos dones que ella.

Quien tiene más parecido con la familia de mi abuela Hilaria es Juan, el tercero de nosotros, a mi izquierda en esta imagen, mi brazo rodeando sus hombros y la mano de mi abuela sobre la mía; pelirrojo, en una familia en la que el toner de impresión se fue agotando de hijo en hijo -la última nació güera. Con los dos que no aparecen en esta foto no compartí las idas al circo o a la matiné en el cine. Con quien mantengo una mayor relación es con el que sigue de mí, Manuel, en el extremo derecho de la foto; es mi médico de cabecera y mi cómplice en muchas aventuras y desventuras. Es el único que también migró a Ciudad de México para estudiar.

Caravana de artistas, 1961, en Tuxpan, Nay, después de pasar por Tepic.

Tanto el Circo Atayde como el Circo Unión hacían una presentación anual, en Tepic, y asistíamos en grupo, al cuidado de mi abuela. Además de los circos, las caravanas de artistas se presentaban en el Cine Teatro Azcona, el primer cine de la ciudad, inaugurado en agosto de 1949. Cantantes y comediantes de la época dorada del cine mexicano pasaron por ese escenario, en esas caravanas. Siendo la mayor en mi familia, y acogida también como hija por parte de mi tía Cuca -hermana mayor de mi madre y madrina mía- y de mi tío Gonzalo, tenía la posibilidad de asistir a estos eventos en los que mis hermanos no participaban. Con mi prima Licho, su hija, asistía en calidad de chaperona a algunas funciones de cine vespertinas.

Tuve muchas más oportunidades de disfrutar de espectáculos, deportes, viajes en ferrocarril y fiestas de pueblo, gracias al privilegio de ser la hija mayor y de poder aprovechar las salidas con mi padre y/o mi madre, con mi abuela Hilaria, con mi tía Cuca y con Licho. Pero el espectáculo circense trajo las dos imágenes comentadas. Esta cuarentena tiene ratos muy amenos.

--

--

Blanca Parra
#T5eS🌈 emergencia y esclavitud digital

Matemática, docente/investigadora, madre. Vivo en León, Mexico. Me encanta cocinar, leer, caminar y conversar. https://about.me/BMPM1