Montevideo y la pandemia. Parte 14

¿Nos preparamos para algo que no pasó o simplemente planificamos mal?

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Una familia llama a la emergencia por una migraña, tardan en llegar, vienen sanitarios jóvenes, usan muchas barreras, “es por la situación”, comentan. Se postergan cirugías. Cancelan citas a pediatras, “por la situación”. “Para evitar el colapso”, dicen. Dos meses atendiendo bajo mínimos. Según las cifras oficiales hay 170 casos activos y menos de 10 personas en CTI ¿Nos preparamos para algo que no pasó o simplemente planificamos mal?

Ahora comienza la operación retorno y se sufrirán casi dos meses de postergación por una situación que no llegó. Se podría pensar: “bueno, eso es la prevención, actuar antes del problema, luego de que no se da es fácil juzgar”. Se desmorona la teoría de que nuestra versión de la pandemia es menos contagiosa. Le hacen un test de rutina a un niño que van a intervenir y da positivo. Los casos saltan de un núcleo de población al otro sin poder establecer un vector claro. Proporcionalmente a la cantidad y densidad de población no es el mejor, ni el peor, país de la región.

Las elecciones municipales se postergan, las clases de la Universidad también, y la cultura, como siempre se relega, pero todo lo demás parece estar normalizándose (con uso “obligatorio” de tapabocas). El virus no ha discriminado al mundo según el tinte político de los gobiernos pero sí parece que los neoliberales son más afines a los exhortos y las medidas voluntarias, y los progresistas van más a lo obligatorio, sin comillas. Los resultados no reflejan la razón en ninguna postura. Esto podría ser una lectura apolítica generada como lección por la pandemia, pero al contrario, es una demostración de fuerza. Quizás la situación social ante una enfermedad así de contagiosa demuestra que al fin y al cabo, el Sistema ha logrado absorber ambos modelos, compatibles con sus intereses.

La pandemia agravó todos los cuadros que ya teníamos, aumentaron las depresiones, que ya eran disparatadas en nuestro país, disparó la violencia machista, que ya era de vergüenza; y en otras esferas, hundió a la cultura, que estaba agarrada con las uñas, apenas sostenida por la obstinación de pocas personas.

En Tv, gente famosa, no científicos, sino caras visibles, comunicadores, capaz que algún periodista, incluso un par de médicos, participan de debates, opinan y cuestionan o ratifican. Descubren la importancia de un sistema de salud, claman por una vacuna, no entienden que la ciencia dude, se hacen eco de alguna teoría que leyeron por ahí. Nos comparan a Italia con la misma frescura que con Suecia.

No es que el aislamiento social sea inviable, es este Sistema en que estamos sumergidos, que no permite pensar en otra cosa, no permite buscar una salida, no podemos quedarnos encerrados más tiempo porque este Sistema no cuida a nadie, siguió su marcha, dispuesto a aplastar a todo el que este parado, intentando mantenerse sano.

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