Montevideo y la pandemia. Parte 17

Mario Vargas Llosa escribió un artículo elogiando a Uruguay. Duele confesar que me pasa lo mismo con Borges,

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Mario Vargas Llosa escribió un artículo elogiando a Uruguay. Duele confesar que me pasa lo mismo con Borges, uno desearía que el autor de “La ciudad y los perros” fuera un alma hermana. Pero se deduce del artículo que al premio Nobel no le importa Uruguay, ni como le vaya. Quiere elogiar lo que llaman “liberalismo”, y que hace años nosotros conocemos como “neoliberalismo”. Desbarranca por los mismo errores que cuando compara Cuba, China y Venezuela como si fueran el mismo país, dice cosas directamente erróneas, como que el presidente uruguayo no aumentó impuestos y tarifas. Analiza con tanta euforia el “éxito” del avance de la pandemia en Uruguay, que la deja de lado para festejar su ideología y esquiva lo que pasa en Brasil, EEUU o Chile, para centrarse en Argentina, el peronismo y toda esa cosa alejada de la nobleza y la oligarquía que le gusta cada día más. De su premiada pluma se compara con frescura la cuarentena obligatoria de un país con más de 45 millones de habitantes con la cuarentena voluntaria de nuestros 3 millones, y explica el avance de la pandemia con el éxito de una política neoliberal. O sea para él es lo mismo China que Venezuela y 3 que 45, siempre y cuando no le jodan su estatus.

A 100 días de asumido, el presidente de Uruguay se hizo un homenaje a él mismo, descubrió un cuadro y realizó una encuesta que dice que hasta quien jamás lo votaría, lo aplaude. Hace dos días que hay 0 casos positivos.

Hoy es un día muy importante, estarán pensando “abren los colegios”, claro que no, abren los Centros comerciales. La pandemia parece estar controlada, avanza muy lento en una población dispersa y las medidas están siendo efectivas, más que en otros lados, o posiblemente, justamente al ser una población pequeña y dispersa, las medidas suman efectividad. Estar tan al sur nos dio una ventaja de semanas claves, ver lo que pasaba en Italia primero, en España después y ahora en la región, asustó lo suficiente, y por lo visto el miedo es muy educativo.

Sin embargo esto recién comienza. Montevideo está lleno de ollas populares. La delincuencia se ha disparado. La cifra de femicidios es una vergüenza nacional. Los suicidios son una causa de muerte de la que nadie habla pero que cada día crece. Esta misma ventaja que nos dio ser pocos tendrá que soportar el sacudón económico mundial. La pandemia ya dejó claro cómo será el mundo: más desigual de lo que era, más injusto, pero más temeroso, mucho más fácil de manejar. Un éxito para ellos.

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