Lago de sueños

Sam Benítez
Taller Verano Creación Literaria

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En el pueblo Elora, ubicado en el condado Wellington, Canadá. Ocurría un fenómeno bastante peculiar, todos los habitantes de este pequeño pueblo soñaban a diario y lograban retener en su memoria cada detalle acerca del sueño como si realmente lo hubieran vivido, el problema era que a veces esos sueños se convertían en pesadillas lo que lograba dejar perturbados a los que vivían ese extraño fenómeno, esto ocasionó una serie de problemas, principalmente de suicidios pues cada vez les costaba más separar la realidad de lo que sucedía en los sueños.

Nathaniel Dement, habitante de este pequeño pueblo se dedicó a investigar más acerca de este fenómeno y pasó la mayor parte de su vida buscando respuestas de qué es lo que hacia a este pequeño pueblo vivir soñando. Tras años de investigación la única respuesta que encontró fue que había una fuerza sobrenatural que dejaba ver por una ventana universos paralelos lo que por los habitantes era conocido como los mismos sueños. A pesar de que había encontrado el por qué del problema no lograba encontrar solución. Su esposa, Meredith, un día tuvo un sueño en el que se encontraba junto a Nathaniel caminando por el parque George, se sentaban en unas rocas a la orilla del lago y veían su reflejo en el agua hasta que notaban algo raro, eran ellos reflejados en el agua pero a pesar de tener los mismos rasgos sabían que el reflejo tenia vida propia, de pronto el dibujo de Meredith en el agua le sonrío y con lo que pareció un susurro le dijo que ahí es donde encontrarían todas las respuestas, cuando Meredith despertó le contó a su esposo aquella experiencia que vivió dormida. Apenas salió el sol y decidieron ir a investigar aquel parque, Meredith lo guió a aquellas rocas donde había sucedido el sueño, cuando por fin las encontraron Nathaniel comenzó a acariciar el agua con su dedo sobre su reflejo, y sin explicación alguna cayó al agua, sintió como su cuerpo se iba hundiendo pero no se podía mover, escuchaba los gritos desesperados de su esposa hasta que todo se volvió negro.

De pronto Nathaniel se despertó, estaba secó, sentado en la roca pero había distintos detalles que delataban que algo no iba bien como por ejemplo que él era quien se veía a si mismo sentado en aquella roca.

— ¿Qué esta pasando?- pensó en voz alta mientras daba pasos temerosos hacia aquella figura idéntica a él sentado en la roca.

— Eso mismo me preguntó yo — mencionó la copia de Nathaniel desde la roca — entonces es verdad, este es el portal.

Nathaniel poco a poco estaba entendiendo lo que estaba pasando, esta vez era más que un sueño, esta vez era real, había cambiando de dimensión.

— ¿Ustedes también sueñan?- Nathaniel se notaba seguro cuando decía estas palabras.

— ¿Soñar? ¿Qué es eso?- la copia de Nathaniel alargó su brazo para tocar al Nathaniel que minutos antes había aparecido enfrente de él por arte de magia- ¿porqué puedo tocarte? pensé que eras como los demás fantasmas que rondan por esta ciudad siempre.

Después de lo que parecieron horas de hablar entre ellos Nathaniel comprendió lo que estaba ocurriendo, mientras los habitantes de Elora creían que soñaban realmente se transportaban a otras dimensiones y era por eso que al despertar lo recordaban tan bien pues sin darse cuenta vivían dos vidas, sin embargo, cuando pasaban a la otra dimensión no eran del todo reales, sino que lo que se transportaba era el puro espíritu de la persona, lo que también causaba caos en esta otra dimensión. Así que ambos estuvieron de acuerdo que la solución era cerrar aquel portal. Pero había un ligero inconveniente y este era que ambas dimensiones aprendían la una de la otra, así que cerrar el portal por completo podría traer consecuencias graves. Después de pensarlo mucho y por más raro que suene hablar con aquel misterioso lago llegaron a un acuerdo, cerrar el portal pero no por completo para que tomando del agua de aquel lago aun se pudiera soñar aunque sea una vez más y en ese sueño lograr traer algo de aquella dimensión para el bien de la persona o su necesidad.

Nathaniel después de que estos hechos le tomaran semanas se volvió a hundir en el agua para después ser regresado a su dimensión por el lago. Apenas habían pasado unos minutos desde que Meredith vio a su esposo hundirse cuando logró observar como Nathaniel se arrastraba a la orilla del lago, ella se acercó a él mientras que el lago se empezaba a tornar de un azul oscuro para después cambiar a morado y por último volverse tan transparente que daba la impresión de que los peces flotaban. Nathaniel con los pulmones llenos de agua le contó su esposa con un hilo de voz todo lo que había pasado y pocos minutos después falleció. Esa noche nadie en el pueblo soñó nada, ni la siguiente, ni una semana después. Meredith contó lo que había hecho su esposo y la razón por la que murió. Aunque al principio el pueblo estaba feliz de que los sueños habían desaparecido, extrañaban vivir esas aventuras que les ofrecían los sueños, así que llegaron a un acuerdo para tomar agua del lago y volver a soñar una vez más al cumplir los 17 y así para traer aquel objeto de aquella otra dimensión para su bien.

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