En el mundo de la tecnología, el término Comunidades se ha normalizado a tal grado que otras áreas sociales como la educación, las artes (colectivos), y hasta la política en donde podemos mencionar a Wikipolítica, han copiado el mismo sistema. Ya pasaron 4 o 5 años desde que el tema nació y creció como hoy lo conocemos.
Comunidad es un concepto de muchísimo tiempo atrás, pero después de haber vivido una época de oro y de mucha pasión por parte de los involucrados al rededor de la organización de comunidades y asistencia, podemos comenzar a sentir una especie de cambio.
En eventos de comunidades se juntan todos aquellos visionarios de la tecnología con las y los interesados en aprender. Otra cosa buenísima, es el sentido de pertenencia: Mi comunidad son todas esas personas con las que comparto conocimiento, experiencias y son personas con quienes me siento en confianza. En las comunidades se generan charlas, paneles, polémica, talleres y prácticas alrededor de lo mas reciente en STEM. Todo esto es documentado y se convierte en fuente de conocimiento para muchas personas que desean tener acceso a esas nuevas ideas y herramientas. Quienes asisten a los meetups son expuestos a toda clase de información de forma constante. Las comunidades son definitivamente un lugar donde puedes encontrar a la gente más valiosa: esas personas que invierten su tiempo en temas que les interesan aunque no se les pague por ello; porque los que hacemos comunidad, aparentemente nos falla algo en la cabeza. 😜
La naturaleza tipo grupo social es parte esencial de una organización de este tipo. En las comunidades es un hecho que encontrarás personas que entienden lo que haces o lo que te interesa y de esta manera se pueden convertir en un grupo que te acompaña en el descubrimiento de nuevos proyectos. Una persona puede llegar a una comunidad siendo algo inexperta y tímida, pero es seguro que comenzará un camino de descubrimiento en las propias capacidades y posibilidades que existen para alguien con su perfil, sus intereses y sus talentos. La comunidad se encargará de hacerle ver a esa persona, de la forma más natural, el potencial que puede explotar con suficiente tiempo y dedicación. Las comunidades aceleran y empujan a los individuos para que descubran la manera en la que puedan construir valor en el mundo, en grupo, en equipo.
Ahora, sabemos de sobra que el mundo de la tecnología evoluciona muy rápido. Desarrolladores y empresas están construyendo constantemente nuevas herramientas que resuelven nuevos problemas o dificultades, o que simplemente traen mejoras a las formas de trabajar. Al surgir una nueva tecnología, no pasan varios meses antes de que ya esté asomándose otra que hace algo mejor o que tiene alguna actualización. Es por esto que mantenerse al día, deja de ser un esfuerzo académico volviéndose un esfuerzo completamente práctico. La transmisión de lo aprendido es bastante apreciado por aquellos que también quieren saber, siendo el meeting, el evento bandera de las comunidades, que satisface esta necesidad de manera económica. Las comunidades, después de todo, funcionan como una plataforma para la transmisión grupal de conocimiento.
Las empresas también se han sumado a esta convivencia dentro del área tecnológica, y aquí viene algo en lo que varias veces me he detenido a pensar. Anteriormente, las empresas de desarrollo, se acercaban a las comunidades en búsqueda de talento. Muchas horas de aprendizaje y networking fueron logradas gracias a las donaciones que ellas realizaban para que se siguieran impulsando estos eventos. Hoy, claramente podemos observar que las empresas, en lugar de patrocinar a una comunidad para ir en busca de talento, prefieren llevar a cabo sus propios meetings dentro de sus instalaciones y así realizar una
actividad de recursos humanos y despliegue de coolness. Créanme, aun no decido si eso es bueno o malo. Si lo analizamos, el hecho de que una empresa esté regresando conocimiento duro y directo a la sociedad es increíble, ¡me encanta! Entonces, quiere decir que el formato de comunidad sirve porque sirve, y nos beneficia de muchísimas formas. Pero, ¡ojo! La empresa no es en realidad una comunidad (al menos del tipo de la que hablamos). Cuando los entusiastas de los temas ofrecidos van, en realidad asisten a una especie de clase, ya que “ahí adentro” no se incentiva un networking en el que puedas conocer a mucha más gente o hacer actividades fuera de ese espacio en algún otro momento. La comunidad siempre será capaz de ofrecerte algo más que una simple reunión.
Todas las ideas que les he expuesto es algo que ha estado rondando en mi cabeza últimamente. A pesar de que todos los días nace una nueva comunidad, por así decirlo, también comienzo a ver a algunas agrupaciones que se fueron forjando de la voluntad y la pasión de las personas, perder adeptos por no tener las mismas capacidades económicas que una empresa. En nuestra localidad, es común que el catálogo de opciones de eventos en tecnología esté cuadruplicado durante la semana, ¡vaya! ¡Es increíble tener que decidir entre cinco, seis o siete actividades en un solo día! Y de nuevo, a mi parecer es algo muy peculiar, ya que esto obliga a las comunidades a elevar el nivel de calidad de sus contenidos, si no, puede que estén destinadas a desaparecer.
Otra cosa es que no se trata solamente de contenidos, si no de siempre tener presente, desde un inicio, cuales son los objetivos, hacia dónde se quiere ir, que es lo que se espera al comenzar una organización. Tal vez no sea necesario definir estos elementos tan a consciencia, pero si se cuenta con esa información, siempre se tendrá claro el rumbo al cual dirigirse. De ahí radica, en realidad el corazón de una comunidad, por que puede ser tan informal como reunirse con los amigos o las amigas y platicar de temas favoritos, compartir y tomarse una cheve, sin presión, sin “patrocinios”, sin agenda. O tan formal que se trabaja por una visión monetizada con estructura y todo lo que conlleva; depende de cada quien. Yo muero por que evolucionemos todas las comunidades de tecnología. ¿Cuál es el siguiente paso?
