Hasker, Fatalismo y Omnisciencia

Carlos Tenorio
Teopensées
Published in
4 min readJan 11, 2021

Como es normalmente entendido, William Hasker ha sido un rival formidable contra la tesis del fatalismo teológico. En el camino, sin embargo, va contra la formulación tradicional de la Omnisciencia para implicar que Dios no conoce estrictamente toda declaración verdadera, sino solamente lo lógicamente posible conocer [1].

Uno de los argumentos de Hasker establece que debido a que Dios conoce la acción de un agente de antemano, entonces el agente cumple necesariamente esta acción. Su argumento parece ir como sigue:

1. Ahora es cierto que mañana desayunaré una tortilla de queso. (Suposición).

2. Es imposible que Dios en cualquier momento crea algo falso o no crea nada que sea verdadero (Asunción: omnisciencia divina ).

3. Por lo tanto, Dios siempre ha creído que mañana desayunaré una tortilla de queso. (Inferencia de 1 y 2).

4. Si Dios siempre ha creído cierta cosa, no está en mi poder hacer que Dios no siempre haya creído esa cosa (Asunción: la inalterabilidad del pasado).

5. Por lo tanto, no está en mi poder hacer que Dios no siempre haya creído que mañana desayunaré una tortilla de queso (Inferencia de 3 y 4).

6. No es posible que sea verdad tanto que Dios siempre ha creído que mañana tendré una tortilla de queso para el desayuno, y que de hecho no tengo una (Inferencia de 2).

7. Por lo tanto, no está en mi poder abstenerme de tener una tortilla de queso para el desayuno mañana. (Inferencia de 5 y 6).

8. Por lo tanto, no tengo libre albedrío con respecto a la decisión de comer o no una tortilla. [2]

Hasker está comprometido con una forma muy fuerte de Libertarianismo sobre el libre albedrío, por lo que su argumento apunta a la incompatibilidad del libre albedrío con la presciencia de Dios de todas las cosas, incluyendo las verdades del futuro. Es un fuerte enemigo del fatalismo teológico.

Ahora, hay varias formas de evitar este tipo de problemas. Pero antes de revisarlo, considere este argumento para sostener que Dios, al ser Dios, debe conocer todas las proposiciones p verdaderas:

1. Dada la Teología del Ser Perfecto, Dios es un Ser Máximamente Grande (SMG).

2. Si Dios es un SMG, no puede poseer ninguna imperfección.

3. La ignorancia es una imperfección.

4. Dios no puede ignorar ninguna proposición verdadera. [Inferencia de 2 y 3]

5. Entonces, Dios debe conocer todas las proposiciones verdaderas. [De 4]

6. Dado el Principio de Bivalencia, toda proposición p es verdadera o es falsa.

7. Si Dios debe conocer todas las proposiciones verdaderas, entonces conoce las proposiciones verdaderas futuras.

8. Entonces, Dios conoce el futuro [De 5, 6 y 7]. [3]

Esto implica que tenemos que rechazar tanto el fatalismo, como el teísmo abierto (que justamente adopta Hasker). Pero ¿Cómo resolvemos el acertijo filosófico del primer argumento?

Una forma simple de hacerlo es abandonando el Principio de Posibilidades Alternativas (PAP; la tesis que afirma que para cada decisión libre y, debo ser capaz de elegir alguna alternativa a y) para adoptar una teoría de la fuente de la libertad. Según está última, para que una decisión sea libre se requiere que el agente sea la causa (o fuente) de dicha decisión. Así, mientras que sea la fuente de la decisión de comer tortillas en el desayuno, entonces esa es una acción libre.

Otra forma es sugerir una forma de poder contrafactual sobre el pasado, tal que si puedo actuar diferente en el momento t (supongamos, no comer tortillas en el desayuno), entonces Dios habría conocido que no comí tortillas sino, supongamos, un emparedado. Nuevamente, el problema desaparece.

Otra manera ha sido conocida como una solución clásicamente Ockhamista a este problema, inspirada en Guillermo de Ockham. Un defensor moderno del ockhamismo sería David P. Hunt [4]. Luego de hacer la distinción entre ‘hechos blandos’ y ‘hechos concretos’ sobre el pasado, el ockhamista señala que podemos alterar los hechos blandos del pasado (aunque no los concretos), y las creencias de Dios sobre lo que sucederá son todos hechos blandos. Entonces, si habría actuado de forma diferente, Dios habría conocido mi acto diferente. No está claro de si este punto de vista requiere también la negación del PAP.

Como es natural, hay algunas otras soluciones en mesa sobre este problema. Y sigue siendo un tema frecuentemente debatido en la actualidad filosófica. Esto solo tiene la intención de animar a profundizar sobre el fatalismo teológico en la literatura contemporánea en filosofía de la religión.

Referencias:

[1] Hasker parece unirse a David Basinger aquí. La idea básica es que el conocimiento viene con algunas condiciones. Una ‘suposición afortunada’ puede ser verdadera, por ejemplo, pero no cuenta como conocimiento (al menos no hasta que suceda). Pero el futuro contingente, dado que no está fijado de una manera u otra, no puede ser conocido lógicamente.

[2] Vea William Hasker, Metaphysics (Downers Grove, IL: IVP Academic 1983), 50–55. Para otra formulación, vea “Hard facts and theological fatalism”, Nous 22 no. 3 (1988): 419–436.

[3] Aún no he revisado el esqueleto lógico de este argumento. Cualquier comentario sobre esto es bien recibido.

[4] Para una defensa de su punto de vista, vea su contribución en Beilby y Eddy, eds., ‘Divine Foreknowledge: Four Views’.

--

--