Bitácora 1: Platicando con un experto del modelo sistémico.

En la clase del 06/10/2017 el experto, Ricardo Carranza, nos habló de los fundamentos o teorías conceptuales que dieron lugar a la terapia familiar, en particular habló de la Teoría General de los Sistemas. Comentó que Von Bertalanffy fue el primero en hablar sobre la TGS, la cual postula y estudia a los elementos como un todo, relacionándolos entre ellos para comprenderlos en su interacción y ve a los organismos como un todo. Algunos de sus postulados aplicados a la terapia familiar son que todo sistema es una unidad que está organizada, que interactúa y que es interdependiente, también señala que los sistemas familiares contienen una estructura familiar con subsistemas, jerarquías y fronteras que los delimitan, además concibe a la familia como un sistema abierto en constante cambio y que mantiene su equilibrio a partir de la homeostasis.

Ricardo también nos habló de la teoría cibernética que aportó a la terapia familiar la idea de que un sistema tiene una organización circular; la cibernética de primer orden indica que el terapeuta establece una interacción con la familia pero desde fuera del sistema. La segunda etapa de primer orden refiere que las familias o sistemas se auto corrigen a sí mismos a través de algo que se llama retroalimentación negativa, de manera que los sistemas puedan volver a un equilibrio; por otro lado, también los sistemas pueden modificarse a través de la retroalimentación positiva en donde el terapeuta desbalancea la estructura de la familia posibilitando el cambio. Finalmente, también nos habla de la cibernética de segundo orden en donde el terapeuta entra en el sistema ofreciendo nuevas perspectivas a las familias para solucionar sus problemas.

Habló de las diferentes tipos de escuelas que han estudiado la terapia sistémica y cómo han contribuido al conocimiento que se tiene de ella hoy en día.

Nos explicó de qué manera unas escuelas tenían más apertura de ideas que otras, cuales fungen como estilos y cuáles como enfoques, por ejemplo; las únicas escuelas que realmente estudian el enfoque sistémico son las escuelas Estructuralista y la Escuela de Milán en sus etapas I y II. Recordemos que La terapia familiar estructural es un método de psicoterapia desarrollado por Salvador Minuchin, que se ocupa de los problemas de funcionamiento dentro de una familia. Los terapeutas familiares estructurales se esfuerzan por ahondar dentro del sistema familiar, con el fin de entender las reglas invisibles que rigen su funcionamiento, el mapa de las relaciones entre los miembros de la familia o entre los subgrupos de la familia, y en última instancia afectar a las relaciones disfuncionales dentro de la familia, haciendo que se estabilice en unos patrones más saludables. Minuchin afirma que la patología no reside en el individuo, sino en la dinámica de las relaciones y en la forma en que se estructuran los vínculos dentro del sistema familiar. Mientras que la escuela de Milán se desarrolló en la década de 1971–1980 a través de las investigaciones del equipo formado por Mara Selvini, Prata, Boscolo y Cecchin.

Al finalizar esa década, el equipo se disuelve en dos: Mara Selvini y Prata permanecieron juntas algunos años más; Boscolo y Cecchin crean otro Instituto.

El equipo de Milán desarrolla, para la coordinación de la sesión terapéutica, tres directrices:

1- Elaboración de hipótesis. Las hipótesis se realizan para guiar la sesiones y obtener nueva información que puede ser relevante y que sirve para verificar o descartar una hipótesis.

2- Circularidad. Se refiere al cuestionamiento circular dirigiendo las preguntas a toda la familia.

3- Neutralidad. Es la actitud del terapeuta que debe mostrar en las sesiones evitando realizar juicios de valor o tomar partido de la información que vierte la familia.

Las escuelas Estratégica y MRI tienen un enfoque Interaccional, mientras que la escuela Narrativa y Colaborativa no son enfoques sino estilos. Cabe aclarar que hay dos tipos de ideología en la Teoría Familiar; el Constructivista y el Socio-constructivista, el primero comprende a la escuela estructuralista, la escuela estratégica, la escuela MRI y la escuela de Soluciones. La segunda comprende el estilo Narrativo, la escuela de Milán en sus cuatro etapas y el estilo Colaborativo.

Algo que es realmente importante en este tipo de terapia es el uso del espejo unidireccional, en general, la formación en terapia familiar se plantea con base en el estudio de las teorías y de la práctica supervisada que, en éste caso, se beneficia del apoyo audiovisual y/o espejo unidireccional, en el cual el supervisor/formador, observa al terapeuta en formación detrás de un espejo o cámara de vídeo, con la posibilidad de llamarlo a consultar o de enviarle un mensaje por el intercomunicador. Este tipo de herramienta ayuda a mantener la neutralidad del terapeuta. Algo que el psicoterapeuta nos dijo es que gracias a está herramienta, él es capaz ahora de imaginar qué recomendaciones le haría su equipo para mejorar y así modificar ciertos aspectos que ayudan a seguir adelante con la sesión terapéutica.

Ricardo nos habló de algunos términos o conceptos básicos que ha llevado él en su terapia familiar, en particular comentó que el usa de las técnicas desarrolladas por el modelo de terapia centrado en soluciones y lo ejemplifica con uno de sus casos en el cual una mujer llega a terapia para recuperar la confianza perdida hacia su pareja a causa de su infidelidad, en ese momento introdujo los términos “Realidad I y Realidad II”. El caso de la Realidad I nos indica lo qué es en sí la cosa u objeto, en tanto que la Realidad II se refiere a lo que esa cosa u objeto significa para la persona. Mientras contaba la historia de esta pareja iba introduciendo más términos como “Escalación del problema”, en la cual se le pide al cliente que valore su situación actual o pasada sobre una escala que va del 1 al 10, con esta herramienta se puede deconstruir el problema y comenzar a indagar con cada elemento el origen del mismo.

La deconstrucción como ya se supone, es separar por partes el problema y así saber de qué se constituye. Otro aspecto de este modelo que retoma Ricardo, se refiere a buscar el significado de los problemas o de las cosas, en esta caso de la infidelidad a partir de esta Realidad II, el terapeuta apoya al cliente a reflexionar qué significa esa palabra para él y como sería diferente, el cómo sería diferente debe plantearse en términos concretos y claros, pasando de lo abstracto (pensamiento) a lo pragmático, es decir a términos conductuales.

Otro modelo o estilo es el modelo de terapia narrativa, en el cual las personas le dan sentido o explicación a sus experiencias a través del lenguaje. Ricardo señalaba que las personas pueden llegar a consulta con una historia dominante, difícil de cambiar, de manera que el terapeuta lo que hace junto con la familia es apoyarlos para co-construir nuevos significados que le permitan a la familia crear una nueva narrativa de sus problemas; dentro de sus exponentes más importantes están Michael White y David Epston.

Un aspecto bastante importante en este tipo de terapia es la “Externalización del problema” pues se saca el problema de la persona y en ese caso “el problema es el problema y la persona es la persona”. Esto permite que los individuos se separen del problema permitiendo que se sientan competentes, que se combata la sensación de fracaso y que en general los miembros de la familia cooperen para apartar ese problema de sus vidas.

Algo que el experto resaltó es que el decir que la familia es un sistema es una mera metáfora, ya que cuando se le refiere como un sistema se le quita lo humano a las personas.

Respecto a las técnicas utilizadas, Ricardo nos mencionó un acuerdo no hablado, o entre voces, que se trata de no hablar de las técnicas con las personas que no tengan una base epistemológica sólida, con el fin de que no se divulguen ni sean vistas como una norma rígida a seguir, esto último porque como sabemos, las técnicas no siempre se aplican de la misma manera a todas las situaciones que llegan a consulta.

Por último, nos mencionó la importancia de la responsabilidad en el proceso terapéutico, ya que sin importar la técnica o enfoque en el que estemos formados, depende de nosotros que se lleven a cabo de manera correcta los procedimientos técnicos propios del modelo, dando información verídica, asumiendo cuando el caso está fuera de nuestros conocimientos y por ende sobrepasa nuestros límites como profesionales de la salud mental.

INTEGRANTES

Espinoza López Silvia Margarita

Ocampo Hernández Andrea Monserrat

Ramírez Vázquez Mayté

Rosales Rangel Tania Suzzethe

Chávez Sánchez Mónica

Moreno García Sandra

Vargas Gómez Mariana

Velázquez Gómez Sara

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