Borderline: caso Pilar

El Trastorno Límite de la Personalidad (TLP) o Borderline es una enfermedad cuyas características centrales son la impulsividad y la inestabilidad afectiva. Este tipo de características provocan que la persona presente problemas para regular sus emociones, pensamientos y conductas (los síntomas impulsivos pueden propiciar automutilación e intentos de suicidio). Además esto contribuye a que sus relaciones interpersonales sean inestables. Por lo general, este trastorno comienza durante la adolescencia o la adultez temprana, pero han habido reportes de este tipo de síntomas en niños.

El día 22 de octubre del 2018, Maya (una estudiante con formación psicoanalítica) nos presentó un caso de una paciente con este tipo de trastorno. A continuación se presentan los datos más importantes acerca de la información recabada en la entrevista:

1. Pilar llega a psicoterapia a la edad de 16 años por voluntad propia (actualmente tiene 17).
2. Su principal motivo de consulta fue un consumo de drogas que estaba causándole dificultades en otras esferas de su vida.
3. Sus padres la tuvieron a una temprana edad (17 y 19 años).
4. Pilar nace siendo melliza pero su hermano fallece por lo que se su madre cae en depresión.
5. Los padres de esta se divorcian y la paciente se queda con su madre.
6. La nueva pareja de la madre de Pilar le prohíbe ver a su padre, por lo que esta tiene encuentros a escondidas con él.
7. La paciente sufrió abuso sexual por parte de un sobrino de su padrastro.
8. Deja de ver a la madre por 2 años ya que esta misma resiente la decisión de Pilar de vivir con su padre biológico.
9. A la edad de 11 años, la paciente comienza a autolesionarse y la respuesta que su padre tiene ante esta situación la decepciona mucho.
10. Este mismo y su nueva pareja, descubren que la paciente consume drogas y además sale con hombres mucho mayores que ella (todo esto a la edad de 14 años). Al dar a conocer esta situación a la madre biológica, ella lo normaliza, incluso es esta misma quién en una ocasión lleva a su hija al punto de encuentro con una persona con quien Pilar tenía una cita. Sin embargo, la persona con la que esta se encontró terminó violándola.
11. La paciente continúa relacionándose con hombres mayores hasta que en una ocasión logra conocer a una persona de su edad y logra establecer una relación amorosa con esta. Sin embargo, tal relación no funciona y la paciente opta por terminarla.
12. El padre de Pilar la persuade para que abandone el trabajo terapéutico y esta acepta. Poco después, la paciente comete nuevamente otro intento de suicidio y regresa a la terapia.

El trabajo terapéutico que se realizó con Pilar consistió principalmente en hacerla recuperar si identidad.

Desde el enfoque psicoanalítico podemos comentar que podría haber un autocastigo inconsciente relacionado con el hecho de que es la paciente quien sobrevive en lugar del hermano. Esto a su vez nos lleva a mencionar a la madre, quien en vez de ser la que proporciona amor y afecto a la paciente participa en esta cuestión de colocarla en situaciones de riesgo, quizás de manera inconsciente, por el hecho de que fue Pilar y no el hijo varón quien sobrevivió.

La culpa inconsciente que presenta Pilar es la que propicia ese autocastigo (inconsciente), el cual se manifiesta en el cutting, el consumo de drogas, sus intentos de suicidio, etc. Por lo tanto, podemos pensar que están muy presentes las pulsiones de muerte.

Me parece increíble el hecho de cómo nuestra psique es tan frágil pero a su vez es tan fuerte que busca protegerse a sí misma, aunque algunas veces este tipo de acciones terminan en patología.

Cada una de nuestras experiencias y el significado que les atribuimos va constituyendo nuestro mundo psíquico y si en el transcurso de nuestro desarrollo se produce alguna dificultad esta repercutirá en nuestra calidad de vida. Por supuesto “lo que no se ha resuelto” tiende a repetirse, de manera que se ponen de manifiesto necesidades y se repiten patrones conductuales.

Considero que nuestro papel como psicólogos y terapeutas es muy importante para abordar este tipo de problemáticas. En mi opinión, un enfoque cognitivo-conductual quizás no sería suficiente para tratar esta situación puesto que están de por medio muchas cuestiones que involucran al proceso psicodinámico. Además, me parece que la manera en cómo Maya abordó el caso fue adecuada. Lo único que podría criticar de este tipo de enfoque es todo el tiempo que la paciente estuvo en terapia, ya que al llevar a cabo varios intentos de suicidio, el tiempo para obtener resultados positivos es primordial.