Hoy fue un día soleado

Previo al sismo, me encontraba comiendo en la explanada, al mismo tiempo platicaba por WhatsApp con una amiga que estudia derecho, sentado en las jardineras que están frente al edificio D. En un primer momento sentí el temblor y dejé de comer rápidamente, me pregunté si eso era un temblor y si lo era ¿Por qué no había sonado la alarma? En eso comenzó a temblar más fuerte y sonó la alerta sísmica, rápidamente cerré mi tupper y tome mis cosas para moverme a las zonas de seguridad, en el trayecto escuché un ruido muy fuerte que provenía del edificio D, me dio un poco de miedo y pensé que se iban a romper las ventanas. Al llegar me percaté de que estaba agitado y me temblaban un poco las manos, por lo que respiré profundamente para intentar tranquilizarme, pensé que el temblor debió de haber sido muy fuerte para haberse sentido en C.U. otra cosa que pensé fue en lo irónico que era que el mismo día se conmemorara el terremoto del 85, y que precisamente hubiera un simulacro que a mi parecer no fue tomado en serio. Pensando en esto me dispuse a grabar todo lo ocurrido, pensaba que era gracioso que durante el simulacro hubieran tardado tanto en bajar y salir de los salones, más de seis minutos, y al contrario durante un terremoto real hubieran bajado tan rápido.

Ya no alcancé a grabar como desalojaban los salones; únicamente a los alumnos que ya se encontraban en las zonas designadas. Me moví a las jardineras que están pegadas al edificio B. Traté de subirlo a Facebook pero la RIU no respondió así que use los datos, en ese momento pensé en comunicarme con mi familia a través de nuestro grupo de WhatsApp para saber si estaban bien, me doy cuenta ahora de que no me había percatado de la magnitud de lo sucedido, me molestó un poco que mi mensaje no se enviara, incluso cancelé la carga del video; en enviarse más de 5 minutos, en los que me sentí un poco ansioso, inmediatamente después de que se envió me respondieron, mi papá en su trabajo y mi madre y hermanos en casa, diciendo que se encontraban bien. Saber eso me tranquilizó muchísimo sin saber yo por qué, así que me dispuse a sacar de nuevo mi almuerzo para terminarlo, ya no quedaba mucha comida. Igualmente le pregunté a mi amiga de derecho si se encontraba bien, me dijo que se encontraba atrapada en un vagón del metro en el túnel y sin luz, traté de enviarle un mensaje para responder, pero este no se enviaba y cuando se envió me decía que ella aun no lo había recibido, trate de no preocuparme mucho por eso, imaginé que no tenía señal debido a que se encontraba en un túnel. Al terminar, a lo lejos vi a una amiga y le hablé, se encontraba muy alterada, al verme me dio un fuerte abrazo y me contó que ella estaba saliendo de su laboratorio en el edificio D y que al momento del temblor se paralizó mientras su compañera fue la que actuó diciéndole que se pegara a la columna, lo único que pensó fue que el edificio se iba a caer sobre ella.
A mi alrededor solo notaba grupos de personas platicando, y no les presté atención, me concentré más en platicar con mi amiga y sus colegas del laboratorio, quienes se fueron unos minutos después quedando ella y yo a solas. Estaba dispuesto a irme yo también a casa cuando encontramos a una amiga que se veía muy alterada, nos contó que estaba en un camión camino a la escuela cuando comenzó el terremoto y que le pareció que se iba a voltear, los ojos se le pusieron un poco rojos así que la abracé y cambié el tema, como traía el celular en la mano le pregunté qué estaba haciendo y me dijo que trataba de comunicarse con sus familiares pero no podía y le preocupaba, aunque no recuerdo bien por qué, en ese momento comenzó a llorar y la abracé, la llevamos a las jardineras que se encuentran frente al edificio C, donde está el bebedero, y le pedimos que se sentara pero ella no quería, tratamos de ayudarla para que se tranquilizara y pensara en otras opciones para comunicarse con su familia como usar los datos o llamar más tarde, comenzó a llorar otra vez, e intentamos calmarla, en ese momento llegó su novio y se fue con él, así que nos despedimos.
Me alegró mucho de que nos dejaran salir temprano, me fui caminando a metro Copilco acompañado de mi amiga, platicábamos sobre lo importante de poder comunicarte con tus familiares en estas situaciones y pensaba en la suerte que tuve de poder saber que mi familia estaba bien. De camino al metro pude notar que todo el tráfico estaba detenido, había grupos de personas platicando en la calle, algunos se veían asustados y otros desorientados. Al llegar a Copilco me despedí de mi amiga, aunque me preocupó porque parecía que todavía estaba un poco alterada; además, me inquietó el hecho de que se iba a ir caminando, no obstante, no me ofrecí a llevarla a su casa porque quería disfrutar de mi tarde libre. Todo el trayecto en el metro fue normal, no había alguien que estuviera preocupado o asustado, igualmente el recorrido fue rápido, como suele ser cuando no es hora pico, únicamente pude notar que había muchas personas en el paradero de Indios Verdes; asumí que los habían mandado a sus casas igual que a mí. Para mi mala suerte me tocó el asiento que está junto al chofer en la combi, cosa que detesto porque me pone ansioso ver cómo aceleran y frenan, hasta estar a 30 centímetros del coche de adelante, lo que parece muy cerca considerando que la parte delantera de estos autos es más corta que la de los demás. Recuerdo vivamente que me asusté mucho porque el chofer la cabeza y estuvo a punto de chocar con un coche que cambió de carril, al reaccionar redujo la velocidad considerablemente sin detenerse y sonando el claxon. Todo el viaje estuve escuchando las noticias en la radio, que el conductor había prendido desde que salió del paradero; únicamente se mencionaba la magnitud del temblor y se hacían comentarios al respecto.
Al llegar a mi casa simplemente saludé y me puse a jugar videojuegos y estar en Facebook, con todo el tiempo que pasé en la escuela y en el transporte llegué a las 5 de la tarde a mi casa. Gracias a la red social pude saber todo lo que había ocurrido en la ciudad, veía los videos y publicaciones. Me preocupé bastante al tratar de contactar a mi amiga de derecho que aún no contestaba, veía la conversación cada 5 o 10 minutos, pero aún no había respuesta. Igualmente, otra amiga que vive en Xochimilco no me respondía aumentando mi preocupación y ansiedad. Finalmente, en la noche ambas me respondieron y confirmaron que estaban bien.

Los días posteriores al sismo no sentí un cambio relacionado con mi alimentación, sueño o emociones, aunque sí estaba al tanto de las noticias sobre el sismo y tuve algunos pensamientos de culpa, en lo que pensaba que tal vez pude haber ayudado en algo en ese momento en lugar de pensar que era un día soleado como cualquier otro, únicamente con el inconveniente del sismo.

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