Manuel desde el psicoanálisis…

El día viernes 19 de octubre, Daniel, un próximo egresado de la Maestría en Psicoterapia de la Facultad de Psicología, nos compartió un poco sobre su intervención con Manuel, un adolescente de 13 años, quien llego al Centro de Servicios Psicológicos con muchos diagnósticos previos, entre ellos, retraso mental y Déficit de Atención.

Manuel, venia de una familia bastante dispersa, su madre se había embarazado a una edad temprana, y había sido un embarazo no planeado, ni deseado.El padre, era un hombre consumidor de drogas, con el que el paciente no tenia contacto, se refiere que de pronto se le ve deambulando por las calles cercanas, pero no más. El tío de Manuel era un hombre un tanto estricto, y determinista que mantenía una postura un tanto enajenada de la situación, lo mismo sucedía con el abuelo del paciente. La abuela, era la persona mas preocupada y mas cercana a Manuel, de hecho, fue la persona que lo llevo a todas las sesiones y quien se esforzaba por ayudar a su nieto.

Manuel refirio que se le encerraba en jaulas, y que había visto a su madre tener relaciones con su pareja. El paciente presentaba conductas que representaban una falta de castración en la infancia como eructos y gases en la sesión, así como salir corriendo, desordenar el consultorio, o escupir en el mismo. Por otro lado, refería ideas de querer “cortarle las cejas a su tío”, o querer ahogarlo con el gas.

Después de cierto numero de sesiones Daniel tuvo elementos suficientes para determinar que Manuel tenia Psicosis. El psicoanálisis pone especial acento en el mecanismo de base de las psicosis (esquizofrenia, paranoia, psicosis maníaco-depresiva, hoy llamados bi-polares), ese mecanismo es el repudio, para Freud, y la forclusión o preclusión para Lacan. Consiste en un rechazo absoluto de la realidad, en un “no ha lugar” para la realidad: el orden simbólico que diferencia fantasía de realidad está desorganizado y apenas desarrollado en la locura. Esto es provocado por un vinculo dicotómico entre el niño y la madre, el cual fue reportado en el caso de Manuel.

Durante la intervención se trabajo con Manuel en la Integración del yo, para que este fuera capaz de identificarse, de sentir su cuerpo como propio, de permitirse masturbarse y sentir placer. Otro fin fue que Manuel vislumbrará, o decidiera a que querría dedicarse, para poder hablar con la familia y que esta le ayude a lograr dicho deseo.

Por razones institucionales, y personales Daniel tuvo que dejar el caso, satisfecho de todo lo que había logrado y del gran reto que había superado. Él reporta que Manuel será un paciente que deberá estar acompañado de atención psicológica y psiquiátrica durante toda su vida, y que no podría verse mayormente beneficiado bajo otro enfoque. Y este punto es de llamar la atención, porque implica una prueba mas de eficacia en la intervención psicoanalítica, aun con pacientes tan complicados como pueden ser las personalidades psicóticas.

Finalmente me gustaría compartir mi admiración por el próximo Maestro Daniel, quien fue capaz de luchar contra el desgaste contratransferencial, que fue capaz de buscar y no rendirse, aquel que estuvo comprometido a acompañar a su paciente en todas y cada una de sus fases.