Psicoterapia Humanista

La Psicología Humanista es un movimiento que aparece en los años 60 del siglo XX en respuesta a los modelos terapéuticos de entonces: el conductista por su rigidez y el psicoanálisis por su énfasis en la patología de tipo más bien pesimista. Esta “tercera fuerza” reúne las aportaciones valiosas de las otras dos e introduce en la práctica terapéutica conceptos como el crecimiento, la creatividad, el amor, la afectividad o la auto-realización.

Este nuevo enfoque de la Psicología ocupaba la Subjetividad y la Experiencia Interna de la Persona como un todo, sin fragmentaciones como la conducta o el inconsciente, o la percepción o del lenguaje, sino que contemplar a la persona como objeto luminoso de estudio, asimismo, desarrollar una nueva disciplina que investigara los fenómenos más positivos y sanos del ser humano como la comunicación, la libertad, la capacidad de decidir, el cambio terapéutico, y sobre todo, la autenticidad y el arte de ser uno mismo, porque de allí debía provenir el sentido de respeto y responsabilidad; desde ese núcleo del Ser, puede surgir un camino del existir que sea sano o sabio, equilibrado y pleno, la autenticidad como un proceso de auto-aceptación y aceptación de todo lo que existe.

Este grupo de pensadores estaba constituido por singulares exponentes de una inquietud cultural nueva: Kurt Goldstein, Erich Fromm, Carl Rogers, Abraham Maslow, Fritz Perls, Rollo May, Karen Horney, Aldous Huxley, Herbert Marcuse, y además estaban integrando este grupo revolucionario del pensamiento contemporáneo, dos jóvenes psicoterapeutas, ellos eran Sidney Jourard y Eugene Gendlin, ambos de 26 años de edad, convirtiéndose en el primer presidente de la Asociación Humanística y el futuro descubridor del Focusing, respectivamente.

En muchos aspectos, los enfoques humanistas son de naturaleza filosófica, tratan con valores, hablan de la naturaleza de la condición humana, condenan el uso de etiquetas de diagnóstico y prefieren un punto de vista holístico de la persona.

Sassenfeld Jonquera (2006) menciona que la terapia existencial aborda los problemas con relación a ciertas preocupaciones básicas de la vida y ofrece un procedimiento práctico al respecto.

Mientras que Villegas (1981) define psicoterapia como un método de relación interpersonal y de análisis psicológico cuya finalidad es promover un conocimiento de sí mismo y una autonomía suficientes para asumir y desarrollar libremente la propia existencia.

El objetivo de la terapia es analizar ese proyecto y su modificación, de igual manera determina que con esta terapia no se pretende cambiar la realidad externa, física o social, sino la percepción que tiene la persona sobre las cosas.

Cuatro características fundamentales:

  1. Muestran un particular afán por centrarse en la persona, su experiencia interior, el significado que la persona da a sus experiencias
  2. Enfatizan las características distintivas y específicamente humanas como son la creatividad, autorrealización, decisión, etc.
  3. Mantienen el criterio de significación intrínseca a la hora de seleccionar los problemas a investigar, en contra de un valor inspirado únicamente en el valor de la objetividad.
  4. Se comprometen con la dignidad humana y se interesan por el desarrollo pleno del potencial inherente a cada persona, para ellos la persona es central tal y como esta se descubre y en relación con otras personas y con otros grupos sociales.

Habilidades del terapeuta

Rogers enfatizaba que las actitudes de los terapeutas son más importantes que las técnicas específicas de asesoramiento. El terapeuta necesita tener una consideración muy positiva para la capacidad del cliente de enfrentar de manera constructiva todos los aspectos de su vida. Mientras más dispuesto está el terapeuta a confiar en las fortalezas y el potencial del cliente, será más probable que este último descubra tales fortalezas y potencial. El terapeuta no puede ayudar al cliente al explicar la conducta de éste o prescribir las acciones a seguir. Las técnicas terapéuticas implican expresar y comunicar respeto, entendimiento y aceptación

La más relevante es la actitud del terapeuta: empática, con coherencia, autenticidad, conciencia y responsabilidad. Esta es la base para que el encuentro interpersonal se convierta en una relación terapéutica

La presencia del terapeuta te proporciona un espacio seguro, en el que puedes poner palabras a lo que te sucede y sentir cómo te afecta.

El terapeuta no dirige con consejos, interpretaciones o pautas de modificación de conducta, sino que apoya y acompaña en el proceso que está viviendo.

Escucha sin juicios ni valoraciones, y profundiza junto al paciente en los problemas, respetando tu propio ritmo.

Acompaña en los momentos difíciles, mientras que el paciente explora sus emociones, recursos y creencias, y encuentra su propio significado a lo que te sucede.

Paciente

De acuerdo con la perspectiva humanista, él necesita darse cuenta de que es responsable de sus propias acciones, que no puede encontrar su identidad en otros y que su vida no está predeterminada. Algunos puntos son los siguientes:

  1. Es que las realidades de otras personas son productos de experiencias y percepciones del mundo únicas. Además, el universo subjetivo de una persona (cómo construye los eventos) es más importante que los eventos mismos. Entonces, para entender por qué las personas se comportan como lo hacen, los psicólogos deben reconstruir el mundo desde un punto de ventaja del individuo.
  2. Los teóricos humanistas-existenciales suponen que los individuos tienen la capacidad para hacer elecciones libres y son responsables por sus propias decisiones.
  3. Ellos creen en la “totalidad” o integridad de la persona y ven sin sentido todos los intentos por reducir a los seres humanos a un conjunto de fórmulas, para explicarlas simplemente midiendo las respuestas a ciertos estímulos.
  4. Asumen que las personas tienen la capacidad de convertirse en lo que quieren, alcanzar sus capacidades y llevar las vidas que mejor les convengan.

Relación profesional

Las etiquetas serían objetables y sirven sólo para encasillar a la gente y actúan como barreras en el desarrollo de una relación terapéutica.

Apoya para que, al poner conciencia en lo que el paciente hace y en cómo y para qué lo hace, pueda descubrir aspectos de sí mismo que se mantienen en una situación de sufrimiento, desarrolle sus capacidades personales y encuentre su propia forma de resolverlo, cambiarlo o aceptarlo.

Resolución del motivo de consulta

Para el terapeuta, significa fomentar condiciones que permitan a los clientes crecer y alcanzar su potencial; este enfoque ha llegado a conocerse como terapia no directiva o centrada en la persona.

Tipos de Terapias

Existen diversos tipos de terapias con enfoque humanista, cada una de ellas con sus respectivas técnicas, algunas de ellas son las siguientes:

  1. Terapia existencial

Es un enfoque terapéutico más filosófico, fundamenta su perspectiva en las filosofías fenomenológico-existenciales. Este tipo de terapias apoya y cree en las capacidades humanas y motiva a los individuos a asumir las responsabilidad de sus éxitos.

Mediante el diálogo identifica prejuicios y maneras de proceder en la vida, tiene una disposición abierta hacia la situación del paciente y su forma de experimentar la vida, el terapeuta se centra en los conflictos que surgen al enfrentarnos a un mundo que “amenaza! la manera particular en la que cada persona se ha explicado su propia existencia.

Los conflictos emocionales se ven con como un conflicto interno causado por la confrontación del individuo con lo determinado por la propia existencia.

2. Terapia Gestalt

La gestalt como terapia, hace su aparición por los años 30 y 40 del presente siglo, debiéndose sus principios básicos a Frederick Perls, psicoanalista alemán. Esta terapia se sirve básicamente de la psicología de la GestaIt, del Psicoanálisis y de la Filosofía Existencial Europea.

La terapia gestáltica tratará de facilitar para cada organismo el desarrollo que posibilitará encontrar metas significativas, en el proceso de maduración de cada organismo. Su objetivo es desarrollar y facultar al individuo para que actúe sobre la base de toda información posible, que capte no sólo los factores relevantes del campo externo, sino también la información relevante interna, logrando con ello la autorregulación, tratando de llegar a ella por medio del darse cuenta en el aquí y ahora.

De esta manera, la terapia gestáltica antes que una terapia verbal es una terapia vivencial; es revivencia de los asuntos inconclusos en el aquí y ahora; restableciendo el funcionamiento total e integrado del individuo para que éste pueda modificar su conducta.

Por otra parte, la intervención del terapeuta se hace en base a lo inmediato, a lo obvio, a lo que percibe y durante la labor terapéutica, no se interpreta; sino que se trabaja con sensaciones, con el cuerpo del sujeto; se hace que se responsabilice de sus actos, sensaciones y emociones: “Yo me doy cuenta aquí y ahora de que actúo de este modo”.

3. Terapia de las necesidades humanas.

Es una teoría propuesta por Abraham Maslow, en la cual se expone una jerarquía de necesidades y factores que motivan a las personas; esta jerarquía se modela identificando cinco categorías de necesidades y se construye considerando un orden jerárquico ascendente de acuerdo a su importancia para la supervivencia y la capacidad de motivación.

De acuerdo a este modelo, a medida que el hombre satisface sus necesidades surgen otras que cambian o modifican el comportamiento del mismo; considerando que solo cuando una necesidad está “razonablemente” satisfecha, se disparará una nueva necesidad.

Las cinco categorías de necesidades son

4. Terapia centrada en el cliente

El principal exponente de este tipo de terapia es Carl Rogers, y aunque en un principio tomó los métodos del psicoanálisis ortodoxo con el paso del tiempo y trabajando con sus pacientes se dio cuenta de que no estaban siendo del todo eficaces. Así por la década de los años treinta y estando a cargo del Centro de Asesoría Rochester, Rogers fue influido por las investigaciones de Otto Rank y Jessie Taff, el primero tenía una formación psicoanalítica pero había desarrollado sus propias técnicas y procedimientos psicoterapéuticos con la finalidad de otorgarle a sus pacientes una mayor independencia, por su parte Taff que era una trabajadora social había implementado técnicas de relajación que permitían a las personas controlar su conducta.

Es importante resaltar la importancia de estos dos enfoques de los que Rogers fue embestido, pues formaron las bases para lo que después se convertiría la terapia centrada en el cliente.

Para el años de 1940 y con una basta investigación para desarrollar un método sistemático de tratamiento, Rogers emplea el término “terapia no directiva” la cual tenía como base la confianza en el paciente para llegar a la salud mental, así como el tratar el aquí y el ahora en vez de interesarse por experiencias de la vida pasada, además de que la relación terapeuta-paciente era el principal medio para asegurar un proceso terapéutico adecuado.

Con el paso del tiempo Rogers enfatizó de que este proceso terapeútico debía ser un medio libre por el cual las personas consiguieron el crecimiento, por lo cual el enfoque propuesto por él toma algunos puntos esenciales, el primero es el concepto de estimación positiva incondicional, con lo cual se pretende que el terapeuta otorgue a la persona comprensión, apoyo y estimación de manera constante, y aunque esta estimación es vital también lo es la empatía ya que el ponerse en el lugar del paciente ayudaría a entender la problemática que presenta y así poderle guiar en el proceso.

Por último está la congruencia, es necesaria que esta congruencia exista en el ser humano con respecto a su yo real y su yo ideal, pues mientras mayor sea la brecha entre ellos la persona se encontrará más propensa a desequilibrios psicológicos.

Aunque estas son las bases de la terapia centrada en el cliente, es hasta el año 1946 cuando Rogers decide ponerle este nombre, el hecho de que haya decidido este cambio se debe a que consideraba que una persona con alteraciones psicológicas no está enferma, por lo tanto llamarle paciente no sería adecuado, además de que él ve al tratamiento psicológico como cualquier otro servicio al que la persona acude, por lo tanto se encuentra en la situación de cliente.

5. Terapia breve centrada en soluciones

La Terapia Centrada en soluciones es un enfoque breve, su principal exponente es Steve de Shazer, la estrategia principal que maneja este tipo de terapia es aprovechar las soluciones que los pacientes han venido empleando a las problemáticas que se les presentan.

Hay tres contenidos centrales en ella, por lo cual se tiende a hacer la analogía con un triángulo equilátero que sustentan la TCS, las cuales son sus premisas teóricas, sus técnicas y la postura del terapeuta

  1. Premisas teóricas: Constructivismo relacional, hace referencia las mejorías, sobre todo que no termina con la respuesta a la pregunta elaborada, sino que continua ampliando las mejoras, para después conocer los factores que ayudaron a que esto sucediera.
  2. Técnicas, “La pregunta milagro”: Es la técnica que más característica de este tipo de terapia, es una técnica de proyección a futuro, lo que le permite al terapeuta construir objetivos adecuadamente formulados para la terapia. Esto anima a las personas a imaginar como podrían ser las circunstancias si ocurriera un milagro, así se motivan y dejan de pensar en lo que no pueden lograr.
  3. Postura del terapeuta.
    -Uso del lenguaje, se sugiere utilizar un lenguaje más cercano a la persona, sin el uso de tecnicismos y utilizando términos que le sean fáciles de comprender.
    -Postura “ir por detrás”, se deja de lado la experiencia por parte del terapeuta asumiendo al paciente como el verdadero experto que posee las capacidades para solucionar aquello que le afecta, se evitan posturas autoritarias así como imponer ideas.
    -Relación terapeuta, la empatía será la base de la relación terapéutica, donde se pretende entender al paciente para garantizar una mejor adherencia.

6. Análisis transaccional

El Análisis Transaccional además de ser una teoría de la personalidad, es una teoría de la comunicación que permite comprender y mejorar la calidad de las relaciones interpersonales.

Esta teoría explica cómo a partir de los tipos de mensajes, caricias, mandatos, prohibiciones y permisos que la persona recibe desde etapas muy tempranas de su vida, ella toma decisiones sobre quién es y cómo debe ser, adoptando determinadas posiciones existenciales o percepciones sobre sí misma, las otras personas y la vida.

A partir de estas decisiones y percepciones, actúa en concordancia tanto consigo misma como con las demás, estableciendo relaciones saludables o enfermizas con estas o participando en juegos psicológicos que le permiten mantener o reforzar sus posiciones existenciales. El problema es que muchas veces desarrolla un “mito” sobre ella misma, basado en mensajes falsos y caricias negativas que la llevan a vivir guiones destructivos que sostiene mediante relaciones interpersonales nocivas y juegos psicológicos.

Por otro lado, el propósito último del Análisis Transaccional es que la persona llegue a ser autónoma, lo que significa que está interesada básicamente en ser ella misma, en plantearse metas realistas que den propósito y significado a su existencia y en desarrollar un sistema ético para aplicarlo a su vida y en la toma de decisiones

7. La psicología Transpersonal

La Psicología Transpersonal o la cuarta fuerza, inicia a finales de los años 80, por lo tanto es sensible con respecto al contexto social, toma en cuenta las tradiciones espirituales e integra un amplio rango de fenómenos anómalos, se podría decir que hay dos intentos de definirla, en la primera se puede decir que abarca y analiza aquellos fenómenos que se pueden calificar de transpersonales (como experiencias, prácticas, conceptos), por otra parte hay una visión que la hace ser una propuesta más integradora ya que rescata y retoma los aportes que han realizado las diferentes corrientes dentro de la Psicología.

Sin embargo, deja abierta la visión a considerar también las tradiciones espirituales de la humanidad para de esta forma tener una mayor comprensión de los variados aspectos de la consciencia. Sugirió también que la comprensión de la psique en la civilización industrial es severamente parcial en dos sentidos: es etnocéntrica y cogni-céntrica (un término más adecuado sería probablemente pragma-céntrica).

Es etnocéntrica en el sentido de que ha sido formulada y promovida por científicos materialistas occidentales, quienes consideraron su propia perspectiva superior a la de cualquier otra cultura de la historia. De acuerdo con ellos, la materia es lo más importante y la vida, la consciencia y la inteligencia son, más o menos, sus resultados accidentales.

Referencias:

  • Asociación Americana de Psicología (2017) Entendiendo la psicoterapia. Recuperado 23 de agosto de 2017, a partir de http://www.apa.org/centrodeapoyo/entendiendo-la-psicoterapia.aspx
  • Arias, W. (2015). Carl R. Rogers y la Terapia Centrada en el Cliente. Revista Unife, 23, pp. 141–148
  • Burga, R. (1981). Terapia Gestáltica. Revista Latinoamericana de Psicología, 13, pp. 85–96.
  • Naranjo, M.. (2011). Una revisión de la teoría de Análisis Transaccional y posibles aplicaciones en la educación desde Orientación . Revista Educación, 35, pp. 1–4
  • Sue, David., Sue, Derald. & Sue, Stanley. (2010) Psicopatología Comprendiendo la conducta anormal. México: Cengage Learning Editores, S. A. de C. V

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