¿Qué es la posición esquizoparanoide y de dónde surge?

Melanie Klein proporciona grandes aportes a la teoría Psicoanalítica, pues habla de la importancia de las ansiedades tempranas y de los mecanismos de defensa.

Las fantasías son una expresión mental de los instintos, son inconscientes y estarán presentes y activas en cada sujeto y se originan desde el comienzo de la vida. Por lo tanto, al estar en el “aquí y ahora”, dichas fantasías se están generando constantemente en el mundo real. Así que, la fantasía y la realidad se relacionan e influyen una sobre la otra de manera mutua.

Desde el inicio de la vida, en la persona hay una Organización yoica lábil, que se encuentra de manera permanente entre la organización y la desorganización, sin embargo, es un Yo con tendencia a la integración.

Al inicio de la vida se genera un yo precario, que es capaz de establecer diferentes relaciones objetales tanto en la fantasía como en la realidad, donde ambas se ven influidas y modificadas de manera recíproca. Por ejemplo, si el bebé tiene hambre, entonces fantasea con la presencia de un “Pecho bueno” que lo amamante y lo gratifique (Bondad del objeto y del Yo mismo). Por lo tanto, se da importancia al entorno que rodea a la persona.

Aparecen las Posiciones, que se refieren a un modo particular de relacionarse con los objetos, así como una ansiedad específica y un conjunto de mecanismos de defensa. Es importante aclarar que una posición no es una etapa o una fase transitoria, ya que, a pesar de que surgen en las fases más precoces del desarrollo, reaparecen después, en determinadas condiciones de la vida. Las ansiedades que caracterizan al primer año de vida siguen siempre activas en la personalidad.

Hay dos posiciones, la esquizoparanoide y la depresiva. La primera, surge de los 0 a los 6 meses de edad de la persona y la segunda va de los 6- 12 meses de edad. Sin embargo, hay fluctuaciones entre ambas posiciones, pues son parte del desarrollo normal de la persona. Por lo tanto, no se puede establecer una división exacta o total entre los dos estadios.

Para fines prácticos, se explicará únicamente la posición esquizoparanoide, pues fue un tema del que se habló a lo largo del semestre y que es importante de aclarar y entender.

En esta posición, hay gran tensión del Instinto de muerte, pues el Yo deflexiona parte de aquél, proyectándolo hacia afuera, es decir, hay una parte en el Yo que queda como una Agresión para defenderse de los ataques de los objetos. Se conforma el primer objeto malo: pecho malo o perseguidor. El miedo original al Instinto de muerte se verá transformado en miedo a un perseguidor, que será el responsable de una ansiedad anticipatoria. El objeto malo condensa las experiencias frustrantes del contacto del Yo con el Objeto y la realidad externa.

A su vez, también se proyecta el Instinto de Vida, pues se conforma el primer objeto bueno; pecho bueno, idealizado, que es el punto central del Yo. El objeto bueno condensa las experiencias gratificantes del contacto del Yo con el Objeto y la realidad externa.

La principal característica de la posición esquizoparanoide es la escisión, tanto del yo como del objeto, en lo malo y lo bueno, donde en el comienzo la integración entre ellos es escasa o nula.

Para Klein, los niños pequeños experimentan mucha ansiedad a causa de la pulsión de muerte interior, del trauma experimentado durante el nacimiento, y de las experiencias de hambre y frustración. Los niños muy pequeños poseen un ego rudimentario no integrado, que intenta hacer frente a la ansiedad mediante el uso de fantasías de escisión, proyección e introyección.

A manera de resumen, el niño divide su ego y su objeto, y proyecta hacia afuera y separadamente sus sentimientos de amor y odio (pulsiones de vida y de muerte) a partes separadas de la madre (o pecho), lo cual resulta en que el objeto materno se divide en un pecho “malo” un pecho “bueno”. Ambos objetos son introyectados, dando lugar a un ciclo de re-proyección y re-introyección. La omnipotencia y la idealización son aspectos importantes, pues experiencias malas son negadas de manera omnipotente cada vez que existe posibilidad para ello, y las experiencias buenas son idealizadas y exageradas a modo de protección contra el temor al pecho persecutorio.

Esta escisión es esencial para un desarrollo saludable, pues permite al niño incorporar suficiente experiencia buena y aferrarse a ella para dar lugar a un núcleo central alrededor del cual comenzar a integrar los aspectos contrastantes del yo.

Referencias:

Castro, L. (2009). Conceptos básicos de la Escuela Inglesa de Psicoanálisis. Ficha de la Cátedra, Buenos Aires.

Melanie Klein Trust (2017). Posición esquizoparanoide. Furthering the psychoanalytic theory and technique of Melanie Klein. Recuperado el 26 de noviembre del 2017 de http://www.melanie-klein-trust.org.uk/es-paranoid-schizoid-position

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