¿Quién fue Melanie Klein?

Melanie Klein poseía la materia de la que están hechos los mitos. Aparentemente reservada acerca de su pasado, inquebrantablemente segura de sí acerca de su presente, su mismo ser dio lugar a la especulación y a la sospecha. […] Sus enemigos […] fueron muchos durante su vida, y también después… (Phyllis Grosskurth, 1990).

Melanie Reizes (quien luego adopta el apellido Klein) nació el 30 de marzo de 1882 en Viena, Austria. Es una de las mujeres más sobresalientes en la historia del psicoanálisis.

Fue una mujer controvertida por sus planteamientos, ya que “utilizó” el análisis de sus hijos para desarrollar sus teorías y por el conflicto abierto con Anna Freud.

Se le reconoce como precursora del uso de la Técnica del Juego en análisis con niños, que es algo similar a la asociación libre del adulto, pues consideraba que a través de esta técnica emergían las fantasías del infante para poder interpretarlas.

Klein estaba convencida de que el tabú con que se manejaba la sexualidad en el niño era dañino, pues consideraba que, al ser franca con él, se podría evitar una represión innecesaria y fijar el principio de su salud mental.

Por otro lado, la vida de Melanie estuvo llena de duelos, pues sufrió las dos grandes guerras europeas y sus consecuencias, ya que su esposo regresó a casa inválido tras la Primera guerra. De igual manera, su primera pérdida sucede a los 4 años, cuando una de sus hermanas muere de tuberculosis, posteriormente muere su padre cuando ella tiene 18 años, al cumplir 21 años, muere su hermano preferido de nombre Emmanuel. Más adelante, su hijo Hans muere a los 18 años en un accidente confuso, que se cree fue un suicidio. Debido a las constantes pérdidas, decide buscar un analista para tratar la depresión por la que pasaba, primero estuvo con Sandor Ferenczi y posteriormente con Karl Abraham, sin embargo, cuando llevaba seis meses de tratamiento con Karl, éste fallece.

La situación en el núcleo familiar era complicada, pues había conflictos entre sus padres, había rivalidad con su hermana mayor, ya Melanie tenía una relación cercana con su padre y no soportaba saber que su hermana era la consentida de él. Al morir su hermana mayor, ella siente gran culpa. Su hermano mayor era el más allegado a Melanie, apoyándola en sus estudios, sin embargo, a los 16 años de edad, conoce a Arthur Stevan Klein, casándose con él tiempo después y alejándose de su hermano y de la escuela. Emmanuel, no soportó sentir que perdía a su hermana tras el matrimonio de ésta. Por esa razón, decide irse a vivir a Italia, donde decide escribir en el tiempo que le quede de vida. La inquietud, desnutrición, el alcohol y drogas lo llevan a la muerte en 1902 (Grosskurth, 1990).

Tras su muerte, una de las metas que se propuso Melanie fue editar su libro después de su muerte: logró hacerlo en 1906 con la ayuda de Arthur Klein, sin embargo, no tuvo mayor acogida en el medio intelectual.

Klein tuvo tres hijos, Melitta, Hans y Erich. Sin embargo la madre de Melanie, Libussa, interfirió en el matrimonio de ella y Arthur, pues ella se encargaba de organizar viajes para ella y su marido lejos de la ciudad, mientras ella cuidaba a sus nietos. Esto lo hacía bajo el pretexto de que Melanie necesitaba descansar, pues sus nervios estaban bastante alterados. Cuando Klein estaba fuera, Libussa no perdía oportunidad para cargarla de culpa por el abandono de la familia y de ella misma, desacreditándola frente a sus hijos como una madre abandonadora. La madre de Melanie muere en 1914.

Klein se dedica a escribir una colección de 30 poemas, varios fragmentos, bocetos en prosa y cuatro relatos. Su único tema era el anhelo de una vida más plena y su esfuerzo constante por ajustarse a la realidad de su existencia (Niño, 2010).

Al finalizar la primera guerra, Arthur se fue a trabajar a Suecia y Melanie se fue a vivir con sus suegros, esta separación terminó en divorcio, en 1922.

Posteriormente Melanie conoce a Ferenczi, quien ya había sido el colaborados más estrecho de Sigmund Freud y ocupaba un lugar importante en la sociedad de Budapest. Él fue una gran influencia para ella, tanto en su vida como en su pensamiento, al ser el primero en reconocerle una capacidad especial para la comprensión del inconsciente infantil: la alentó a dedicarse al Psicoanálisis de niños y Klein tomó algunas de sus ideas para desarrollar las propias (Niño, 2010).

Durante el V Congreso de la International Psychoanalytical Association (IPA) de septiembre de 1918, en Budapest, Klein presentó el estudio del caso de su hijo Erich (Fritz en sus escritos). A diferencia de sus otros dos hijos, Klein se encargó de él enteramente.

En 1920, Klein, en el Congreso de La Haya, conoce a Abraham y a Hermine Hug-Hellmuth, pionera en la utilización del juego en la Psicoterapia de niños, quien lee su trabajo sobre la técnica del análisis infantil. Abraham la invita a unirse al grupo de Psicoanalistas de Berlín. En 1921 el “terror blanco” y la ola de antisemitismo de Budapest, obligaron a Klein a dejar la capital y con esto a Ferenczi, yéndose a vivir a Berlín con Erich.

A pesar de la resistencia para aceptarla en el círculo psicoanalítico de Berlín, con el tiempo, varios de sus colegas mandaban a sus hijos para análisis preventivos, lo que le permitió adquirir una enorme experiencia en la Observación de niños. Estos niños son los que describe en El Psicoanálisis de niños en 1932.

En abril de 1924, en el VIII Congreso de la IPA en Salzburgo, presentó algunas consideraciones sobre Psicoanálisis de niños pequeños, en donde comenzó a cuestionar ciertos aspectos del complejo de Edipo. Posteriormente viaja a Viena a exponer su trabajo y es cuando se encuentra con Anna Freud, donde de abre un debate acerca de cómo debía ser el psicoanálisis del niño: una nueva forma de pedagogía, como Anna lo planteaba o la exploración del funcionamiento psíquico desde el nacimiento, desde la postura de Klein.

La lucha de Klein por sus ideas fue continua y apasionada. Su obra está compuesta por alrededor de cincuenta artículos y un libro (El Psicoanálisis de niños) y ha sido traducida a unos quince idiomas. A ellos se suma su autobiografía inédita y la correspondencia. Asimismo, se le han dedicado varias obras, entre ellas las de Hanna Segal, su principal comentadora, y la de Phyllis Grosskurth, su biógrafa. En 1991, r. D. Hinshelwood elaboró un Diccionario de los conceptos kleinianos (Niño, 2010).

La razón por la que decidí publicar la biografía de Melanie Klein es debido a que a lo largo de las clases de habló de ella y no tenía una idea sólida respecto a todo lo que aportó, por esa razón se consideró importante y enriquecedor mostrar qué fue lo que hizo y cuál es su importancia en el desarrollo del niño.

Referencias:

Gruskurth, P. (1990). Melanie Klein. Su mundo y su obra. México: Paidós.

Niño, M. (2010). Melanie Klein, su vida y obra. Psicoanálisis (XXI), vol. 2. 51–58.

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