Terapia sistémica latinoamericana

El artículo comienza dando una breve introducción a la historia y desarrollo del enfoque y la terapia sistémica, todos los cuales se explican claramente ya tanto en la guía como en otros artículos.

Se hace una especie de crítica a la forma en que se hace la terapia, proponiendo que se ve como una relación de dos con jerarquías, donde claramente uno (el terapeuta) sabe más que el otro (el paciente). El autor propone que es asimetría en la relación terapeuta-paciente lleva muchas veces a creer que el terapeuta no puede equivocarse en sus interpretaciones, y que si no se producen los cambios esperados dentro de la terapia es porque hay “resistencias”.

La terapia puede entonces, bajo esta perspectiva, definirse como una relación asimétrica de dos, en donde uno es el ayudador y el otro el ayudado, en donde uno viene al otro con un problema a resolver, que es ayudador a su vez construye y el fin de la terapia es cuando el problema, que fue el móvil para iniciarla por primera vez queda resuelto.

Pero en términos cibernéticos la terapia puede ser entendida como un agente estabilizador del caos, cuando hay caos y el sistema se desestabiliza (que es cuando se recurre a la terapia).

Estas son dos formas en las que el artículo propone se puede ver la terapia, utilizando también ejemplos de cómo la terapia ha sido vista en América Latina, por ejemplo en Cuba y Argentina, en donde esta visión de la terapia era considerada algo muy apegado a los regímenes políticos. Concluye esta explicación con una reflexión que me parece muy importante: todo (incluidos los trastornos que puedan surgir) dependerá del tipo de sociedad en que se aplique la psicoterapia. Y quien sabe como se hará y se verá la psicoterapia latina en el futuro.

La invención de modelos de psicoterapia se gesta a partir de determinadas características sociales, crisis políticas o de cierto tenor económico. Photo by Pablo García Saldaña on Unsplash

Todos los modelos de intervenciones se han gestado y evolucionado a partir del momento histórico, social, económico, político en el que se les ha necesitado, y han sobrevivido conforme han respondido a las demandas del ambiente y la sociedad de dicho momento. Las terapias en latinoamérica deben hacer lo mismo y buscar resolver los problemas con los que se enfrentan las sociedades.

Un ejemplo de este proceso lo menciona en artículo cuando habla de la creación de la terapia breve como una expresión de la cultura californiana y la creación a su vez de la terapia familiar estructural como un modelo para trabajar con familias violentas, marginales y con problemas de adicciones y promiscuidad en los ghettos negros y latinos en las grandes ciudades de la costa este norteamericana. Y es este modelo, el estructuralismo sistémico, el que puede funcionar en las sociedades actuales del continente. Algo que recalca al final del artículo y me parece muy acertado es la importancia de la comunicación entre terapeuta-paciente. Se nos ha enseñado que se debe mantener una expresión neutral, pero en las sociedades latinoamericanas la afectividad siempre trasciende en la comunicación. Nuestra cultura es reconocida mundialmente justo por estas afectividades. ¿Por qué entonces tendríamos que dejarlas de lado, no tomarlas en cuenta? Hemos aprendido a ser terapeutas neutros, inmóviles, practicar para que no se nos note la afectividad en la voz, pero tal vez sea hora de repensar este supuesto bajo una mirada más sistémica y acaso humanista, bajo el contexto de nuestra cultura.

La cuestión afectiva en la terapia sistémica. Photo by Sebastián León Prado on Unsplash

Por último, el autor hace un llamado a seguir haciendo psicoterapia y ser fieles a ésta, dejando de lado el narcisismo y la soberbia a la hora de enfrentarse con problemas propios de las terapias. Recomienda también continuar con el área de investigación en distintos contextos teniendo en cuenta las variables socioculturales de cada uno. Y por último que no nos olvidemos de que aunque si bien es cierto que la investigación ha estado dominada por los psicólogos cognitivos debido a su metodología, existen también investigaciones y campo para desarrollar más en el área sistémica ( clínica, educación y organizaciones, entre otros campos.)

Tomando en cuenta los contextos latinoamericanos (que distan mucho y en muchos sentidos de los contexto para investigaciones de las grandes potencias, sean EU y Europa), la investigación, el trabajo, las terapias, se continúan haciendo, y es nuestro deber como psicólogos latinos el creer en nuestro trabajo y hacérselo creer al mundo.

Ceberio, M. (2016). Terapia sistémica latinoamericana: ¿es solamente una ilusión? Interacciones, 2(2), 99–108. doi: 10.24016/2016.v2n2.34

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