Si bien lo comento la Dra. invitada a clase, la biodanza es el lenguaje del cuerpo, todos somos ritmos aun antes de respirar fuera del vientre materno, desde etapas muy tempranas del desarrollo, tenemos un corazón que late al compás del de nuestra madre, escuchamos sonidos y danzamos dentro del saco gestacional, al tener contacto con el exterior y dar la primera bocanada de aire empieza un ritmo nuevo, el de la respiración y así al ir teniendo contacto con el mundo nos adaptamos por medio de ritmos y copases, la naturaleza misma lo hace y juntos nos acoplamos para la danza de la vida.
El cuerpo se expresa de esta manera y es así que por medio de esta técnica y filosofía podemos entrar en contacto con nuestro “yo” interno y lograr una comunicación con lo que siente el cuerpo tratando de dejar fuera pensamientos y cogniciones que impidan estar en este momento de comunicación si palabras, de comunicación con uno mismo.
Me gustó mucho el taller que tuvimos, me hizo experimentar paz, tranquilidad, hice a un lado la pena, solo me deje llevar por la música, me relajé, por momentos me llene de energía y mucha alegría, también tuve momentos de reflexión pero en general puedo decir que en lo personal la experiencia fue grata, me sentí a gusto con el grupo y con la temática de la sesión.
Lo que me deja, es el aprendizaje que existen innumerables de técnicas e intervenciones que facilitan la comunicación en un proceso terapéutico, y que nos ayudan a potenciar la expresión. Me queda claro que este enfoque trabaja con la parte positiva y con lo sano del paciente lo cual puede servir para trabajar las áreas libres de conflicto y que en dado momento se pueda ayudar con esto al paciente con las problemáticas que presente.
