Conociéndote a través de la Biodanza

¿Qué es la biodanza?

En las propias palabras de Rolando Toro, su creador, expresa que “la Biodanza es un medio para el desarrollo de las cualidades humanas, para integrar los potenciales de vínculo, de armonía, de salud, y crear nuevas alternativas para la vida de cada uno. Utiliza el movimiento, la música y la interacción grupal, en un enfoque vivencial, con bases en las ciencias naturales (biología, fisiología, etología). Actualmente se aplica tanto para quienes quieren mejorar su calidad de vida, como para grupos especiales (ancianos, niños, empresas, grupos de personas afectadas por dolencias específicas, y otros)”.
Desde sus inicios, en los años 60, hasta hoy, la Biodanza se ha extendido a casi todos los países del mundo.

Mediante esta experiencia logro concebir desde mi punto de vista a la biodanza como una potencializadora de capacidades, que nos permite estar al tanto del lugar que ocupamos en el mundo, la importancia que tenemos dentro de él, nos permite conectarnos con cada parte de nuestro cuerpo, para así, poder lograr una expresión adecuada de nuestros pensamientos, sentimientos y emociones. Y todo esto tiene suma importancia pues muchas veces contamos con capacidades o habilidades que no estamos conscientes de poseerlas, por lo que a en ocasiones necesitamos un “empujoncito” que nos ayude a salir de nuestra zona de confort porque sólo así lograremos descubrir aquellos aspectos que teníamos guardados y no desarrollábamos, por ello la biodanza es una buena opción como un propiciador del mismo reconocimiento de cada persona, de fomentar su mejor identidad para que pueda estar en armonía con “su mundo”.

Gracias a la experiencia que Lucía nos proporcionó en la clase, pudimos experimentar lo que nos ofrece la Biodanza como una manera o medio de lograr una conexión con la vida. Esta experiencia fue muy grata para mí, porque incluso el hecho de escuchar alguna melodía, oler aromas agradables, bailar y sentirte libre puede tener grandes cambios en ti, en lo personal, venía cargando el estrés del semestre y darme un pequeño espacio para cuidarme a mí misma es algo realmente valioso, en cierta metáfora puedo darme cuenta que no tengo límites y que todo se trata de buscar nuestro lugar en el mundo y nuestra misión de vida.