La competencia como dinámica

Cristal García
3 min readNov 25, 2016

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El día viernes 18 de noviembre, en la clase de Teorías y Sistemas Terapéuticos se llevo a cabo una competencia. Esta consistió en hacer tres equipos, a cada uno se le fue asignado un capitulo del libro “El psicoanálisis después de Freud”, los miembros de los equipos debían hacer una serie de preguntas relacionadas a su tema. Una vez que todos tenían hechas las preguntas, un equipo elegía una pregunta, la leía en voz alta para que entre los equipos restantes respondieran, ganaba la palabra quien alzara la mano más rápidamente y, por ende, obtenía un punto si respondían de manera correcta.

En ocasiones cuando escuchamos o leemos la palabra “Psicoanálisis” muy probablemente el principal autor que se nos venga en mente sea Freud, lo cual es entendible por la riqueza teórica inigualable de este, pero existen diversos autores que han buscado ampliar las aportaciones de Freud, tales como Melanie Klein y Winnicott entre otros, precisamente de estos dos últimos autores se abordo la competencia.

Winnicott por su parte, centró sus estudios en la relación madre-lactante y la evolución posterior del sujeto a partir de tal relación. Menciona que a partir del nacimiento no se puede decir que el bebé es una unidad psíquica, si no que durante el primer año de vida, la diada madre-infante constituyen una unidad porque la madre es el primer entorno del infante. La madre en un principio debe ilusionar al bebe para desilusionarlo gradualmente. Esto quiere decir que el bebé, ante su necesidad de comer, es acogido por la madre y ésta le ofrece su pecho para alimentarlo, de tal modo que se dispone una situación donde el lactante tiene la ilusión de que el pecho fue creado por él y que es parte de él. Pero a medida que la madre lo desilusiona , el bebé va percibiendo que no es uno con la madre, disponiéndose a entrar en contacto gradualmente con la realidad y su subjetividad. Como consecuencia de tal equilibrio, el infante percibe la medida de su dependencia y adquiere la capacidad de hacer notar sus necesidades al entorno. En tal aspecto los objetos transicionales tienen un papel fundamental.

Las investigaciones de Melanie Klein se centran en la comprensión emocional del paciente, de cómo en realidad viven sus fantasías. El psicoanálisis en niños lo realizo mediante el juego que es un medio de comunicación vital para psicoterapeutas infantiles, Klein creía que el juego se podría usar como una forma de expresar y controlar las angustias, mediante la fantasía.

En cuanto a la clase, en ocasiones las dinámicas en grupo no son de nuestro interés o no sacamos provecho de estas, sin embargo, considero que es indiscutible la importancia que tienen pues el trabajo colaborativo que fue característico en la actividad realizada en clase, tiene para el alumnado universitario diversas aportaciones, por ejemplo; puede ayudar a su preparación en el mundo laboral si tomamos en cuenta que la mayoría de los empleos piden como requisito poseer la habilidad del trabajo en equipo. Por otro lado, propician el desarrollo de habilidades sociales, tales como el que seamos capaces de establecer una comunicación fluida con los demás, resolver conflictos, compartir ideas, tener una escucha activa,comunicarnos de manera asertiva, entre otros. De igual modo, ayudan al desarrollo de la comprensión intelectual porque mediante el dialogo o el debate es posible esclarecer conceptos y teorías lo que también posibilita el poner en practica valores como el respeto a la opinión de los otros. Finalmente, es motivador y gratificante poder participar, esforzarte y obtener buenos resultados incluso en algo sencillo como lo es un juego en clase .

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