Una nueva forma de aplicar la psicología.

La psicología se ha ido abriendo camino en diferentes áreas de intervención, desde lo tradicional de la clínica y hospitales, hasta trabajos en ciertas comunidades donde antes ni se pensaba que un psicólogo podía trabajar, pero la vocación de servicio es la que une a todas las áreas y hace que como profesionistas tengamos un objetivo en común.

El ejemplo más claro lo pudimos observar en la clase del viernes, donde una psicóloga egresada de la Facultad de Psicología, de la primera generación con el plan de estudios actual, nos compartió su experiencia de trabajo en servicio social, aplicando sus conocimientos, no de una solo área, sino de todo lo que aprendió en la carrera para poder dar un servicio de calidad y adaptándose a cualquier situación que se le podía cruzar, siempre y cuando estuviera en sus manos poder hacer algo porque hasta nos comentó todos los intereses políticos que pueden llegar a existir en las comunidades.

Utilizando la creatividad y las herramientas que el psicólogo maneja, se pueden llegar a hacer grandes cosas, junto con las personas, cuando te integras en un grupo, poder llegar a realizar cambios no es un trabajo fácil, pero aunque tengas poco tiempo, si realizas algo bien y con entusiasmo, va a perdurar por más tiempo de lo que nosotros imaginemos.

El seguimiento a proyecto que se iniciaron es muy importante, el trabajo que se ha llevado acabo no debe dejarse de lado, poco a poco nuestros colegas han ido abriendo estos espacios para que futuras generaciones puedan trabajar más fácilmente con ellas, pero debemos de estas preparados con los conocimientos necesarios, no solo de la psicología, sino también de nuestro contexto social, político, cultural e histórico en el que nos encontramos para poder llegar a hacer una intervención de manera trascendental y no solo por una mera práctica.