Psicoterapia humanista.

La psicoterapia humanista, ubicándola en un contexto en el cual el psioanálisis y el conductismo estaban en su apogeo, abrió un amplio, nuevo e interesante escenario desde el cual concebir, entender e intervenir en el ser humano. Establece que siempre estamos en movimiento en un camino en el cual nuestra última parada debería ser la autorrealización, y sobre todo, establece que somos valiosos por el simple hecho de ser.

No diré que estoy de acuerdo con todos sus postulados, porque hay algunos puntos que son bastante cuestionables. No puedo evitar preguntarme si un asesino, un violador, un secuestrador, un sicario, o incluso un narcotraficante son valiosos, y a su vez merecen aceptación incondicional. Me parece que es un tema delicado. Como psicólogos es difícil conseguir ser objetivos siempre, cada momento con cada caso, y en estas circunstancias, si yo trabajara desde el modelo humanista, me sería difícil aceptar de forma incondicional a estas personas. No conozco este modelo a fondo, y esto segura que los psicoterapeutas deben tener un trabajo exploratorio de sí mismos particular para poder trabajar de acuerdo a sus postulados. Percibo que más que como psicoterapias, bien podrían ser utilizadas como técnicas, logrando una intervención más completa.

Por otro aspecto, el concepto de autorrealización y la manera en cómo lo conciben en la vida de cada ser, me es de sumo interés. Entendiendo que dentro de esta palabra cabrían una serie de descripciones y significados diferenciados, pues la manera en que alguien puede sentirse autorrealizado, es muy diferente al de otra persona. Me encanta que en un solo concepto exista tanta diversidad.