Ser curioso para conocer
(2DA CLASE DE TEORÍA PSICOANALÍTICA)
Pareciera que la teoría psicoanalítica tiene muchas “versiones” en las que no se deja a lado el objetivo principal de analizar a la persona en general, profundizando algunos aspectos de su vida en particular.
En esta ocasión, a parte de las aportaciones de Melanie Klein, también hubo otros autores que parece que de las mismas propuestas teóricas que se tenían, iban mejorando o modificando lo que les parecía más atractivo de ellas.
Mucho del conocimiento terapéutico ha ido evolucionando; se modifica acorde a lo que actualmente se presenta, en ocasiones pareciera que sólo hay más de lo mismo. No me refiero a que sean malas las propuestas que hay y cómo se están desarrollando actualmente, sino que, ya no se ha tenido aportaciones nuevas como continuamente se tenía hace varios años. Un ejemplo es lo que pasa con la teoría psicoanalítica, se ha ido perdiendo el objetivo principal de lo que ésta maneja como intervención. Existen bastantes interpretaciones interesantes con base en el psicoanálisis original de Freud, sin embargo, aunque desvían su atención para tratar de hacerse “únicas” entre las demás, aún existía esa motivación por aportar algo de ellos mismos a partir de eso.
A veces, tratar de explicar todo con una sola interpretación puede llegar a causarnos conflicto entre si realmente es la adecuada y cuál no lo es. Esto provocaría la necesidad de inclinarse por alguna de ellas, y como consecuencia, nos cerraremos a no escuchar otras explicaciones, para defender la que escogimos y quedarnos solo con eso.
Tanto como alumno como en la vida cotidiana, nos quedamos con lo que conocemos de algo y no vamos más allá de lo que pasó o influyó en eso, y es así como nuestros conocimientos, en este caso, del psicoanálisis, siguen siendo demasiados superficiales y sin fundamentos concretos para hablar de ello.
La actitud que comenzamos a tener con esta información, tomándolo como ejemplo, habla mucho del análisis y comprensión del conocimiento con el que contamos, que más bien yo utilizaría la palabra “comodidad”, ya que, evitamos involucrarnos más sobre algo, tal vez para disminuir el peso que pudiera tenerse el realizarlo.
Esto me lleva más a una reflexión personal; utilizando la famosa metáfora: Si la vida te da limones, haz limonada; en este caso, cuando la vida te muchas oportunidades, la única limitación que tenemos es la de nosotros mismos. A veces no queremos informarnos o conocer algo porque creemos que no lo entenderemos o porque no es parte de alguna evaluación escolar. La añoranza de volver a ser pequeños para tener esa mentalidad curiosa por querer conocer todo acerca del mundo, es algo que hemos ido guardando poco a poco; sin embargo, seguimos teniendo esa capacidad para hacerlo, lo único que falta es hacerla florecer de nuevo y seguir cultivándola para nuestro propio crecimiento. Así tal vez, seamos los próximos pioneros a proponer nuevas teorías psicológicas y no sólo lectores de algunas de ellas.
