No más putos
Queremos borrar a los putos, hasta en el lenguaje.
No soy un especialista en la lengua española, hablo desde el desconocimiento. Sin embargo, me llama la atención las ganas de borrar Puto de nuestro vocabulario. Una mala palabra de moda.
Verga es el palo horizontal que en el mástil sujeta velas. Carajo es el tope de dicho mástil. Y a pesar de no conocer marineros, muchas veces he mandado o me han mandado a revisar alguna de esas partes del barco.
Internet me ha dicho que imbécil quiere decir en griego sin bastón y se refiere a alguien que necesita apoyarse en otra persona para andar. Supongo que en este siglo XXI la tecnología ha avanzado tanto que podemos ver imbéciles que andan a dos pies sin problemas.
Cuando hablamos de vergas, carajo, o imbécil. Obviamente no estamos tocando temas de mar, o dificultad motora, estamos aprovechando estas chicas malas: Las tan atractivas malas palabras de nuestro idioma.
Puto
El que lea esto, puede entender que seguiré con la tan famosa palabra puto.
Puto originalmente hacia referencia a quien ejercía la prostitución. Después a los homosexuales. ¿Ahora?
Ahora como todos hemos visto, Puto es el o la cobarde, el o la incompletx, el que no se une a la celebración, el que está en contra del otro, etcétera. El prohibirla por hacer referencia a la homosexualidad, sólo exaltará y permutará el uso de esa palabra en ese contexto. ¿Por qué no dejamos que puto crezca en nuestro lenguaje, como lo ha hecho, verga, imbécil, carajo, pendejo, o la tan famosa chingada?
Si los mexicanos, (aparentemente expertos y culpables del uso de la palabra puto) queremos erradicar la misoginia y el ataque a las personas homosexuales, deberíamos poner atención a los temas que realmente afectan nuestros derechos humanos, como nuestros legisladores, que atacan los pocos avances que hemos logrado.
Por otro lado, el grito de puto se quedará principalmente en los estadios, la lucha libre o las cantinas. Y al que no le guste, pues que no lo use. Así es como se construye un idioma.
