Proceso de escritura

Fernando Goitia
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3 min readAug 28, 2013

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No sé qué escribir. Como casi siempre que me pongo frente a la computadora sin un proyecto en mente. Sin proyecto no hay palabras, es simple. Pero dicen que lo mejor es no detenerse, escribir lo que sucede en la mente de uno, aunque no tenga coherencia. La idea es seguir escribiendo para que las ideas sueltas de la mente fluyan hacia los dedos. De pronto uno ya ha escrito un párrafo entero. No te detengas a releerlo, recomiendan, sigue hasta que hayas conseguido completar una página.

Así pues, uno sigue escribiendo. Por fortuna es más sencillo escribir sin proponerse a lograr algo en específico. Cuando existe un proyecto, resulta atractivo detenerse, cada tantas palabras, para revisar lo avanzado. A veces alguna idea surge y la desechamos. Nos parece que ninguna importancia tiene, por ejemplo, que recordemos la cena con sus detalles.

Quién va a querer saber que la pasta estaba seca y que la carne sabía a refrigerador. Hay que seguir escribiendo. Claro, lo que sucedió durante el día puede ser una buena idea. Estuve a punto de chocar contra el Jetta plateado y en el último momento reaccionó el pie y se clavó hasta el fondo, por la ventana se coló el olor a caucho. ¿Y después? Nada, la vida siguió y olvidé el asunto, porque eso es lo que sucede en la vida, a diferencia de las historias, que a veces a uno se le ocurre escribir. En una historia creada por nosotros, tal vez, después aparezca el mismo Jetta plateado,en el estacionamiento de la universidad y de ahí baje el amor eterno del personaje o el mismísimo PhD Enemigo.

Dejémonos de historias que no tienen sentido. Esto no es ficción, les digo la verdad. También un narrador puede pretender engañarnos con un discurso construido de esa manera, “basado en un hecho real”. Cuando llegamos al punto final nos damos cuenta de la sarta de mentiras que nos ha contado. Eso es. Para poder escribir algo hay que tener de verdad ganas de mentir. Para que sea un buen texto, el autor debe ser el mejor mentiroso posible. De otra forma, aquello que escriba se perderá, por falta de construcción, entre tantos textos como exista en el mundo.

Cuántos autores habrá perdidos por ahí en la historia de la literatura y que, hoy en día, no exista una sola persona que los lea o, peor, que ni siquiera los recuerde. A fin de cuentas lo único que tenemos es la memoria. Imagínense revivir cada paso sin que nos demos cuenta. Andaríamos por el mundo con los ojos muy abiertos, ajenos a nuestra propia existencia. Últimamente he leído bastante acerca de la memoria. Muchas teorías filosóficas. A veces creo que hacer filosofía se parece al proceso de escribir sin proyecto en mente. Ah, ahora recordé laguna idea del primer párrafo. Lo mejor será poner el último punto, para que parezca que hay algo de coherencia.

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