Ya tenemos la Primera Misión Privada a la Luna

Pablo Padial
The Aerospace Times
3 min readFeb 21, 2019

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Mañana 22 de febrero de 2019 va a tener lugar el primer lanzamiento privado de un robot a la Luna. El constructor de la nave es una organización israelí y el que pone el cohete, lo habéis acertado, es SpaceX.

¿Os acordáis del Google Lunar X Price? Fue una competición esponsorizada por Google que retaba a ingenieros y científicos de todo el mundo a diseñar un robot capaz de aterrizar en la Luna, recorrer 500 metros y enviar imágenes en alta definición de vuelta a la Tierra.

Hay que reconocer que fue una flipada enorme, pero oye la tecnología la tenemos desde hace 50 años y un reto así sonaba descabelladamente delicioso. Pero la cosa se lió un poco y los organizadores pospusieron la fecha límite de 2014 a 2017 si al menos uno de los equipos conseguía un contrato para lanzar con alguna compañía.

Una segunda prorroga nos lleva a 2018 y para entonces 5 equipos disponían de un contrato seguro. No obstante, se evidenció que ningún iba a ser capaz de enviar nada fiable para esa segunda fecha y el concurso acabó por anularse.

Pero ojo, porque uno de los equipos sí que enviará su robot a la Luna a diferencia del resto y este es SpaceIL, una organización sin ánimo de lucro para promover la ciencia en la educación israelí.

Yonatan Winetraub, uno de los co-fundadores contaba que la idea de apuntarse al concurso salió mientras él y unos amigos tomaban algo en un bar de Tel Aviv.

Yonatan Winetraub, que fundó Space IL junto a Yariv Bash y Kfir Damari

En 2015 SpaceIL consiguió un contrato para lanzar con SpaceX desde Cabo Cañaveral y siguió trabajando aunque la competición se cancelase. A eso sumadle una donación millonaria del magnate Sheldon Gary y de la Agencia Espacial de Israel y… voilà!

El vehículo se llamada Beresheet, que significa Génesis en hebreo. Tras el despegue con el cohete Falcon 9 de SpaceX, la nave iniciará una trayectoria hacia la Luna y se introducirá en una órbita durante cerca de 30 días hasta que inicie una trayectoria de frenado que la haga descender hasta su destino, Mare Serenitatis, el 11 de abril.

La nave tomará datos del débil campo magnético lunar hasta que sus circuitos acaben achicharrados por el Sol unos pocos días después debido a la falta de un sistema de control térmico… Cabe destacar que la practicidad no es una característica clave de este robot porque mucho mucho… no es que vaya a hacer. ¿Quizás a los fundadores no les hacía gracia echar por los suelos un proyecto casi terminado de este calibre? No lo se.

Lo que es evidente es que esta misión prueba, una vez más, que el espacio no es solo cosa de gobiernos y agencias espaciales sino de empresas. Puede que esta misión, aunque de poco valor práctico pero pionera, sea recordada dentro de unos años cuando el negocio espacial sea una industria tan arraigada como la automovilística.

22/02/2018-Nueva entrada al articulo

El despegue ha sido un éxito. La nave orbita a la Tierra en estos momentos y permanecerá así 7 semanas hasta alcanzar la velocidad y el momento perfecto para insertarse en una órbita lunar.

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Pablo Padial
The Aerospace Times

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