Disciplina 4: Mantener una cadencia de rendición de cuentas — Serie 4DX

Fernando Orta
Cultura Podemos
Published in
4 min readDec 4, 2019

En esta serie cubriremos los aprendizajes más importantes del libro Las 4 Disciplinas de la Ejecución de Sean Covey. Este libro y sus enseñanzas nos están ayudando a enfocarnos como organización en alcanzar nuestras Metas Crucialmente Importantes.

La cuarta disciplina consiste en establecer un ritmo de rendición de cuentas, es decir, un ciclo recurrente de supervisión del desempeño anterior y la planeación sobre lo que se va a hacer para lograr los resultados esperados. La Disciplina 4 es aquella en que la ejecución se hace una realidad. Las Disciplinas 1, 2 y 3 plantean las reglas del juego, pero no es hasta que se comienza a aplicar la Disciplina 4 cuando los equipos realmente entran a la cancha.

Mucho equipos se plantean metas, lo que es realmente difícil es desarrollar la capacidad de lograr una meta crucialmente importante en medio del torbellino. Para hacer que esto ocurra, los mejores equipos operan bajo un régimen serio de rendición de cuentas. Sin él, los miembros de un equipo avanzan en direcciones opuestas, pues cada quien desempeña la tarea que considera más importante. Cuando esto ocurre, el torbellino del día a día se hace más fuerte y muchas veces domina el día a día de todas las personas. Las primeras tres Disciplinas sirven para obtener enfoque, mayor claridad y cierto grado de compromiso. Esto son las bases de lograr un resultado. Sin embargo, la Disciplina 4 asegura que la organización y el equipo puedan llegar a la meta sin importar lo que pase a su alrededor.

De acuerdo con la Disciplina 4, su equipo deberá reunirse al menos una vez a la semana en una sesión de MCI. Esta junta, de entre 20 y 30 minutos, cuenta con un orden del día fijo y debe de ser dinámica. Se debe establecer un ritmo semanal de rendición de cuentas para generar progreso que conduce a la MCI. Esta disciplina marca la diferencia entre una ejecución exitosa y el fracaso.

La función de las sesiones de MCI es simple, hacer que cada miembro del equipo rinda cuentas a los demás sobre las acciones que deben desempeñar para mover las medidas de predicción, lo cual derivará en el cumplimiento de la MCI a pesar del torbellino. Para asegurar que las reuniones se puedan llevar a cabo cada semana hay dos reglas que se deben de seguir:

  • Regla 1: la sesión de MCI debe ser el mismo día y a la misma hora cada semana (inclusive, es mejor si se puede llevar a cabo con mayor frecuencia — diariamente si es posible — pero nunca menos de una vez por semana). El factor de frecuencia es esencial; sin él, los equipos nunca serán capaces de sostener un ritmo de desempeño. Basta con que nos saltemos una de estas juntas para perder el momentum que hemos acumulado. Esta pérdida se verá reflejada en nuestros resultados. Esto significa que la sesión de MCI es un ritual sagrado semanal que no se debe de romper, incluso cuando el líder no pueda asistir y tenga que delegar la tarea de dirigirlo.
  • Regla 2: el torbellino tiene prohibido la entrada en la sesión de MCI. No importa que tan importante parezca algo, las discuciones que tienen cabida en la sesión de MCI son exclusivamente sobre las acciones y los resultados que se reflejan en el tablero correspondiente. Si tienen que hablar de otras cosas, organice una junta para ellos, fuera del tiempo destinado a la sesión de MCI. El torbellino siempre debe mantenerse separado. El nivel de concentración requerido no sólo hace que las sesiones de MCI sean rápidas, sino que también muy efectivas para producir los resultados que se desean. También sirven para confirmar la importancia que la MCI de tener para cada equipo. Estas sesiones mandan un mensaje muy claro a la organización: nada que esté ocurriendo en el torbellino es tan importante o debe de interrumpir las tareas relacionadas con la MCI a la que nos habíamos comprometido.

Las sesiones de MCI pueden variar mucho en su contenido, pero el propósito no cambia. Esta es un ejemplo de la minuta de una de estas sesiones:

  • 1. Rendir cuentas: reporte sobre los compromisos.
  • 2. Revisar el tablero: se reflexiona sobre los errores y se aprende y celebran los éxitos.
  • 3. Definir un plan: se proponen los compromisos hasta la siguiente sesión así como los acuerdos entre los diferentes miembros del equipo.

En una sesión de MCI todos los miembros del equipo rinden cuentas de todas las acciones desempeñadas con el fin de mover el tablero de los resultados. Las primeras tres disciplinas establecen el juego, pero el equipo no estará en la cancha hasta que se implemente la Disciplina 4. El producto final de la Disciplina 4 es establecer una sesión de MCI frecuente y regular que haga avanzar las medidas de predicción. Aún así, el resultado más importante de la Disciplina 4 es una cadencia de rendición de cuentas que no sólo produce resultados confiables una y otra vez, sino que también genera un equipo de alto rendimiento.

Las 4 Disciplinas de la ejecución nos dan un poderoso esquema para transformar, tanto en lo personal como en lo profesional, buenas intenciones y deseos en resultados y metas. Como cualquier otra disciplina que queramos llevar a nuestras vidas, implementarlas requerirá esfuerzo. Pero si logramos vencer al torbellino y ejecutar estas 4 Disciplinas de manera consistente no solo aumentará el nivel de desempeño del equipo sino que aumentará su compromiso, satisfacción y entrega. Esta es la verdadera recompensa de llevar a cabo las 4DX. No podríamos estar más entusiasmados de comenzar a intentarlo.

--

--