¿Qué quiere mi cliente?

Fernando Orta
Cultura Podemos
Published in
3 min readMay 23, 2018

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Todos los negocios, sobrevivimos gracias a nuestros clientes. Es muy sencillo. Si creamos productos y servicios que nuestros clientes consideran valiosos y los podemos vender a un precio justo y a través de una buena experiencia de compra entonces tendremos la oportunidad de crear un negocio.

Por increíble que parezca, las microfinanzas por mucho tiempo no se comportaron de esta manera. Debido a lo innovador del modelo de negocios y la falta de competencia, cuando las microfinanzas comenzaron, las organizaciones que otorgaban este servicio se daban el lujo de escoger a sus clientes y ponerle las condiciones que quisieran para dejar que los clientes adquirieron su servicio. En vez de preocuparse de satisfacer a sus clientes, las organizaciones microfinancieras cayeron en el error de creer que podían ignorar las necesidades de sus clientes y aún así ser exitosas. Este grave error le ha costado la vida a muchas organizaciones en otros sectores y en la actualidad estamos viendo que le comienza a costar la vida a organizaciones dentro del sector de las microfinanzas.

La época en donde como organización nos podemos dar el lujo de poner condiciones incómodas a nuestros clientes y no tener ningún tipo de repercusión al respecto se ha acabado. Actualmente estamos en un mercado competido donde nuestros clientes pueden escoger a muchos proveedores de servicios financieros. Un mercado en donde no podemos darnos el lujo de poner condiciones incómodas o de no pensar en cómo mejorar nuestro producto para nuestros clientes. A diferencia de lo que otros creen, para nosotros esto es algo muy bueno.

Muchas organizaciones operan con un paradigma en donde su mayor preocupación es su competencia. Les preocupa lo que sus competidores hacen o dejan de hacer. Si sus competidores tienen algún nuevo producto, normalmente lo copian. Si sus competidores comienzan a llevar a cabo alguna práctica o proceso, la adoptan. Para nosotros este enfoque es equivocado y como organización creemos que nos puede llevar a cometer muchos errores.

El paradigma que nosotros tenemos es diferente. Otorga el “Wow” a tus clientes. No te preocupes por lo que tus competidores están haciendo, preocúpate todos y cada uno de los días de otorgarle el “Wow” a tu cliente. Preocúpate no solo de satisfacer sus necesidades, preocúpate de superar sus expectativas. No te preocupes de lo que tus competidores hacen, preocúpate de entender las necesidades de tus clientes y siempre buscar maneras de satisfacer estas necesidades. Pelea por otorgar el mayor valor agregado a tu cliente. Todo el día, todos los días. Si tu cuidas a tus clientes, ellos cuidarán de ti.

Nosotros creemos que si como organización existimos es porque nuestros clientes eligen utilizar sus ingresos y adquirir nuestros productos y servicios. Aunque esto parezca muy lógico, es sorprendente ver lo rápido que como organización se nos puede olvidar lo importante que es en cada momento preguntarnos exactamente ¿Qué quiere mi clienta? Recientemente, en Podemos Progresar nos hicimos exactamente esta pregunta: ¿Qué quiere mi clienta? ¿por qué escoge nuestro producto? y ¿qué necesitaríamos cambiar para otorgarle esto? Las respuestas, aunque sencillas nos dejaron mucho aprendizaje. Nuestra clienta, quiere el crédito correcto, en el tiempo correcto, al precio correcto, con los beneficios y la experiencia correcta. Esa es la receta.

En Podemos Progresar, estamos obsesionados con siempre otorgar el “Wow” a nuestras integrantes. Todo lo que hacemos es por ellas y para ellas. Nos gusta romper paradigmas y desafiar el estatus quo. Estamos obsesionados por lograr un objetivo muy sencillo: otorgar a nuestra clienta lo que busca. El crédito correcto, en el tiempo correcto, con los costos correctos y los beneficios y la experiencia correcta. Es hora de aprovechar esta oportunidad de otorgar a nuestra clienta lo que pide y quitarnos malos vicios y hábitos de nuestro segmento.

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