Ni une más

Este es un comienzo hacia la rendición de cuentas.

Pero sabemos que no es justicia.

Podemos ser testigues del significado de un veredicto de culpabilidad para Derek Chauvin.

Y saber que la verdadera justicia sería que George Floyd haya estado en su casa anoche, acostando a su pequeña Gianna en su cama. La justicia sería Ma’Khia Bryant viva y próspera, no asesinada por la policía cuando los llamó para pedir ayuda.

Podemos seguir manteniendo estas visiones de justicia.

Y aguantar la angustia mientras esta cultura de violencia cobra más víctimas.

Durante generaciones, hemos sabido que no son los sistemas rotos los que nos llevaron a este momento, sino los fijos, diseñados para mantener el poder a expensas de la vida de las personas. Muches de nosotres hemos tenido que soportar demasiado.

Y ayer, nuestros antepasados ​​se reunieron mientras la familia de Emmett Till observaba junto a la familia de George Floyd, para presenciar un grado de responsabilidad que solo podían haber esperado para su propio hijo.

Este momento es importante para Emmett Till, George Floyd, Michael Brown, Philando Castile, Trayvon Martin, Eric Garner, Sandra Bland, Ahmaud Arbery, Breonna Taylor, Daunte Wright, Remy Fennell y anoche para nuestro nueva ancestra, Ma’Khia Bryant y tantes otres.

Y no queremos un ancestre más causado por la violencia blanca.

Podemos sostener la importancia de la decisión de este jurado.

Y simultáneamente podemos aferrarnos a las aspiraciones abolicionistas de un mundo más allá de la violencia.

Podemos sentir alivio en esta convicción.

Y podemos reconocer el trabajo que llevó llevarlo adelante. Esta no fue una evolución natural o un ajuste de cuentas espontáneo. Esta fue la causa y el efecto de una organización persistente dirigida por comunidades Negras.

La respuesta al asesinato de George Floyd ha creado cambios y aperturas que no existían antes, en los corazones y las almas de personas que no estaban abiertas a ver el racismo sistémico por lo que es.

Y seguimos luchando por un futuro en el que nuestra humanidad se defienda todos los días.