Movimiento tectónico en el Capital Riesgo en América Latina

La región se prepara para una serie de cambios de gran calado. Entenderlos y ver sus oportunidades serán clave para el futuro de la inversión tecnológica

Maria A. Pereda Ehrlich
TheVentureCity
11 min readMay 13, 2019

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El equipo de Woom, una de las startups de la aceleradora de TheVentureCity, durante Google Launchpad en Miami. Durante una semana startups de Miami, España y América Latina se unieron para llegar al siguiente nivel.

En TheVentureCity, el mundo entero es nuestro campo de batalla. TheVentureCity es un nuevo modelo de inversión y aceleración que ayuda a founders diversos de todo el mundo para generar impacto. Nuestra misión es dar a los founders globales el acceso a oportunidades. TheVentureCity prepara a los founders con ambición global para alcanzar su próximo hito.. Sabemos que los grandes emprendedores pueden ser de cualquier sitio. Basamos nuestra tesis de inversión en la cruda realidad que el talento está en todos lados, pero las oportunidades no lo están. Por este motivo, prestamos especial atención a fundadores en tech hubs emergentes que hayan podido crear pequeños negocios con pocos recursos. También sabemos que hay una infinidad de problemas que hay que resolver fuera de los Estados Unidos (acceso a bancos, sanidad, educación, transporte, logística, etc.). Nuestro objetivo es suplir este vacío existente en el capital de riesgo en geografías que se pasan por alto en las que emprendedores con gran talento que resuelven problemas clave normalmente han tenido dificultades para levantar capital.

El año pasado pudimos ver un cambio en el sentimiento inversor en una de estas geografías por la que nos sentimos naturalmente atraídos: América Latina. Aunque nosotros ya sabemos desde hace mucho tiempo que América Latina crea algunos de los mejores emprendedores que encuentran soluciones, inteligentes y con impulso, vemos como el resto del mundo también ha empezado a darse cuenta.

2018 fue un año crucial para esta región. Y nosotros notamos el subidón. Inversores de capital de riesgo con perfil alto se pusieron en contacto con nosotros para poder valorar acuerdos, encontrar referencias sobre fundadores y conocimientos sobre la industria regional. Vimos más súper acuerdos, la primera adquisición en la región por mil millones de dólares y múltiples inversores de Silicon Valley haciendo sus primeras inversiones de capital en la región. Realizamos un análisis de los datos para entender qué sucedió desde un punto de vista macro y nos alegramos por lo que descubrimos.

Primero, veamos el año 2018 desde un contexto global

2018 fue un año récord en inversión de capital de riesgo en los Estados Unidos, Europa y América Latina. Los Estados Unidos batieron récords con un total de 130 mil millones de dólares invertidos, Europa con 26 mil millones de dólares y 2,2 mil millones en América Latina.

Cuadro 1: Capital de riesgo invertido por región (millones de dólares)

Fuente: Pitchbook

Este gráfico muestra la cruda realidad que Estados Unidos se lleva 60 veces más la cantidad de capital que América Latina (una región que tiene 2 veces más población que Estados Unidos. Sabemos que la situación es más compleja, pero el contraste es impactante).

Teníamos curiosidad por saber más sobre las dinámicas que podrían explicar la gran diferencia en la inversión de capital de riesgo entre Estados Unidos y América Latina.

Vayamos un poco atrás: ¿Por qué la actividad de capital de riesgo en América Latina es tan baja comparada con otras regiones?

Históricamente (hasta 2017), la mayoría de acuerdos de capital de riesgo en América Latina ha sido en la fase de pre/aceleración/incubación. Esto es debido gracias al aumento de los programas de aceleración como Startup Chile, NXTP Labs, StartupPeru, Startup Mexico, Incubar of Argentina, entre otros. Esto es una muy buena noticia ya que las aceleradoras son el punto de partida para muchos emprendedores, y Latino América ha hecho muy buen trabajo impulsando las primeras fases de levantamiento de capital.

El problema es que la mayoría de startups que se gradúan de estos programas no han podido seguir levantando siguientes rondas de capital. Aproximadamente un 60% de todos los acuerdos de capital de riesgo en América Latina están por debajo de los 500.000 dólares (la mayoría son pequeñas entradas de capital de aceleración), y este canal se reduce drásticamente con el 10% de los acuerdos que están entre los 500.000 y 1 millón de dólares. Las rondas superiores a los 5 millones de dólares son solo unas cuantas.

Cuadro 2: Número de actividad de capital de riesgo por cantidad del acuerdo

Fuente: Pitchbook

Este gráfico muestra que tan solo unos cuantos emprendedores que son capaces de levantar una ronda inicial (seed) o pre-serie A, tienen muy pocas probabilidades de conseguir más capital (más de 5 millones). Esto evita que puedan generar momentum, que puedan escalar traspasando fronteras o conseguir valoraciones unicornio como los emprendedores de Estados Unidos o China.

¿Por qué América Latina no recibe capital después de la fase de incubación y aceleración? No ha habido muchas ganas por parte de los inversores de capital de riesgo en la región. La mayoría de fuentes de capital se han concentrado en negocios familiares tradicionales e inversores particulares con rechazo al riesgo que no están acostumbrados ni se sienten cómodos con la naturaleza, rapidez y necesidades de capital que requieren las startups tecnológicas.

Las empresas familiares conllevan más del 80% de la actividad del sector económico privado en la región, generan el 60% del PIB de la región y dan trabajo a un 70% de la fuerza laboral. La capacidad de las empresas familiares de innovar y evolucionar viejos modelos de negocio y tecnologías obsoletas es complicado y requiere mucho tiempo, si es que esto ocurre con un solo cambio generacional. Los proyectos emprendedores requieren un cierto tipo de capital. Capital que sea más paciente y menos enfocado en los beneficios a corto plazo. La mayoría de capital en la región ha estado en manos de estos particulares e instituciones de inversión que se concentran más en negocios que generen beneficios rápidos y menos en inversiones de proyectos emprendedores que tengan un perfil de más riesgo y que generen beneficios a largo plazo.

Si comparamos el entorno de capital de riesgo en América Latina (cuadro 2) en comparación con Estados Unidos (cuadro 3), vemos que el capital en las diferentes fases ha sido distribuido más equitativamente. En los Estados Unidos, solo el 30% de los acuerdos son por debajo de los 500.000 dólares. Después de una pequeña inversión, los fundadores tienen muchas más probabilidades de levantar capital en siguientes rondas de inversión. Al menos 60% del total de acuerdos en los Estados Unidos son de más de 1 millón de dólares (todo lo contrario a Latino América).

Cuadro 3: Número de acuerdos de inversión de capital de riesgo por cantidad en los Estados Unidos

Fuente: Pitchbook

En los Estados Unidos, la facilidad de levantar capital más allá de la “fase de aceleración” ha permitido que las startups acaben de construir su producto mínimo viable (MVP, del inglés Minimum Viable Product), encontrar la adecuación del producto y mercado, y/o llevar a cabo su estrategia de mercado. Esto les permite espacio para mejorar su producto y conseguir siguientes rondas de inversión de más capital, y así, escalar y finalmente salir (exit). Los fundadores que han conseguido salir (exit), después vuelven a invertir en otras startups o crean una nueva startup ellos mismos. Las salidas también atraen a otros inversores, que invierten más capital en startups y esto permite la creación de más startups.

Conclusión: Las aceleradoras en Latinoamérica han hecho muy buen trabajo promocionando la creación de nuevas empresas. Sin embargo, la siguiente fase del camino en la inversión de capital de riesgo (inversores institucionales) no ha estado a la altura de la dinámica de las startups de las aceleradoras de la región. En consecuencia, la mayoría de startups se encuentran con un vacío de capital después de su fase inicial y muchas no consiguen seguir adelante. Esto ha impedido que existan casos de salidas con éxito y, por lo tanto, no invita a que nuevos inversores inviertan capital en las startups.

Ahora que entendemos el contexto: ¿Qué sucedió en 2018?

Ver el desarrollo de 2018 fue emocionante. Las inversiones de capital de riesgo en América Latina se duplicaron con respecto a 2017, con un total de 2,2 mil millones de dólares invertidos (en comparación con 1,1 mil millones en 2017). 2018 también fue el año de las mega rondas. Más del 60% del capital invertido provino de 6 mega rondas (más de 100 millones) en solo 4 empresas Movile, Rappi, Nubank y Loggi (Nubank y Rappi tuvieron dos mega rondas en 2018). Antes de 2018, América Latina nunca había visto más de 1 o 2 mega rondas al año. Vimos inversores como Andreessen Horowitz, Tencent, DST Global, Sequoia Capital, Softbank y Qualcomm Ventures, invertir en estas mega rondas, algunos de ellos por primera vez a esa escala en la región. Los inversores regionales más activos fueron Monashees Capital, Kaszek Ventures, RedPoint eventures (Brasil), Dalus Capital, IGNIA, ALLVP y TheVentureCity.

Cuadro 4: Actividad de capital de riesgo en América Latina

Fuente: Pitchbook

En 2018, también vimos una redistribución en el panorama de inversión de capital de riesgo. En un año en el que vimos menos acuerdos, el número de acuerdos iniciales (seed) (de 1 a 5 millones de dólares) creció un 15% y los acuerdos de serie A (de 1 a 5 millones de dólares) se doblaron con respecto al año pasado (ver cuadro 5). Los acuerdos por encima de los 25 millones de dólares también se doblaron con respecto al año anterior, gracias a los mega acuerdos mencionados más arriba.

En resumen, 2018 fue el primer año en el que vimos que se dieron un número significativo de rondas de capital de riesgo institucional. Al contrario que en años pasados, las startups pudieron levantar rondas de capital institucional de inversores de capital de riego regionales e internacionales por primera vez a escala.

Cuadro 5: Número de actividad de inversiones de capital de riesgo en América Latina por cantidad del acuerdo, 2018

Fuente: Pitchbook

En los Estados Unidos, por el contrario, la distribución de capital de riesgo no tuvo grandes cambios.

Cuadro 6: Número de actividad de acuerdos de capital de riesgo en Estados Unidos por cantidad del acuerdo, 2018

Fuente: Pitchbook

El 2018 también fue un excelente año para las salidas de empresas respaldadas por inversores de capital de riesgo en América Latina. No solo vimos la primera salida de mil millones de dólares (adquisición de 99 por Didi Chuxing), pero también fue el primer año con más de una salida de más de 100 millones de dólares (con las adquisiciones de Cornershop y Linio). En 2018, el valor total de las salidas fue 8 veces más que en 2017.

Cuadro 7: Salidas de empresas respaldadas por inversiones de capital de riesgo en Latino América

Fuente: Pitchbook

Estas salidas nutren el ciclo emprendedor de la región. Las salidas con éxito crean un precedente para futuras inversiones positivas en startups, que a la vez motivan a más inversores regionales que previamente se sentían inseguros con este tipo de inversiones. Esto ayuda a que más emprendedores consigan inversiones de capital de riesgo, y esto genera más casos y salidas de éxito. Aún no hemos cerrado el ciclo de inversiones de capital de riesgo, pero parece que hemos dado un gran paso en esa dirección.

Conclusión: Estos datos nos indican que 2018 ha marcado un cambio en el panorama de inversiones de capital de riesgo en América Latina. Un puñado de startups en fase inicial han podido demostrar su modelo de negocio, traspasado la fase de inicial (seed) a pesar del escepticismo de los inversores, y han podido atraer cantidades más altas de capital. Además, aumenta el número de dólares invertidos en startups en fases posteriores (Loggi, Rappi, Movile, Nubank) e inevitablemente aumentan las probabilidades de más salidas al final del ciclo. Aunque gran parte de las inversiones de capital de riesgo en los últimos dos años provienen de inversores internacionales, un número elevado de salidas seguramente atraerá a más inversores regionales a invertir en esta clase de activos. Cuando esto suceda, el crecimiento de empresas tecnológicas probablemente dará un salto inmenso en la región.

El capital es todo lo que necesitan los emprendedores en América Latina

América Latina ha estado esperando este tipo de capital hace ya algunos años. Creemos que la región está lista para que haya más inversión de capital de riesgo por muchas razones.

En primer lugar, la población es más de 600 millones, de los cuales 400 millones hablan el mismo idioma y comparten una misma cultura. Esto crea un mercado atractivo y direccionable para los emprendedores. El mercado en América Latina se ha convertido en más accesible para los emprendedores tecnológicos. Casi un 70% de la población en América Latina tiene acceso a Internet, y América Latina representa más del 10% de los usuarios de Internet del mundo. América Latina no solo tiene una alta tasa de penetración de Internet pero también representa una de las tasas más altas de mundo en uso diario de Internet a través de dispositivos móviles. Los usuarios de Internet en América Latina pasan un promedio de 3,59 horas en sus smartphones cada día en comparación con el promedio de 1,84 horas en Estados Unidos. Los smartphones también han sido clave en establecer América Latina como una de las grandes consumidoras de redes sociales en el mundo.

En cuanto al talento, la región ha sido capaz de mejorar el perfil de sus profesionales tecnológicos. Según Stack Overflow, la reputación media de los usuarios más activos es mayor en algunos países de América Latina que en India y China. Más recientemente, México se alzó como uno de los 10 países que produce más graduados en Ingeniería. Esto no solo es un talento excelente, pero talento asequible. Contratar desarrolladores en América Latina cuesta entre 40 y 70 $/hora, comparado con los 80–150 $/hora que cuesta en los Estados Unidos. Como el software es fácilmente escalable y se puede desarrollar desde cualquier lugar, los emprendedores están motivados en hacerlo donde cueste menos. Ya no tienes que estar en Silicon Valley o en Estados Unidos para crear un unicornio. Con la llegada de inversores sofisticados de fuera y el aumento de nuevos fondos de capital de riesgo que tienen socios operativos con una experiencia relevante, América Latina se ha convertido en un sitio clave para el inevitable crecimiento de inversiones de capital de riesgo.

Con el capital siendo más accesible para los emprendedores de América Latina, solo esperamos que la inversión de capital de riesgo en la región se lleve al siguiente nivel. Más recientemente, Softbank ha anunciado el lanzamiento de un fondo de 5 mil millones de dólares centrado en América Latina. Con esta cantidad de capital extranjero y sumándole más inversores regionales que aporten en capital de riesgo, puede que se aproxime un tech boom considerable, posicionando a la región al nivel de muchos otros tech hubs desarrollados.

Esperamos ver cómo se desarrolla este proceso. Y como inversores de capital de riesgo apostando por la región, también lo están nuestros fundadores e inversores. ;)

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